Los secretos de Kate Winslet: por qué no fue a la premiere de Titanic, el incendio donde conoció a su esposo y qué siente por Leonardo DiCaprio - Infobae

Los secretos de Kate Winslet: por qué no fue a la premiere de Titanic, el incendio donde conoció a su esposo y qué siente por Leonardo DiCaprio

A sus 45 años, la estrella de Titanic alcanzó una nueva cumbre profesional con su actuación en la serie “Mare of Easttown”. Su lucha contra el bullying y los canónes estéticos de Hollywood acompañaron su carrera

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Kate Winslet con su premio Oscar por "The Reader" (Photo by Jon Kopaloff/FilmMagic)
Kate Winslet con su premio Oscar por "The Reader" (Photo by Jon Kopaloff/FilmMagic)

“Siempre me he sentido incómoda en el papel de estrella de cine y nunca he vivido como una”. Tal vez por eso guarde su único premio Oscar en el baño. Después de saltar a la fama con 21 años en Titanic, una de las películas más taquilleras de la historia, Hollywood le abrió las puertas de par en par. Amante de interpretar a mujeres cuyas historias no se han contado en la pantalla, Kate Winslet logró el reconocimiento de sus pares cuando ganó el Oscar por su papel en The Reader (Una pasión secreta). Un rol que originalmente rechazó por problemas de agenda y que Nicole Kidman tomó en su lugar pero luego tuvo que abandonar tras quedar embarazada.

“Me siento muy afortunada de haber llegado desde allí hasta aquí”, afirmó entre lágrimas en su discurso de aceptación del Oscar en 2009. Con la palabra “allí” se refería a Reading, donde sus abuelos maternos fundaron una pequeña compañía de teatro. Sus padres, Roger y Sally, eran actores que tuvieron que desempeñar otros trabajos para subsistir. “Papá necesitó hacer de todo para llevar algo de comer a la mesa”. En aquellos momentos de penurias, Winslet y sus tres hermanos fueron felices. “Vivíamos en una preciosa casa adosada y nos teníamos los unos a los otros. Todavía es así”. En 1985, cuando tenía 10 años, su padre sufrió un accidente en Francia. “Después de aquello no pudo actuar y las cosas se pusieron mucho más difíciles. Su trabajo como actor se volvió más esporádico”. A los 16 años y ya dando sus primeros pasos en la actuación, abandonó los estudios por falta de dinero. “No se trataba de que quisiera alcanzar el éxito, sino de que no quedaba otra opción”.

En 1994, cambió su suerte para siempre cuando se impuso a otras 175 candidatas para el papel de Juliet Hulme en “Criaturas celestiales”, una película del realizador Peter Jackson sobre un famoso caso de asesinato ocurrido 40 años antes en Nueva Zelanda. En la siguiente película, “Sensatez y sentimientos” (1995), dio nuevas muestras de su gran talento y versatilidad que llevó a Kenneth Branagh –que la dirigió en “Hamlet” (1996), en el papel de Ofelia– a exclamar: “No sé cuánto hay de talento y cuánto de intuición en lo que logra, pero es malditamente buena en todo lo que hace”. Y en 1997 llegó el guión de “Titanic”. Cuando llegó a Los Ángeles, descubrió la parte más despreciable del negocio. “Aunque también hay personas valiosas y genuinas. Hollywood es un sitio muy irreal”.

Kate Winslet en la premiere de "Iris"
Kate Winslet en la premiere de "Iris"

Casada tres veces y madre de tres hijos, la intérprete inglesa siempre ha buscado balancear su vida profesional y la personal. Ha sido determinante que su carrera encaje con su vida familiar. No le interesa nada la frivolidad entorno a su trabajo. La idea de carrera que tiene desde siempre es exactamente lo contrario de convertirse en una estrella. No se la creyó porque siempre supo que lo suyo era actuar eligiendo sus proyectos sin pensar en otra conveniencia que la de sentirse libre. Sin pelos en la lengua, ella dicta su camino.

Su talento y ambición la llevaron a ser una de las mejores de su generación. Con su último trabajo en la pantalla chica, la serie “Mare of Easttown” de la cadena HBO, ya es una firme candidata en la próxima temporada de premios por su honesta e impecable actuación.

