La octava gala de 'Supervivientes' llegaba con el estreno de 'La noria infernal' por primera vez en esta edición. El programa sorprendía con una curiosa novedad. A diferencia del resto de ediciones, en las que la noria giraba a una altura considerable, en esta ocasión parte de la estructura estaba sumergida en el mar.
Una novedad que, a pesar de parecer sorprendente, se convertía en todo un fracaso. La gracia de la prueba es que la noria gire a una gran velocidad y los concursantes, en algún momento, acaben mareados y descolgándose de ella por la cantidad de vueltas seguidas. Ahora, al pasar por el mar, la velocidad se reducía y no lograban que los participantes se descolgasen de su posición.
Con esta invención, la prueba se alargó en su segunda ronda más de veinte minutos y obligó a introducir otras e improvisadas novedades como mantenerse agarrados de un único de brazo, sostenerse con la fuerza de las piernas e, incluso, cambiar la prueba para acabar colgados de los pies.
Un cambio que no funcionó como prueba, que televisivamente tampoco fue atractiva y que ocupó cuarenta minutos de una gala que tuvo que acabar rápidamente. Las redes mostraron su indignación con esta novedad y sentenciaron la decisión del programa.