Hoy nos centramos en la psicología de este thriller psicológico. ¿Cómo son los personajes principales de la película “Tenemos que hablar de Kevin”?

La película

Se trata de una película británico-americana basada la novela homónima de la autora estadounidense Lionel Shriver. La película se estrenó en el año 2010, tras cinco años de desarrollo y adaptación de la historia.

Está dirigida por Lynne Ramsay y protagonizada por los grandes Tilda Swinton, John C. Reilly y Ezra Miller, realizando el papel de madre, padre e hijo de la familia, respectivamente.

El argumento

En la película se van sucediendo dos líneas temporales. En la del presente, Eva vive sola en una casa casi abandonada y trabaja en una agencia de viajes de un pequeño centro comercial.

Cerca se encuentra la cárcel donde su joven hijo se encuentra recluso tras haber perpetrado un crimen, al cual visita de forma regular y con el que apenas consigue entablar una conversación.

En la otra línea temporal, en el pasado, Eva recuerda la vida de su hijo hasta el momento actual. Desde su nacimiento, siendo un niño difícil, pasando por su infancia y hasta la adolescencia. Vemos claramente que este personaje muestra claros síntomas de que su mente no funciona igual que a la mayoría de personas.

¿Cómo es Kevin?

Se trata de un joven que ha sido difícil y diferente durante toda su vida, alcanzando, en muchos momentos, la categoría de cruel. Aunque de por sí tenga una personalidad aislante, en concreto, no se relaciona prácticamente nada con su madre, la cual nunca llega a entenderle.

Cuando era un bebé lloraba incesante y desesperadamente, provocando la frustración de su madre. De niño se resistía a aprender a ir al baño, rechazaba las muestras de cariño y parecía no tener interés en nada.

Su padre no ve a su hijo Kevin de la misma forma que lo ve su madre, que se encuentra muy preocupada por sus problemas, e incluso un poco asustada ante su personalidad.

Franklin, el padre, le regala de adolescente un arco y una flecha, además de enseñarle el deporte. En una ocasión mata a la mascota de su hermana pequeña, a la que después dejará tuerta por el mismo medio.

Finalmente, traza y ejecuta un asesinato múltiple con su arco y flecha, asesinato que incluye a su propio padre, a su hermanita, a sus profesores y maestros, sumiendo a su madre en la más absoluta tristeza, vacío e incomprensión, además de ser señalada por su pueblo como parcialmente culpable de la desgracia.

La psicología de Kevin

Como vemos, Kevin no solo es un “niño difícil”, es un psicópata. Y, ¿cómo se caracteriza la psicopatía exactamente?

· Se trata de un trastorno antisocial de la personalidad.

Kevin apenas se relacionaba con las personas que formaban parte de su entorno. A su madre, en concreto, le hacía la vida imposible y de forma escondida, para que el resto de su familia jamás sospechara y le siguieran apoyando.

· Presenta una reducida empatía.

El joven Kevin es incapaz de ponerse en el lugar de los demás, solamente vive en su propia realidad. Por esta falta de empatía, llega a asesinar a su familia y compañeros. Además, tiene la crueldad de no matar a su madre para que viva en un infierno a partir de ese momento, con una familia totalmente destrozada y el rechazo del pueblo.

· No presenta remordimientos.

En la línea temporal del presente, Kevin se encuentra en la cárcel, a donde su madre va a visitarle periódicamente. No presenta remordimientos ni arrepentimiento de ningún tipo respecto a la masacre cometida.

· Tienen conocimiento de los usos sociales.

Los psicópatas, y también Kevin, conocen las normas generales que gobiernan la sociedad y se adaptan a ello excepto cuando cometen sus actos de maldad. Por ello, en muchísimos casos, pasan desapercibidos.

· Tienen una personalidad narcisista-sádica.

El narcisismo consiste en atribuirse una desmesurada importancia, atención y admiración hacia sí mismo, mientras que la personalidad sádica disfruta infligiendo sufrimiento y conductas crueles hacia otros.

Esto lo encontramos en los numerosos asesinatos que Kevin lleva a cabo (la mascota de su hermana, su padre y hermana, sus compañeros y profesores), así como todos los actos de violencia (la pérdida del ojo de su hermana) y sometimiento de humillación (a su madre, constantemente).

¿Cómo es Eva?

La psicología de la madre de esta película, aunque no presenta ningún trastorno, también es muy interesante para analizar. Antes de tener a Kevin, su primer hijo, era una exitosa escritora de viajes, que aparca su vida profesional para dedicarse a la crianza.

No puede, por supuesto, sentirse peor y es que son varios los sentimientos que se mezclan en ella: la frustración por el infierno que vive con su hijo, el arrepentimiento por haber dado luz a un monstruo, la soledad de no poder confiar en nadie y de que su marido no la crea y, por último, el dolor más absolutamente agudo de haber perdido a su familia.

También cabe señalar la infinita paciencia y abnegación hacia su hijo, al que sigue visitando en la cárcel a pesar de todo lo que cometido y de que apenas consiga establecer una conversación con él.

Además, se trata de una película que dinamita los mitos asociados a la maternidad como estado ideal de la mujer. Independientemente de la personalidad y actos de su hijo, Eva se arrepiente de haber abandonado su vida profesional y no se siente del todo a gusto con el papel de madre.

¿Habías visto esta película? ¡Esperamos que hayas disfrutado con nuestro pequeño análisis de “Tenemos que hablar de Kevin”.