Sin filtro

Kate Winslet en una sesión fotográfica en 1996
Kate Winslet en una sesión fotográfica en 1996

A los 45 años, Kate Winslet ya no está dispuesta a seguir aceptando las reglas que impone Hollywood sobre cuerpos perfectos y eterna juventud. Así lo dejó en claro en “Mare of Easttown”, donde la actriz interpreta a la detective Mare Sheehan de una pequeña ciudad de Pensilvania que investiga un asesinato local en un momento en que su propia vida se desmorona a su alrededor.

Recientemente en una entrevista otorgada al New York Times, la actriz británica aseguró que exigió a la producción y al director, Craig Zobel, que no retocaran las imperfecciones de su físico y mostraran a su personaje como una mujer real. Por ese motivo, cuando Zobel propuso editar parte de su panza en una escena de sexo, ella se negó rotundamente. “¡Ni se te ocurra!”, le contestó. Tras este reclamo, la actriz no se quedó allí y fue por más.

Además de este encontronazo con el director, Winslet también se mostró muy molesta con los carteles promocionales de la serie porque su foto estaba demasiado editada para su gusto. “Me decían ‘Kate, en serio, no puedes’, y yo les dije: ‘Chicos, sé cuántas patas de gallo tengo en cada ojo, por favor devuélvanlas todas’”, declaró la actriz.

Evitó el make-up excesivo -incluso, la mayoría de las escenas son sin maquillaje- y sugirió que se mantengan sus canas y las raíces sin teñir. En cuanto a la ropa solicitó verse como cualquier mujer corriente y pidió que la iluminación mostrara su piel apagada, sin brillo.

Todos sus pedidos tenían un objetivo claro: el público se sentiría identificado con su personaje. “Interpreté a Mare como la mujer de mediana edad que soy. Es una mujer imperfecta y en pleno funcionamiento, con un cuerpo y un rostro que se mueven de una manera que es sinónimo de su edad, su vida y de dónde viene. Creo que estábamos un poco hambrientos de eso”, explicó la actriz británica, que le dio muchas vueltas a este papel, incluso hasta el punto de asegurar que ha sido el más exigente de su carrera.

En Mare of Easttown, su última serie, realiza una actuación sublime que anticipa muchos premios
En Mare of Easttown, su última serie, realiza una actuación sublime que anticipa muchos premios

Winslet ha decidido plantar cara a la tiranía de Hollywood, que eleva la delgadez a sinónimo de cuerpo perfecto. Ella lo padecía en pleno éxito de “Titanic”. Su físico era cuestionado en los medios. Eso la llevó a sentir vergüenza, a estar 12 años sin subirse a una balanza y lo que es peor a plantearse abandonar el cine. “Recuerdo sentirme tremendamente acosada por la prensa, hostigada de una manera horrenda. Especulaban con qué dietas hacía, cuánto pesaba...”, recordaba la actriz sobre aquella época en una reciente entrevista.

“En algún momento pensé que debía replantearme lo de la actuación, pero al mismo tiempo era mi pasión, lo que me hacía feliz. Nada de lo que se decía podía robarme la felicidad que sentía, así que no me quedó otra que hacerme fuerte para poder seguir”, señaló.

De niña tampoco la tuvo fácil. Winslet empezó estudiar interpretación en la Escuela Redroos en Maidenhead con apenas 11 años. A la vez, cursaba sus estudios en una escuela religiosa, donde ofrecía para los distintos actos. A temprana edad tuvo que lidiar con la crítica desmedida. Era apenas una nena y sus compañeros se burlaban de ella, le hacían bullying por su peso. En 2017 se refirió a lo que pasó en su niñez en un discurso que brindó en Londres sobre acoso escolar en el marco del evento WE Day Uk.

“Me llamaban Blubber (grasa de ballena). Se reían de mí porque quería ser actriz. Me encerraban en un armario y se burlaban”, recordó sobre lo que vivió en su edad escolar, pero tampoco dejó afuera de esto a sus profesores de teatro: “No era la más linda y me decían todo el tiempo que quizá me podía ir bien si hacía papeles de chica gorda”.

La escuela de actuación a la que asistía también funcionaba como audición para obras menores de teatros de Londres. Sin embargo, a Kate nunca la elegían, y no por su capacidad. “Me decían que no había posibilidades para mí porque no era lo que estaban buscando, que tal vez más adelante, si aparecían papeles de chicas gordas. Eso me empezó a generar desconfianza en mí misma. Esa falta de amabilidad me hacía sentir horrenda”.

