The Mustang

Es muy raro ver en el cine notables películas en las que resalten una relación entre humanos y animales, sobre todo con caballos, casi siempre se ve de caninos. The Mustang es lo mejor que he podido degustar de este genero.

La relación del protagonista una persona violenta que lleva condena de varios años por asesinato y el mustang
(caballo salvaje norteamericano), esta relación conecta una impresionante conexión de personalidades entre ambos, muy buen trabajo en dirección y guión en contar tan sorprendente historia, basada en la rehabilitación sobre todo en Estados Unidos de convictos con caballos en especial con los del tipo mustang. Creo que nunca he visto en el cine tanta compenetración entre un animal en relación con un humano, el mustang en realidad parece que tomo mucho cariño y apego con Mathias Schoenaerts es magnifico lo que se logro en esta película. Aparte de la grandiosa historia que nos entrega la directora francesa Laure de Clermont-Tonnerre también hay un magnifico trabajo en cinematografía y actuaciones, ya que trabaja con convictos reales que están en el programa de rehabilitación con caballos. Notable película que no hay que perderle de vista.

*De un conejo a un caballo

La película The Mustang es la ópera prima de Laure de Clermont-Tonnerre. El origen del film tenemos que encontrarlo en uno de sus cortos, Rabbit (2014), donde la prisionera de una cárcel de alta seguridad inicia un programa de reinserción en el que debe cuidar de un conejo. El corto llamó la atención del susurrador Robert Redford que le acabó produciendo esta película como una extensión del corto, pero con un protagonista masculino y cambiando al conejo por un caballo.

Es una película pequeña y sencilla, no va mucho más allá de su premisa argumental, pero está realizada con gusto y sensibilidad. El convicto con problemas de ira está interpretado por el belga Matthias Schoenaerts (De óxido y hueso, Suite francesa), actor al que le sientan bien los papeles de hombre duro y atormentado, invadido por un fuego interior.

*Las subtramas son muy previsibles

La relación que se entabla entre el convicto y el caballo salvaje es lo mejor. Las secuencias de la doma están filmadas con detalle y resultan bastante creíbles. Si te gustan los caballos o estas escenas te parecen atractivas, te recomiendo que veas una verdadera joya que lamentablemente pasó bastante desapercibida por nuestra cartelera titulada The Rider (Chloé Zhao, 2017).

Por desgracia, The Mustang, es mucho más discreta. El problema que tiene son lo endebles que resultan las subtramas paralelas. Ni la relación paternofilial del prisionero con su hija embarazada, ni la parte criminal con el tráfico de ketamina en el interior de la prisión, tienen sustento suficiente para enderezar la historia. Todo lo que sucede es excesivamente previsible y el espectador se adelantará en todos los giros propuestos.

*Aroma a cine clásico

Pese a sus carencias, The Mustang tiene cierto gusto arrebatador por el cine clásico. Por un cine que se aleja de manera consciente de la vorágine narrativa de la mayoría del cine actual que no deja respirar a sus imágenes. Este es un cine sutil y calmo que cuida los detalles de lo que importa. Y aquí el verdadero interés son las escenas entre el convicto y ese caballo convertido en su sosias.

Hay momentos muy bellos en la película como ese plano de ambos tirados en el suelo, mirándose, tras haber sufrido un ataque de ira. También eleva el conjunto cada vez que se asoma a la pantalla Bruce Dern, al que recientemente también pudimos ver en otra recomendable película de corte independiente como es Freaks (Zach Lipovsky, Adam B. Stein, 2018). Aquí el veterano actor es el encargado del programa de reinserción de presos con la doma de caballos que son posteriormente destinados a una subasta benéfica para financiar el propio programa. Su personaje también está muy estereotipado, pero Dern sabe sacarle partido en sus breves apariciones.

*Conclusión

The Mustang es la ópera prima de Laure de Clermont-Tonnerre. Drama carcelario producido por Robert Redford sobre un convicto que aprende a controlar su ira en un programa de reinserción basado en la doma de caballos salvajes, los mustang del título o cimarrones.

