Muere Sir Stirling Moss, ‘Mister Carreras’

Para conseguir encasquetarse la corona de campeón del mundo de Fórmula 1 es primordial sortear las averías y los problemas técnicos con la misma destreza que uno pueda demostrar con los rivales. Ahí es donde reside uno de los elementos que explican que Sir Stirling Moss, que falleció este domingo a los 90 años, nunca lograra el ansiado título. Su elevado porcentaje de abandonos, alrededor del 50% de los 66 grandes premios que disputó en los 11 años que participó en el Mundial, entre 1951 y 1961. Eso, y el hecho de coincidir en la pista con una leyenda del automovilismo como Juan Manuel Fangio, con quien llegó a compartir escudería (Mercedes) en 1955 y que terminó convirtiéndose en un gran amigo para él.

Casi todas las especialidades tienen a sus campeones sin corona, y Moss es uno de los más populares de la F1 junto a Gilles Villeneuve. Nacido en West Kensington (Londres) en febrero de 1929, su trayectoria en el Gran Circo fue corta pero intensa. En esos 11 años en los que compitió terminó subcampeón en cuatro ediciones consecutivas (1955-1958), y tercero en las siguientes tres (1959-1961). Corrió con los equipos HWM-Alta, Connaught, Cooper, Maserati, Mercedes, Vanwall, BRM y Lotus. Las 16 victorias, 24 podios, 16 pole position y 19 vueltas rápida son la prueba de su sentido y capacidad para manejar la velocidad. Eso, y los 212 triunfos que cosechó del total de 529 carreras que disputó entre todas las disciplinas. Se dice que, al margen del argentino, solo Jim Clark, con quien coincidió brevemente, estaba a su nivel detrás del volante, circunstancia que le llevó a ser conocido como Mister Motor Racing, algo así como Míster Carreras.

La comparación con El Chueco, de quien fue compañero en Mercedes en 1955, da la razón a quienes consideran que Fangio le superaba en la mayoría de facetas. Y no solo por los cinco títulos sino, sobre todo, por el 4 a 1 a favor del sudamericano en victorias aquella temporada. De hecho, el propio Moss declaró en alguna ocasión que tuvo la sensación de que Fangio le dejó ganar aquella cita en Aintree que le convirtió en el primer británico en imponerse ante su público. Sin embargo, el inglés le superó en la mítica Mille Miglia (1955), una trepidante carrera de 1.600 kilómetros alrededor de Italia a bordo de los deportivos más rápidos de la época. Y lo hizo por casi media hora de margen.

El momento deportivo más amargo de la trayectoria de Moss hay que situarlo indudablemente en 1958, cuando ya retirado Fangio perdió el título por un solo punto ante su compatriota Mike Hawthorn, que se impuso a pesar de ganar menos citas que él (4 a 1 a favor de Moss), pero gracias a la mayor fiabilidad de su Ferrari. Se da la circunstancia de que Hawthorn habría podido perder ese título de no ser por la defensa que recibió por parte de su rival y amigo cuando la organización del Gran Premio de Portugal quiso descalificarle al sospechar que había circulado en dirección prohibida.

A excepción de casos concretos, como el de Fernando Alonso, los pilotos de F1 no se prodigan habitualmente en otras disciplinas una vez dejan el Mundial. Sí lo hizo Moss, que en 1962 –tras un accidente en Goodwood que le dejó un mes en coma y medio paralizado durante seis meses– anunció su retirada. En 2016 estuvo más de 130 días ingresado en un hospital debido a una infección en el pecho que contrajo en Singapur y en enero de 2018 se despidió de la vida pública como consecuencia de su precario estado de salud.