Hay historias tan universalmente conocidas y versionadas que lo único que queda por hacer es volver a su versión más primigenia y exponerla como si la viésemos por primera vez. Ese parece ser el objetivo de Joel Coen con su monumental 'The Tragedy of Macbeth', que recupera (una vez más) la célebre obra de William Shakespeare con una propuesta teatral y minimalista que, además, remite a las épocas más expresionistas de la historia del cine. Es decir, que la versión 'coeniana' del clásico es un doble retorno: a un texto original que habla de guerras de poder y, también, a una tradición fílmica que le lleva a mostrarnos la puesta de escena más radical de su carrera.

Solo hace seis años que vimos la adaptación de Justin Kurzel de la obra ('Macbeth' de 2015) protagonizada por Michael Fassbender y Marion Cotillard. Pero la aclamada obra del Bardo se niega a perder relevancia en un mundo que, como el suyo, está dominado por las ansias de poder de hombres enloquecidos por la codicia y los juegos de tronos entre líderes que solo conocen la violencia como modo de mantener su statu quo. La historia se repite: volviendo de una batalla, Lord Macbeth (ahora interpretado por Denzel Washington) se encuentra con tres brujas, las Hermanas Fatídicas (a las que da vida una inquietante y fabulosa Kathryn Hunt), que le revelan que en su futuro brilla una corona. Cada vez más obsesionado por esta profecía que le sitúa como legítimo rey de Escocia, y animado por las también grandes ambiciones de su esposa, Lady Macbeth (Frances McDormand), el protagonista hará lo que esté en su mano para asegurarse su lugar en lo más alto de la pirámide y deshacerse de aquellos que podrían arrebatarle el puesto. Así, sin ningún desvío narrativo, añadidos o innovaciones. 'The Tragedy of Macbeth' es una adaptación de la obra de Shakespeare tan fiel como es posible serlo.

macbeth
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Su verdadera aportación entra con la propuesta formal de Coen, fuertemente influenciada por el movimiento expresionista alemán. La crítica de cine alemana Lotte Eisner utilizó una palabra específica para definir al movimiento, "helldunkel", que definió como "una especie de crepúsculo del alma alemana que se expresa en interiores sombríos y enigmáticos o en paisajes brumosos e insustanciales". 'The Tragedy of Macbeth' está habitada por esos mismos juegos de sombras, formas arquitectónicas extremas, claroscuros y escenarios de pesadilla que reflejan la angustia y el tormento de sus personajes.

El expresionismo es, en esencia, una representación subjetiva del mundo a través de la cual Joel Coen vehicula una historia de demonios personales y magias oscuras, con decisiones estéticas similares a las que vemos en películas como 'La muerte cansada' (1921) de Fritz Lang y 'El gabinete del Doctor Caligari' (1920) de Robert Wiene, y también en la más tardía 'La noche del cazador' (1955) de Charles Laughton, deudora de los filmes alemanes. El cineasta también bebe de la teatralidad de una predecesora tan clara como 'Macbeth' (1948) de Orson Welles y de la espectacularidad visual (es niebla que lo engulle todo...) de la inquietante 'Trono de sangre' de Akira Kurosawa. Ambas son dos de las más brillantes adaptaciones del texto de Shakespeare, y ahora podemos unir a la lista la película de Coen.

Toda esa atmósfera sería imposible sin algunos de los colaboradores habituales de los Coen, como el director de fotografía Bruno Delbonnel, la diseñadora de vestuario Mary Zophres y el compositor Carter Burwell. Ellos, también, son responsables de construir este sueño enfermizo y visualmente arrebatador, este escenario infernal entre la realidad y la fantasía, que amplifica como nunca los temas 'shakesperianos' y, también, al prototipo del antihéroe 'coeniano': un hombre atrapado en sus obsesiones e incapaz de escapar de su propia sombra en un mundo inherentemente violento.

frances mcdormand en the tragedy of macbeth
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Más allá del portento visual que despliega, 'The Tragedy of Macbeth' se sustenta en otro importantísimo elemento: su elenco. Una película tan arraigada en la teatralidad de su propuesta no podría sobrevivir sin unas interpretaciones a la altura, y eso es lo que entregan, principalmente, Denzel Washington y Frances McDormand. Los Macbeth brillan al encontrar la línea que separa el histrionismo de lo teatral y las sutilezas de lo cinematográfico, se abrigan en la debacle de sus personajes y los llenan de vida y miserias. Eso sí, la roba-escenas aquí se llama Kathryn Hunt, que interpreta al trío de brujas que encienden la llama de la historia, y a las que ofrece contorsiones físicas, expresiones perturbadoras y una voz sacada de la ultratumba. Ni en sus peores pesadillas había tenido nunca Lord Macbeth un encuentro tan aterrador. Aunque tienen menos tiempo en pantalla para demostrarlo, Harry Melling, Brendan Gleeson y Corey Hawkins también brillan en sus respectivos papeles.

Desde luego, a pesar de sus muchas virtudes, es probable que 'The Tragedy of Macbeth' no vaya a ser la película más popular entre el público: es una historia anclada a las palabras del pasado y contada con una radicalidad visual que muchos espectadores casuales encontrarán algo tediosa e impenetrable. Y más aún si se pierde la experiencia de la gran pantalla y se estrena directamente en Apple TV+ (de momento, no hay fecha de estreno en España). Sin embargo, su demostración del poder expresivo de las imágenes y su revitalización de un clásico imperecedero, y también sus posibilidades para los Oscars 2022, constatan su relevancia. All hail Macbeth!

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Mireia Mullor

Mireia es experta en cine y series en la revista FOTOGRAMAS, donde escribe sobre todo tipo de estrenos de películas y series de Netflix, HBO Max y más. Su ídolo es Agnès Varda y le apasiona el cine de autor, pero también está al día de todas las noticias de Marvel, Disney, Star Wars y otras franquicias, y tiene debilidad por el anime japonés; un perfil polifacético que también ha demostrado en cabeceras como ESQUIRE y ELLE.

En sus siete años en FOTOGRAMAS ha conseguido hacerse un hueco como redactora y especialista SEO en la web, y también colabora y forma parte del cuadro crítico de la edición impresa. Ha tenido la oportunidad de entrevistar a estrellas de la talla de Ryan Gosling, Jake Gyllenhaal, Zendaya y Kristen Stewart (aunque la que más ilusión le hizo sigue siendo Jane Campion), cubrir grandes eventos como los Oscars y asistir a festivales como los de San Sebastián, Londres, Sevilla y Venecia (en el que ha ejercido de jurado FIPRESCI). Además, ha participado en campañas de contenidos patrocinados con el equipo de Hearst Magazines España, y tiene cierta experiencia en departamentos de comunicación y como programadora a través del Kingston International Film Festival de Londres.

Mireia es graduada en Periodismo por la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) y empezó su carrera como periodista cinematográfica en medios online como la revista Insertos y Cine Divergente, entre otros. En 2023 se publica su primer libro, 'Biblioteca Studio Ghibli: Nicky, la aprendiz de bruja' (Editorial Héroes de Papel), un ensayo en profundidad sobre la película de Hayao Miyazaki de 1989.