Es un film sencillo, pero lleno de sensibilidad. Lo más destacable son las secuencias de la doma del caballo que están realizadas con detalle y credibilidad. Te la recomiendo si te gustan los animales, las historias de redención o el cine de corte más clásico.

Escrito por Daniel Farriol

Una cara diferente de las prisiones de Estados Unidos la que nos ofrece la actriz Laure de Clemont Tonnerre en su primera película como directora quien logra captar muy bien y transmitir lo que es un programa de rehabilitación un tanto peculiar con el adiestramiento de caballos salvajes que viven en las montañas de Nevada.

Dos mundos totalmente opuestos pero con ciertas similitudes, el de un prisionero violento y un caballo salvaje, pero que sin embargo los dos tendrán que aprender a controlar su impulsividad. 

Roman interpretado por Matthias Schoenaerts, tiene muy mal carácter, es una persona rebelde y solitaria. Es esta soledad la que lo llevará a la terapia de esta prisión en medio del desierto, domar mustangs, para luego subastarlos y con el dinero repoblar de caballos las montañas. El caballo que elige es el más difícil de entrenar, una prueba de sometimiento y complicidad que deberán pasar los dos, quizá para reemplazar el que perdió Roman con su hija durante su encarcelamiento. 

Bruce Dern ya con sus 85 años interpreta a un experimentado domador de caballos que le da la oportunidad al recluso de participar en este programa, que por cierto esta basado en hechos reales.

La película tiene sus inicios en el corto "Rabbit" que tuvo bastante éxito en el festival de Sundance, lo que hizo que Robert Redford coprodujera la película con Bélgica y Francia. Toda una rareza con un resultado mas que convincente.
Destino Arrakis.com

bonita cinta de ambiente carcelario donde el protagonista en su periplo existencial se intenta redimir gracias a su relación con la doma equina, dentro de un programa de reinserción (más bien de subempleo aprovechado la mano de obra barata y casi obligatoria).
Todo en consonancia con la modernidad ecológica y animalista, hay quizá personajes con estereotipos y clichés pero todo se desarrolla sin forzar demasiado la trama.
Me he divertido en la narración del inicio de la película donde el colmo de lo políticamente correcto cuando habla de la raza salvaje americano de los mustang y su utilidad y mantenimiento sostenible , en el apartado de "exceso" o "desechable" lo denomina no como "sacrificio" sino "eutanasia", jeje supongo que el palabro denota "derecho" o positividad

La verdad, resultan sorprendentes las excelentes críticas que ha recibido The Mustang.
Es cierto que la película es preciosa, en lo argumental y también en lo visual. Hay que reconocer que la directora, Laure de Clemont-Tonnere, que además es una debutante, maneja maravillosamente la cámara, y utiliza el propio carácter real y simbólico del mustang (fuerte, indómito, libre, salvaje, furioso) para ofrecer unos planos, los de los entrenamientos, que son simplemente magníficos y logran colocar al espectador no sólo en la cabeza del personaje de Roman, a quien da vida un estupendo Matthias Schoenaerts, sino también en la de los animales, lo cual es aún más meritorio.
Sin embargo, todo lo que la película tiene de fascinante en lo visual también lo tiene de rutinaria y tópica en su argumento. De hecho, no se diferencia demasiado de un telefilme de sobremesa, aunque mucho mejor filmado, como ya hemos dicho. A saber: hombre rebelde, en prisión, consigue reconducir su vida gracias al contacto con la naturaleza y a un sabio y anciano mentor. Todo más visto que el tebeo, y el impacto tampoco es excepcional.
En definitiva, una película bonita, sin duda, que cuenta una historia emotiva, y engrandecida por la excelente calidad de la realización, pero a la vez muy vista ya y nada innovadora.

Lo mejor: La realización de Clermont-Tonnere y la interpretación de Matthias Schoenaert.
Lo peor: La historia la hemos visto ya muchas veces antes.