Winslet, durante una gala en Londres (EFE)
Winslet, durante una gala en Londres (EFE)

Pero Winslet fue capaz de bloquear las ofensas y siguió persiguiendo su pasión. “Es posible superar los miedos. Aprendí a aceptar mis defectos, a no disculparme por lo que soy. Cavé profundo y decidí que simplemente no escucharía cuando dijeron que mi cuerpo no encajaba. Tuve que creer en mí misma y trabajar duro. Tienes que ser indestructible para hacer lo que amas y creer que lo vales. Y a veces esa es la parte más difícil “

Cuando ganó un BAFTA por su papel en la película biográfica de Steve Jobs, la actriz le dijo a los reporteros en el backstage: “Entonces, lo que tengo ganas de decir en esos momentos es: a cualquier mujer joven que alguna vez haya sido humillada por un maestro, por un amigo o incluso por un padre, simplemente no escuches nada de eso, porque eso es lo que hice. No escuché, seguí adelante y superé mis miedos e inseguridades”.

La mirada despiadada del otro fue determinante . Ha estado siete veces nominada al Oscar, ganó cuatro Globos de Oro, tres premios BAFTA, y un Emmy.

Desamores hasta encontrar el gran amor

Kate Winslet y Jim Threapleton (Foto: Getty Images)
Kate Winslet y Jim Threapleton (Foto: Getty Images)

Cuando era una adolescente de 15 años, durante el rodaje de la serie de televisión británica “Dark Season”, se enamoró del actor y escritor inglés Stephen Tredre, doce años mayor que ella. Tras una relación de casi cinco años, que finalizaría en 1995, la ex pareja mantuvo una estrecha amistad que duraría hasta la prematura muerte del intérprete a causa de un cáncer de huesos dos años después. Desconsolada, la actriz tuvo que decidir entre asistir a la premiere de “Titanic” en Los Ángeles o estar presente en el funeral de Tredre. A los que trataban de convencerla diciéndole que él hubiera querido que disfrutara ese gran día, les contestaba: “No quiero ir a una fiesta sino a despedirme del hombre que amé”. Ella eligió quedarse en Inglaterra para estar a su lado. “Después de mi familia, él fue la persona más importante en mi vida”, afirmó en una entrevista con la revista Rolling Stone en 1998.

De vuelta en el rodaje de “El viaje de Julia”, Winslet recibió lo que ella define como el último regalo de Stephen: un día, trabajando bajo el sol enceguecedor de Marruecos, miró del otro lado de las cámaras y se encontró con otros ojos. “Cuando lo vi, me dije: ‘Oh, Dios mío, es Él’. En ese instante, supe lo que iba a suceder. Sucedió, claro, y a los tres meses me pidió que nos casáramos”. A los 23 años y en la cima de su carrera, la actriz contrajo matrimonio con el asistente de dirección Jim Threapleton en 1998 y, fruto de esa relación, nacería Mia Honey, quien hoy, con 20 años, da sus primeros pasos en el mundo de la actuación.

En 2001, dos años después, estaban divorciados. Se dijo que él no soportaba el éxito de su esposa, pero la realidad es que nadie supo con exactitud qué sucedió entre ellos gracias al gran trabajo de Winslet para mantener los “trapos sucios” en privado y lejos de la prensa: “Nadie sabe realmente lo que ha sucedido en mi vida. Estoy orgullosa de esos silencios”.

Volvió a casarse en 2003 con el reconocido director Sam Mendes y en ese año tuvieron a Joe; pero todo terminó en 2010 en medio de fuertes rumores sobre un romance entre el cineasta y la actriz Rebecca Hall, conocida por “Vicky Cristina Barcelona”, de Woody Allen.

