El fantasma de Canterville (2023)

A finales del XIX, el millonario estadounidense Hiram Otis se traslada con su familia a Canterville Chase, mansión señorial inglesa, en la que esperan instalar la novedosa “electricidad”. Ha comprado el inmueble a precio de ganga, pues todos los que han intentado vivir allí han salido espantados por la presencia fantasmal de Sir Simon Canterville, antepasado del anterior dueño de la casa. Aunque el espectro trata de echar a los nuevos inquilinos, la adolescente Virginia y los temibles gemelos Louis y Kent no tienen demasiado miedo. 

El sarcástico relato de Oscar Wilde El fantasma de Canterville ha dado lugar a numerosas adaptaciones, siendo la más conocida la protagonizada por Charles Laughton, que compuso un inolvidable fantasma para MGM, en 1944, aunque por ejemplo también se ha versionado en formato de miniserie de BBC, en 2021. Esta revisión animada mantiene el esqueleto del texto original, aunque se le ha dado un tono más infantil, y se han añadido nuevos personajes, como un jardinero, y también el reverendo Casulla y su esposa, Algernean Van Finchley, obsesionada por atrapar al aparecido, que utiliza un equipo de protones que homenajea a Los cazafantasmas.  

A los puristas quizás les horrorice. Queda bastante diluida la mala baba que destila el genial autor irlandés contra la vulgaridad americana y los encorsetados británicos. Además, Sir Simon tiene esta vez su corazoncito, así que ni siquiera mató a su esposa como el del original. Virginia ya es toda una mujercita autosuficiente, más del siglo XXI que del XIX, y que no está dispuesta a quedar relegada a esposa de alguien, aunque se enamora de su vecino, el duque de Cheshire, propenso a sufrir accidentes. Al menos se habla de que el amor debe tomarse en serio, no cabe quedarse en la superficialidad. Los desconocidos directores Robert Chandler (productor de El asombroso Mauricio) y el debutante Kim Burdon, han cuidado mucho los fondos, y la animación digital, con algunos detalles en 2D tradicional como un espectáculo de marionetas.