Si algo le ha caracterizado desde que en su adolescencia repartía guías a los turistas que visitaban Disneylandia ha sido su constante deseo de probar cosas nuevas y de no cansarse de cada aventura hasta que lo había conseguido todo. Así Steve Martin fue guionista, luego comediante de stand up, más tarde estrella de cine, para luego probar suerte como dramaturgo, novelista, músico de jazz, directivo de obras de beneficencia, presentador de los Oscar y periodista ocasional, sin quitar tiempo a otra de sus grandes pasiones, la de coleccionista de arte.
Y aunque en la última década le hemos visto poco, quien en sus documentos lleva por nombre Stephen Glenn Martin ha decidido hacer algo diferente, sin que le amedrente en lo más mínimo que hace pocos días cumplió los 76. En efecto, fue él quien convenció a Don Fogelman, el creador de This is Us, quien tiene una compañía productora, para que llevara adelante su proyecto de crear una serie de comedia basada en su idea original, una verdadera rareza en el Hollywood de hoy.
Steve Martin y el grupo Steep Canyon Rangers durante su actuación en el Concierto Anual Candlelight en Costa Mesa, California
Según le explicó a la revista In Style, cuando una década atrás alguien le sugirió que escribiera algo para tres actores mayores, se le ocurrió una idea, pero nunca la concretó. “De pronto me di cuenta, 10 años después, de que tenía la edad para hacer uno de los papeles. Así fue como lo puse en marcha. Se lo propuse a Dan y él se sumó de inmediato. Es que no me di cuenta que era una buena idea hasta que se la conté en voz alta a alguien”, señaló.
Distribuida en Estados Unidos por la plataforma Hulu y en España, entre muchos otros territorios, por Disney+, Solo asesinatos en el edificio marca su debut como protagonista de una serie, ya que si bien ha tenido una presencia destacada a lo largo de los años en el programa de comedia en vivo Saturday Night Live y participó en un episodio de Rockefeller Plaza, solo tuvo una presencia regular en televisión en los inicios de su carrera como comediante, cuando trabajó en programas hoy olvidados como The Smothers Brothers Comedy Hour que presentaban el matrimonio integrado por Sonny Bono y Cher a principios de los setenta.
Steve Martin junto al resto del elenco de la serie
En la serie, Martin interpreta a Charles Haden Savage, un hombre que no podría estar más orgulloso de su pasado como estrella televisiva en los noventa, cuando encarnaba a un detective llamado Brazzos, aunque ya casi nadie se acuerde de él.
Por ahora, eso es todo lo que veremos de él en la pantalla, ya que su único otro proyecto en desarrollo es una adaptación al cine de su novela Un objeto de belleza, que protagonizará Amy Adams, quien es también una de las productoras. Aunque ha dedicado parte de su tiempo antes de la pandemia a realizar giras por Estados Unidos junto a su amigo y colaborador Martin Short, con quien trabaja en la serie, la razón de que se le vea tan poco es muy simple.
En diciembre del 2012 se convirtió en padre de una niña, producto de su segundo matrimonio con la periodista Anne Stringfield, con quien sigue felizmente casado. En el 2016, cuando salió a promocionar su participación en la última película que ha hecho, Billy Lynn de Ang Lee, lo dijo muy claramente: “En este momento de mi vida no me interesa irme por tres meses a filmar una película, porque mi hija me necesita. Las circunstancias tienen que ser las precisas, como en este caso, que había un gran director, un papel que me fascinaba y una gran idea. La verdad es que yo nunca planifiqué nada en mi carrera. Siempre me he dejado llevar por lo que iba apareciendo”.
Martin es también un excelso músico y un soberbio intérprete de banjo, algo que no le genera tanta prensa como su trabajo como actor, sus libros o su faceta de comediante, pero que ciertamente disfruta mucho: “La música siempre fue muy importante en mi vida, no solo porque me encanta tocar sino por lo que le aporta a mi vida social. A mi me encanta que venga gente a mi casa, nos ponemos a improvisar todos juntos y hablamos de muchas cosas. La mayoría de los músicos que conozco son increíblemente brillantes, educados y sofisticados. Disfruto tanto de compartir tiempo con ellos como de mi trabajo en Hollywood o en el arte y el teatro”, señaló en esa entrevista, en la que también habló de otra de sus facetas muy poco conocidas, la de mago: “Es algo que nunca he abandonado, e incluso cuando escribo siempre encuentro un poco de magia en mis historias, o un toque surrealista. El placer de subirme a un escenario y tratar de fascinar a la audiencia no me ha abandonado”, explicó rememorando los tiempos a inicios de la década de los sesenta en que hacía trucos frente a los potenciales compradores en una tienda de magia de Disneylandia.