Cae exmilitar acusado de extorsionar negocios y obras de construcción en San Juan de Lurigancho

El exsargento del Ejército peruano, Marco Antonio Saldaña Sicchia fue capturado por la Policía Nacional del Perú (PNP) con un arma de fuego, más de 280 ketes de pasta básica de cocaína y bolsas de marihuana.

De acuerdo a la PNP, el sujeto se dedicaba a cobrar cupos en establecimientos comerciales, obras de construcción, restaurantes, centros educativos y farmacias, en San Juan de Lurigancho.

Saldaña fue intervenido por integrantes de la Brigada Especial contra el crimen del distrito, cuando estaba caminando por las inmediaciones del paradero 10 de la avenida Las Flores. Las fuerzas del orden tenían la coartada de que el exmilitar tenía planeado cobrar cupos en la zona de Bayóvar.

“Este delincuente en realidad es un tipo muy escurridizo. Sabía que la Policía lo estaba buscando debido a las actividades ilícitas a las que se dedicaba. El operativo estaba debidamente planificado, lograron reducirlo. No utilizó el arma de fuego, ya que el personal intervino de forma oportuna”, contó a Panamericana el coronel Rafael Morón, jefe de la Brigada Especial contra el crimen.

Marco Saldaña, quien sería el líder de ‘Los Fríos de Mariátegui’, ya había ingresado en dos ocasiones al penal de San Pedro por los delitos de robo agravado. El hombre tenía antecedentes por presunto sicariato y denuncias por extorsión, tráfico ilícito de drogas y tenencia ilegal de armas.

“La información obtenida a través de Inteligencia es que este sujeto se dedicaba a extorsionar tanto a las obras de construcción que se ejecutaban en San Juan de Lurigancho, como también a las tiendas, mercados, pollerías, entre otros. Es un ‘tipo rankeado’, tiene dos ingresos al penal, dos antecedentes”, aseveró Morón al mismo medio.

Antes de convertirse en delincuente, el detenido, conocido como ‘Chato Cuadrado’, fue parte del Ejército del Perú, entre 1998 y el 2000. Sin embargo, ahora tendrá que ser procesado por presunto delito de tenencia ilegal de armas de fuego, municiones, extorsión y sicariato.

En un reportaje publicado por Hildebrandt en sus trece, se reveló que el teniente coronel Javier Palacios Chauca, quien fue detenido en 2019 junto a otros seis militares por el robo de 500 mil galones de combustible al Ejército del Perú, valorados en S/3.5 millones, no solo continúa en actividad, sino que además fue ascendido a coronel en octubre del 2023. Palacios incluso se había declarado culpable de integrar la banda criminal ‘Los Tíos del Ejército’, responsable de este gran desfalco.

Palacios Chauca, que dirigía el Batallón de Intendencia N.º 511, es acusado de haber facilitado la venta ilegal de petróleo a través de los grifos del Comando de Educación y Doctrina del Ejército y del Cuartel Hoyos Rubio a un técnico retirado, quien posteriormente revendía el combustible en estaciones de Chorrillos.

Pese a haber estado en prisión preventiva por un año y actualmente contar con comparecencia con restricciones, su promoción se hizo efectiva con el aval del entonces comandante general del Ejército, David Ojeda, ahora jefe del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas (CCFFA). La institución militar justificó su ascenso bajo el principio de presunción de inocencia, al no existir una sentencia firme en su contra.

No obstante, este no es el único caso, ya que se reporta de otro oficial que estaría implicado en actividades ilícitas. Jorge Yánac Chávez, de acuerdo con La República, habría actuado a favor de la contratación de su empresa J.P.Y. Sports SRL en diversas instituciones públicas, incluido el propio Ejército, logrando ingresos por aproximadamente S/ 26,3 millones a través de 115 contratos.

Yánac, en contraste con Palacios, fue retirado del servicio activo a fines de 2017, tras un presunto encubrimiento de su expediente por parte del entonces comandante general Luis Ramos Hume.