Perfect Blue
La gran ópera prima de Satoshi Kon, Perfect Blue. Un filme de suspenso, profundamente psicológico, que llega a confundir a más de uno, pero que no por ello, deja de ser magnífica.
En esta película anime nos adentramos en los matices de la identidad y la madurez, así como de los trastornos psicológicos que pueden traer consigo cuando no se desarrollan correctamente. A su vez, nos habla de las presiones externas, como los medios, y lo que otras personas esperan de nosotros, y cómo se ve esto reflejado en nuestra realidad.
La madurez
La película nos presenta a Mima, una Idol de 21 años, recordemos que las Idols son el “ejemplo a seguir” son el más alto estándar de pureza y belleza de Japón, por lo cual, una persona de este medio, debe ser pura, hermosa e infantil, justo lo que vemos en Mima.
Con sus 21 años y una carrera musical que apenas tiene unos pocos seguidores, sabe que tiene que avanzar de alguna forma, o quedarse estancada en un sueño que no la llevará a ningún lado. Esto podemos verlo cuando Mima es completamente ignorada y desconocida para las demás personas, caminando tranquilamente por las calles con el rostro descubierto, sin que nadie la reconozca.
Cuando le ofrecen un papel como actriz, en un papel de poco protagonismo, ella quiere intentarlo, pero su voz poco importa, siendo tratada como una niña por sus managers, que discuten qué es lo mejor para ella. Todo esto va cambiando conforme pasa la película y Mima se mete más en su papel, tomando más protagonismo, pero a su vez, haciendo cosas con las que no se siente cómoda, como escenas subidas de tono, o fotografías eróticas.
Esto la hace dudar sobre quién es, y qué es lo que realmente quiere. Podemos ver su lucha interna gracias al recurso de los reflejos, donde su otro yo le reprocha por comportarse de esa forma, por manchar su imagen perfecta, afirmando que ella no es la Mima verdadera.
A medida que hace más cosas con las que no se siente cómoda, comienza a disociar su realidad, teniendo cada vez más alucinaciones, entrando en la piel de su personaje, que pasa por lo mismo que ella, un cambio de personalidad abrupto, por culpa de un trauma.
Los trastornos
A pesar de lo que podemos llegar a pensar al ver por primera vez Perfect Blue, Mima tiene muy poco de loca. Ella pasa por un gran punto de estrés, sumándole su relación con su personaje, que la lleva a confundir su realidad, con la de su papel. Sin embargo, cuando la duda dentro de ella se disipa, también lo hacen sus problemas, siendo de hecho, la base que permitió el desarrollo completo de su personalidad.
Por otra parte, Rumi, su representante, es todo lo contrario. Ella tiene dentro de sí reprimida esa pureza e infantilidad que deseaba tener por siempre, como una Idol, pero que lamentablemente terminó junto con su fallida carrera.
Ella veía en Mima todo lo que ella aspiraba a ser, así como la posibilidad de cumplir su sueño, lo que la lleva al punto de trastorno, cuando sus sueños y esperanzas se rompen frente a ella nuevamente, al ver como Mima se deja “manchar” por un poco de fama, dejando atrás todo por lo que trabajó tanto.
Aquí es cuando Rumi comienza a tomar la vieja identidad de Mima, suplantándola por internet al inicio, llamándola impostora, para posteriormente querer reemplazarla por completo, creyendo que ella es la verdadera y única Mima.
En este caso, el uso del reflejo es contrario al de Mima, mientras que con ella nos mostraban una imagen aniñada y pérdida de Mima, en el caso de Rumi nos muestran la realidad, una mujer mayor con fantasías imposibles, que ha perdido la poca cordura que le quedaba.
Esto contrasta de forma increíble en escenas como la persecución de Rumi a Mima, donde nos muestran a la versión Idol de Mima, llena de brillos y perfección en las calles, saltando como una chica mágica, mientras que en su reflejo, vemos Rumi disfrazada, cubierta de sudor, cansada, persiguiendo con odio a Mima.
Me-mania
Me-mania es el acosador de Mima, que la idolatra, y la pone en un pedestal desde el inicio de la película. Él, al igual que otros fans, está descontento con el cambio de Mima, siente que todo esto está mal, y lo reafirma al encontrar el supuesto blog de “la verdadera Mima”, que habla sobre cómo la Mima actriz es una impostora que quiere hacerla quedar mal, llevando a Me-mania a asesinar en su nombre, a todos los involucrados en el cambio de Mima.
Aquí vemos la obsesión fanática en todo su esplendor, algo con lo que todas las personas que trabajan en el espectáculo se enfrentan en algún punto de sus carreras. En Me-mania vemos como una imagen puede permanecer en la mente de los fanáticos, a pesar de que tú ya no seas esa persona, lo cual, es una de las muchas presiones que tiene Mima sobre ella.
La identidad
Al final, Perfect Blue nos muestra cómo, a pesar de todas las adversidades, debemos continuar, ir por lo que realmente deseamos, y forjar nuestra propia vida. En el caso de Mima, ella tuvo que afrontar peligros de muerte, solo por querer dejar atrás una etapa de su vida, cosa que es perfectamente natural y necesaria, para ser una persona completa.
Mientras tanto, Rumi está dispuesta a destruir su vida, así como la de otros, para poder mantener aquellas ilusiones del pasado, que la anclan a una vida miserable y sin sentido, que la hacen querer huir de la realidad.
Finalmente vemos a una Rumi tan consumida por este pensamiento, que al verse en el espejo del manicomio, se ve a sí misma como la versión Idol de Mima, disfrutándolo.
