Singapore Sling

”Singapore Sling” es impactante y sorprendente. A medio camino entre el porno soft-core y el gore más asqueroso, rodada en un perturbador blanco y negro y con una ambientación gótica y decadente hasta la exageración, incluyendo unos vestuarios muy bien elegidos, “Singapore Sling” se queda sin embargo a un paso del olimpo cuando la analizamos con cierta distancia.

Su puesta en escena y su uso de recursos es brillante, empezando por la larga secuencia inicial del terrorífico enterramiento y siguiendo con las roturas de la cuarta pared en las que la protagonista nos cuenta con naturalidad y mirándonos a los ojos su retorcida y tremenda historia. Tiene secuencias fantásticas, mi favorita esa cena pantagruélica en la que madre e hija compiten por engullir de la forma más asquerosa, o las masturbaciones compulsivas de la hija (estupenda actuación de Meredyth Herold, que consigue que nos creamos un personaje francamente inverosímil). La historia se sostiene, aunque con lagunas, y el final está muy bien resuelto.

¿Que le falta pues a esta obra de Nikos Nikolaidis para ganarse el apelativo de obra maestra?

Le falta originalidad en la ambientación, demasiado cercana a la “Laura” de Premminger, le falta profundidad en los personajes, planos en su degenerada psicopatía, y le falta esa vuelta de tuerca que implica al espectador y convierte el visionado en algo más que una contemplación pasiva.

Es transgresora, sí, y repasa descarnada y explícitamente una larga lista de fetichismos y prácticas degeneradas, pero no mucho más larga de la que se encuentra en cualquier web de porno generalista, con alguna excepción que sí traspasa la raya y que no voy a detallar aquí.

Quizá lo mejor que se puede sacar de esta pieza singular es el estupendo análisis de Mikela Fotiou, "Monstrous Women and the Subversion of Patriarchy in Nikos Nikolaidis’s Films Singapore Sling and See You in Hell, My Darling", presentado en la 9a sesión de la 6a Conferencia "Evil, Women and the Feminine”, Lisboa, 2014.

Fotiu hace un análisis desde el punto de vista de la subversión del patriarcado realmente rico y certero, y que da a la película un valor añadido inesperado cuando descubrimos que los perversos comportamientos de los protagonistas no son más que un grotesco reflejo de las relaciones familiares tradicionales… ¿escribió Nikolaidis el guión ya con esta idea subyacente, o simplemente le salió así como consecuencia natural de su subconsciente patriarcal…?

Recomiendo mucho leer el artículo de Fotiu después de ver la película, es un buen remate tras una visión perturbadora y repugnante a ratos, pero a la vez fascinante. Y por cierto, ¿que hace una película como ésta colgada completa en YouTube, gratis y en alta resolución? Da que pensar…

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'Singapore Sling' es una pequeña joya, una obra maestra que no ha podido sobrevivir en condiciones dignas al paso del tiempo. Una película de finales de los 80 en la que se hablan 3 idiomas distintos, con fotografía en blanco y negro, con escenas de sexo con vómitos, con protagonistas perturbados y perturbadores,... No conozco otra película igual de esa época, con una calidad tan mimada.

Esta película se merecía la versión porno hardcore, pero con el código moral imperante en la pornografía, hubiese sido imposible conseguir distribuirla si se hubiese rodado. Para empezar, en ninguna película porno puede obligarse a una persona a tener sexo sin su consentimiento.

En ciertos aspectos, se parece mucho al clásico 'Arsénico por compasión'.

Pese a que el paso del tiempo la ha desmerecido, sigue siendo muy disfrutable.

En lo personal pienso que este tipo de historias rara vez son bien recibidas por verlas con el prejuicio por delante, ya que abordan temas que pueden resultar incómodos para algunas personas por lo grotesco de su contenido. Ahora bien, puede o no gustarte en sí de lo que se habla o muestra en la película, pero cosa muy distinta es la calidad de la misma. Sin ser un experto en cuestiones técnicas, poco o nada me gusta hablar de ello, creo que la calidad artíistica es muy alta en todos los aspectos y ese blanco y negro aumenta la sensación en cuanto a la perversidad, el sadismo y lo perturbador que se busca crear. El director consigue lo que plantea al dar ese grado de realismo a las brutales secuencias y en todo momento provoca sensaciones varias sin dejar de lado la magnífica puesta en escena.
En fin, nunca está de más decir que a quien le disgusten las filias, las fobias y las manias llevadas al extremo puede pasar de verla, y a quien le interese el cine sin complejos esta interesante propuesta es ideal para poner a prueba el criterio.