Los primeros dobles de riesgo o stunt performers surgieron con los orígenes del cine junto a directores como Charles Chaplin, Buster Keaton o Harold Loyd. Muchas de sus acrobacias más famosas son recordadas con cariño y admiración, sin embargo, como el cine mismo, los stunts han evolucionado hasta convertirse en los héroes de hazañas imposibles que son ahora. Profesión peligro (o The Fall Guy), la nueva película del director David Leitch (Tren bala), es un cariñoso homenaje a estos artistas y a toda la complejidad técnica detrás de las cámaras para mantenerlos a salvo.

Colt Seavers (Ryan Gosling) tiene una vida de ensueño: es el doble de riesgo de Tom Ryder (Aaron Taylor-Johnson), el actor más famoso de Hollywood, sale con la operadora de cámara y directora Jody Moreno (Emily Blunt) y tiene amigos que lo quieren. Todo cambia después de un fatal accidente durante una caída libre tras el cual decide desaparecer de la vida de todos sus conocidos. Un año después, Colt debe regresar al set de rodaje de la nueva película de su exnovia, recuperar su amor y resolver una peligrosa conspiración. 

Desde su plano secuencia inicial hasta los créditos finales, Profesión Peligro es un abrazo amoroso a los dobles de riesgo y su asombroso trabajo. El guion de Drew Pearce (Iron Man 3) reconoce a los stunts al incluir secuencias de caída, fuego, choques de autos, persecuciones, peleas a altas velocidades, helicópteros, botes, combate cuerpo a cuerpo e incluso hay un pequeño espacio para los animales entrenados, pero no solamente se queda en honrar a los actores, pues también nos muestra toda la complejidad detrás de cámaras con los diseñadores y coordinadores de stunts, lo difícil de montar un cañón de aire para tener una secuencia espectacular con un auto dando volteretas en el aire, el timing preciso con los explosivos o la importancia de las bolsas de aire y los cables para evitar accidentes.

Todos estos elementos y secuencias están incluidos dentro de la narrativa pero no se hacen evidentes al espectador ni se le restriegan en la cara. Drew Pearce y David Leitch unen cada pequeño homenaje de forma coherente a través de la historia principal donde se mezclan una historia de amor casi de comedia romántica y una conspiración de alto nivel.

Ryan Gosling (Barbie) sigue demostrando su increíble talento para la comedia y en Profesión Peligro juega con nuestras expectativas pues al inicio pareciera interpretar al prototipo de macho rudo de película de acción, divertido y coqueto, sin embargo, conforme avanzamos en el viaje de Colt podemos ver un lado sensible y amoroso que le da mayor profundidad a su personaje.

Emily Blunt (Oppenheimer), por otro lado, interpreta a un personaje lleno de presiones y estrés al lidiar constantemente con el día a día tan complejo de un set de rodaje, pero cuando Colt reaparece en su vida mucha de la seriedad del personaje se deja de lado para abrazar un lado cómico bastante disfrutable de ver en pantalla. Su química con Gosling es deliciosa de ver y el papel de novia despechada es magnífico en manos de una persona tan expresiva como Blunt.

Probablemente el elemento más problemático de Profesión Peligro sea el metacomentario presente a lo largo de la cinta. Leitch y Pearce incluyen diálogos sobre lo difícil que es escribir el tercer acto de una película y de los clichés del cine de acción; hay personajes representando a los malvados productores y ejecutivos de los estudios que limitan la creatividad de los directores y momentos donde se habla de los mismo recursos cinematográficos que utiliza este filme. Esto es raro y no se siente orgánico. Lo más rescatable de esto es la pequeña pero impactante observación sobre el mal uso de la inteligencia artificial y los deepfakes en una producción.

Profesión Peligro es una dosis de acción y comedia con muchísimo corazón que cuenta con divertidas actuaciones por parte de todo su elenco. El metacomentario no aterriza de la forma correcta, pero si amas las películas sobre hacer películas sin duda alguna pasarás un momento increíble pues el corazón de la cinta está en el homenaje que David Leitch y Drew Pearce le rinden a los cientos de artistas detrás de todas las acrobacias que disfrutamos en la pantalla grande. 

“Profesión Peligro” o “The Fall Guy” ya está disponible en cines.