Silent Night llega a las salas de cine de la mano de Vértice 360 tras triunfar en el Festival de Cine de Sitges de 2021, donde se llevó el premio del público así como el de mejor guion. AVISO: Esta es una película que se disfruta más cuanto menos sepas de ella, este artículo contiene SPOILERS, por lo que si no la has visto es mejor que lo hagas antes de leerla.
Silent Night nos presenta a Nell (interpretada por Keira Knightley), esposa de Simon (interpretado por Matthew Goode) y madre de tres hijos (uno de ellos interpretado magníficamente por Roman Griffin Davis), juntos, viven los cinco en una finca en el campo. La película comienza con la familia preparando una importante cena, así como presentando a los invitados que, en distintos coches, van llegando a la finca. Tres parejas, una de ellas con una repelente hija, terminan llegando a la casa de Nell para la intrigante fiesta, pero ¿qué se celebra?
La respuesta: El fin del mundo
Y es que, bajo la fachada de película de sobremesa, la cinta va entretejiendo enrevesadas relaciones entre los personajes, pero, sobre todo, entre estos y la situación que el mundo vive. La Tierra se está vengando de la humanidad, tras décadas de avisos sobre el cambio climático, el planeta ha comenzado a expulsar una gran nube de gas tóxico que amenaza con cubrir toda la superficie matando a todo ser vivo que encuentre a su paso de una forma extremadamente dolorosa.
La solución: Ninguna
La única medida que han tomado los gobiernos ha sido repartir una pastilla entre los ciudadanos (no a aquellos que considera ilegales) que proporcione una muerte indolora, evitando así la agonía que produciría la inhalación del gas tóxico. Esto, más allá de contribuir enormemente a la comedia negra que intenta ser la cinta, muestra la temática de la misma. La película es una continua alegoría del cambio climático, cómo, aún viendo un peligro inminente y mortal, nos terminamos decantando por la inacción y el conformismo.
Creo que necesario señalar que el guion de la cinta se escribió antes de que diera comienzo la pandemia de COVID-19 que ha marcado los dos últimos años. Y es que podemos encontrar numerosas similitudes entre lo que presenta la película y lo que hemos tenido que vivir. En esta categoría de películas que parecen premonitorias de nuestra situación actual, creo que hay que destacar a Silent Night por encima de otras como No mires arriba ya que donde esta última caía en el absurdo y llegaba a parecer ridícula, Silent Night ahonda en la miseria y transmite una compleja sensación de desasosiego al espectador.
«Esas pilas van a durar más que nosotros»
¿Una película sobre el escepticismo?
Sin embargo, la cinta no solo habla del calentamiento global, este análisis sería demasiado superficial. Comentando con otras personas que también habían visto el filme, algunas señalaban que la película hablaba sobre el escepticismo, sobre rechazar la versión oficial y buscar las respuestas por uno mismo. De todos los asistente a la fiesta, solo dos se cuestionan la información que reciben a través de los medios y buscan otras alternativas, el resto aceptan su fatal destino y caen en el hedonismo, regalando juguetes con los que no van a poder jugar o comprándose ropa que no van a poder vestir más de una noche.
Una película sobre la muerte digna
Pese a que esta visión pueda parecer acertada, creo que simplemente es una segunda capa en la temática que la película trata de explorar. En mi opinión, el verdadero tema de la cinta es la muerte digna. Continuamente se nos está hablando de tomar la pastilla, que no es más que un suicidio, sin embargo, esta pastilla se toma para evitar un sufrimiento mayor, lo que convierte este suicidio en una posible eutanasia.
La película se plantea en qué casos está verdaderamente justificada la eutanasia o el suicidio, ¿y si el sufrimiento no tanto cómo dicen?, ¿y si hay una vida después de la depresión o la ansiedad? (representada en la cinta como la nube de gas). Podemos ver cómo la cinta trata incluso el tema del aborto como otra forma elegida de finalización de la vida cuando uno de los personajes revela estar embarazada y rechaza por ello la pastilla.
Otro aspecto de esta temática que trata la cinta es la diferencia de clases, cómo, pese a que la muerte nos llegue por igual a todos, aquellos con menos recursos, aquellos que no han podido vivir una vida digna, tampoco pueden permitirse una muerte digna, ya que no existen para el estado y por tanto éste no se va a preocupar por ellos. Por último, también se debate en la película si nuestros mayores, tras una larga vida, merecen seguir viviendo o si, por el contario, ya han vivido suficiente y no deberíamos preocuparnos por ellos o por alargar su estancia en la Tierra.
El final de Silent Night
Esta visión de la película, queda reforzada al final de la misma, cuando el personaje interpretado por Roman Griffin Davis, el único que decide no tomar la pastilla, es el único que sobrevive a la noche pese a respirar la nube de gas tóxico, demostrando que tenía razón al resistirse a seguir a la multitud. Sin embargo, ¿de qué le sirve?, se encuentra solo en el mundo. Y es que lo importante no radica en tener razón y salvarse, si no en salvar a todo el mundo, a todo aquel que crea que es necesario morirse para esquivar el dolor.
En resumen
Esta cinta abarca muchos temas, todos ellos complejos, y lo hace de una manera maravillosa, enmascarada de humor negro y con unas grandes actuaciones. La película logra sembrar en el espectador una gran sensación de desesperanza y desasosiego y lo hace de una forma muy inteligente, mediante la intriga. Sin duda no se trata de una película fácil de digerir, es incómoda y genera un gran malestar, pero también logra que el espectador se haga muchas preguntas y le hace pensar, lo cual no es fácil de conseguir a día de hoy.