Kate Winslet y su ex esposo Sam Mendes (Photo by KMazur/WireImage)
Kate Winslet y su ex esposo Sam Mendes (Photo by KMazur/WireImage)

Dos años más tarde llegaría de nuevo el amor para la actriz junto al sobrino del multimillonario Richard Branson, el músico Edward Abel Smith, cuyo nombre reemplazó por Ned Rocknroll hasta 2019. La historia de su primer encuentro tiene todos los ingredientes de una película de Hollywood. Winslet se encontraba de vacaciones en la isla privada del magnate británico junto a sus dos hijos y su pareja de entonces, el modelo Louis Dowler, cuando un voraz incendio los despertó en medio de la madrugada. La ganadora de un Oscar no dudó en tomar a la madre de Branson en brazos para alejarla del fuego. El incidente aterrador la acercó a Smith. Winslet contó que agarró “un sostén y pasaportes y mis hijos” en el medio del caos, luego vio a Smith como “el único tipo que tenía una linterna en la cabeza y un par de zapatos, todos los demás dejaron todo atrás”. Winslet bromeó diciendo que más tarde se casó con Smith porque “Yo estaba como, ‘¡Iré por el tipo con una linterna frontal!’”.

“Nunca olvidaré a Richard rodeando con sus brazos a mis dos hijos mientras mirábamos absortos las llamas”, recordaba la actriz. “Nos dijo: ‘Al final del día, te das cuenta de que lo único que importa es la gente que amas. Todo lo demás son solo cosas menores’”.

Ned Rocknroll y Kate Winslet (Getty Images)
Ned Rocknroll y Kate Winslet (Getty Images)

Poco después del incendio, Ned y Kate comenzaron una relación. Se casaron en secreto en 2012 y un año después Kate dio a luz a su hijo menor, Bear Blaze, que lleva el apellido de la actriz. “Es un padre amo de casa, afirmaba la actriz en una reciente entrevista con The New York Times sobre su esposo. “Él nos cuida a todos, especialmente a mí. Es un compañero de vida absolutamente extraordinario. Soy tan, tan, tan afortunada”.

“Para ser un hombre que padece una dislexia severa, como la que tiene, es maravilloso ayudándome a pasar mis líneas. Para él es muy difícil leer en voz alta, pero de todas maneras lo hace por mí”, reveló. Durante la entrevista, la actriz aseguró que su actual esposo no estaba en busca del amor cuando la conoció. “Él no planeaba conocer a alguien o casarse con una mujer que tiene una vida tan pública, lo que implica ser juzgado constantemente, pero lo maneja bien”. Y además contó que su marido añadió Winslet a su nombre.

Leonardo DiCaprio: la historia de una amistad

La noche que Leonardo DiCaprio ganó el Oscar. A su lado, Kate Winslet (Getty Images)
La noche que Leonardo DiCaprio ganó el Oscar. A su lado, Kate Winslet (Getty Images)

La mayoría de las veces, el amor y la amistad en Hollywood no duran mucho, pero la relación entre Leonardo DiCaprio y Kate Winslet ha perdurado décadas. Aunque los dos ya habían estado en varias películas, nada pudo prepararlos para el éxito instantáneo de Titanic, que batió todos los récords cinematográficos. En 1996, ella tenía 21 años y él 22. Su conexión en el rodaje resistió la prueba del tiempo y los convirtió en la guía del otro. Dicen que saben todo lo que hay que saber el uno del otro. Son inseparables desde hace 25 años.

Tiempo atrás, Winslet relató cómo fue trabajar con DiCaprio baja las órdenes de James Cameron: “Para Leo y para mí, fueron siete meses de trabajo muy intenso. Ambos éramos realmente muy jóvenes”. La historia de amor entre Rose y Jack a bordo del Titanic nunca los confundió. No intentaron algo más. “Creo que la razón por la que la amistad funciona es porque nunca hubo nada romántico. Nunca nos gustamos. Sé que es realmente decepcionante escucharlo. Lo siento, pero es la verdad”, dijo ante las cámaras.

Cuando ella y DiCaprio se reunieron para trabajar juntos en “Revolutionary Road”, bajo las órdenes de Sam Mendes, DiCaprio le regaló a Winslet un anillo como símbolo de su amistad con una dedicatoria especial, que la actriz lo mantiene en secreto. Y cuando Kate ganó el Globo de Oro en 2009 a mejor actriz por su interpretación en “Revolutionary Road”, dedicó su discurso a Leo. “Te amo con todo mi corazón”, le dijo entre lágrimas. Cuando anunciaron que era la ganadora, la primera persona a la que abrazó fue Leo, no a su marido. Cuando murió la madre de la actriz por cáncer, fue Leo quien estuvo a su lado. En el 2016, DiCaprio finalmente ganó su primer Oscar y Kate estuvo ahí apoyándolo en primera fila. De hecho, se hizo viral su gran emoción cuando subió al escenario a recibir su premio.

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