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Los dramas bélicos están sin duda de moda; una recuperación que es debida al éxito cosechado por la película alemana 'Sin novedad en el frente', con la que Netflix ha conseguido nada menos que nueve nominaciones a los Oscar. Volvemos de nuevo a esta plataforma para hablar de 'Narvik', una película ambientada en la Segunda Guerra Mundial que se ha convertido en el nº 1 entre lo más visto en apenas días tras su estreno.
'Narvik' narra una historia hasta ahora bastante desconocida de dicho conflicto y ha sido dirigida por Erik Skjoldbjaerg (que dirigió la versión original de 'Insomnia', famosa por el remake de Christopher Nolan, así como 'Prozac Nation'). Está ambientada en la ciudad noruega del título, en 1940, y se centra en cómo los nazis invadieron el país por esta localidad traicionando el estatus nórdico como estado neutral.
Con esta premisa, 'Narvik' nos recuerda que, aunque un país sea neutral, necesita tropas para defenderse. En el caso noruego eran los 'guardias de la neutralidad', que se tuvieron que emplear a fondo porque los soldados de Hitler atacaron al poco tiempo de empezar la guerra.
La película trata de la familia Tofte: Gunnar (Carl Martin Eggesbo) es cabo de la guardia de neutralidad. Ingrid (Kristine Hartgen) trabaja en un hotel donde transcurren las pésimas negociaciones entre británicos y alemanes. Tienen un hijo pequeño, Ole (Christoph Gelfert Mathiesen), y el padre de Gunnar, Aslak (Stig Henrik Hoff), ayuda con su cuidado.
Celebrando el cumpleaños del niño, se oyen explosiones en el río: los nazis han llegado a Narvik. Gunnar se marcha con su escuadrón a volar un puente ferroviario clave mientras el cónsul alemán Fritz Wussow (Christoph Bach) obliga"a Ingrid a quedarse en el hotel para seguir trabajando como traductora. Los soldados noruegos consiguen derribar el puente, pero Gunnar es capturado e Ingrid observa aterrorizada lo que, aparentemente, es la ejecución de su marido.
La vida de Ingrid se vuelve terrible porque a) en realidad, no se sabe si ha muerto en realidad; b) el cónsul parece estar enamorada de ella; c) intenta por todos los medios salvar a su hijo; d) tiene que sobrevivir mientras los proyectiles británicos caen sobre la ciudad, sin distinguir a las fuerzas alemanas de los civiles (como en todas las guerras). Y en medio de todo esto, una serie de títulos de crédito que preceden a una de las grandes sorpresas de 'Narvik' (y hasta ahí podemos leer).
Una película para hacernos pensar
Sí, 'Narvik' es un largometraje de guerra, pero está pensada para que lo vean los mayores de 12 años, así que no esperes aquí las mismas imágenes salvajes de un 'Stalingrado' o un 'Masacre: ven y mira', una película rusa que quizás se pueda llevar el premio de la cinta bélica más brutal de la historia.
Esta película es quizás más parecida a 'Resistencia', ¿recuerdas? Protagonizada por Daniel Craig y Leiv Schreiber, narraba cómo un grupo de civiles bielorrusos intentaban escapar y sobrevivir de una invasión nazi. Aunque en este caso tenemos a una mujer, Ingrid (una estupenda Hartgen), intentando unir a todo el pueblo contra los villanos.
Son dos las historias que, en realidad, cuenta 'Narvik'. Por un lado, la de una mujer que hace lo que puede para mantener con vida a su familia y que cualquier decisión que haga al respecto va a suponer la desaprobación de un grupo de fascistas que no van a dudar ni un momento en ejecutarla.
Por otro, la de Gunnar, el soldado, que dispara, corretea, recibe disparos, se retira, recupera la determinación, derriba un nido de ametralladoras y todo eso, acompañado de sus amigos soldados, que son rostros grises y poco desarrollados. Skjoldbjaerg dirige las secuencias de acción y diálogo con la experiencia de un cineasta veterano.
Aunque ambas historias quedan un poco descompensadas y nos habría gustado que estuvieran desarrolladas al 50%, 'Narvik' es correcta y cumple su función: ser un drama bélico perfectamente útil, ni más ni menos.
