Shooter: El tirador

Entretenimiento: hasta prácticamente la primera hora de película.

Chunguerío: entonces, al final, Mel Gibson coge una bandera en el Congreso y se la clava a un Senador...espera, ¿esto es de los Simpson?.

Chunguerío: otra vez Morgan Freeman... perdón, esta vez Danny Glover, el negro listo pero cabrón, militar o policía, que seguramente muere o acaba mal, y que está de vueltas de la vida.

Chunguerío: la banderita siempre, apestoso tufillo patriótico.

Chunguerío: nos preocupa África, cómo se han pasado con los de África; en nombre de la democracia, merecen morir.

Entretenimiento/chunguerío: Walhberg, un claro oscuro.

Entretenimiento: nene, no andes jodiendo con la historia de los yankies otra vez, no te gustan las banderas, pues cambia de canal.

Chunguerío: en Taxi Driver no tenías dudas de que Travis era un enfermo; aquí el espectador -"medio"-, debe de pensar que Walhberg es un héroe; perspectivas de la violencia.

Chunguerío: que te quede bien claro: han jodido a africanos inocentes, y eso me preocupa, le preocupa a nuestro público, por lo que merecen morir.

Chunguerío: ¿que trivializo el asunto?...

Chunguerío: dos horas, mucho.

Admito que a priori esperaba poco o nada de "Shooter", ya solo el título y su protagonista me auguraban un largo de acción sin ton ni son y perezosos paseos por lugares comunes. Sin embargo me ha supuesto una experiencia cinematográfica más magnética de lo esperado (y lo digo sin ser especialmente fan de este género de tiroteos y persecuciones por doquier) pues, sin llegar a las cotas excelentes de largos como "La jungla de cristal" (1988) o la trilogía de Paul Greengrass de Jason Bourne (films que traspasan géneros gracias a su mimo y su puntería... valga la redundancia), "Shooter" no se conforma con ser una cinta marrullera cuyo argumento es tan endeble que no sirve ni como excusa para sus escenas de acción (es decir, que estamos ante algo muy superior a cintas como "Speed 2" (1997), "V3nganza" (2015), "Indomable" (2012), "La fría luz del día" (2012) o "La jungla: un buen día para morir" (2013)) y está el mismo nivel de eficaz, robusto y egregio entretenimiento que films como "La jungla 2" (1990), "Green Zone" (2010), "Skyfall" (2012), "El francotirador" (2014), "El legado de Bourne" (2012) o "Venganza" (2008).

La trama es usual, eso es bastante evidente durante y tras su visionado (un protagonista patriota (Mark Wahlberg), infalible a la hora de disparar, se ve metido en un embrollo cuando es la cabeza de turco de una conspiración. Y así, mientras trata de demostrar su inocencia, va ejecutando su venganza personal contra los malvados poderosos que han manchado su nombre), pero aún así discurre con mayor precisión, progreso y agilidad que otros complots contra los héroes de acción (me vienen a la mente "La sombra de la sospecha" (2006), la saga de "Jack Reacher" o "La trama" (2013) con el mismo Wahlberg en un papel muy similar. Films que viajaron por esta propuesta con mayor infantilismo, torpeza, divagación y nadería). Y es que la cinta es consciente de su pasajero propósito y nos transporta a su trama tocando las teclas justas para atrapar (que hay situaciones absurdas es una obviedad (la malvada organización esa una malvada organización y punto, los cuerpos policiales no se enteran de la misa la media salvo el protagonista y su compañero, etc.), sin embargo esos momentos que hacen arquear la ceja no se aportan con insistencia), ofreciendo el preciso pulso dramático (revisto... pero tan jugoso y capaz como acostumbra esta temática de llanero solitario contra las injusticias de los estamentos poderosos y amorales) y la evolución despierta y diligente necesarias para atrapar con deleite. Y, si bien la trama transita de forma estilizada y enérgica, los personajes son unidimensionales.

Y es por ello que la labor actoral complementa estas carencias del guión con un reparto notable (Wahlberg está completamente curtido en este tipo de papeles poco exigentes a nivel interpretativo (otro tema es el nivel físico) y dota a su personaje de la naturalidad y viveza adecuadas. Pero es que le acompañan nombres tan reseñables como Michael Peña, Ned Beatty, Tate Donovan o Danny Glover, todos ellos ensalzan sus roles de manual con una cercanía y un carisma agradecidos.

La puesta en escena de Fuqua es formidable y grandiosa (no es algo de extrañar del director de "Training Day" (2001) o "Redención" (2015), pues el de Pittsburgh solo se ha movido por el cine de acción... con films buenos y malos dependiendo del guión que tenga entre manos y los actores con los que cuente frente a la pantalla, pero siempre con un nivel considerable en su realización), sin un solo plano errado, con unos innatos y co-participes planos medios que nos muestran la estilizada acción, y con una edición habilidosa, enérgica y cargada de garra. Por su parte, la fotografía y la banda sonora poseen un nivel aceptable que no molesta en la audiencia pero que tampoco realza el relato.

Así que en su conjunto nos encontramos con una cinta palomitera de acción suculenta y gustosa, que logra encandilar rápidamente y con solvencia cumpliendo su misión de hacer pasar un rato de recreo y evasión pasajera. Lógicamente esta historia nunca llega a pulirse con esmero, ni parece que tampoco lo pretenda, y por ello no nos da un "La jungla de cristal" o un "El mito de Bourne" (2004), pero como blockbuster es suficientemente avispado y fastuoso para agarrar el espectador y para destacarse por encima de la media habitual. Recomendable a todo público adulto en general, y al aficionado al cine de tiroteos, persecuciones y explosiones en particular. Es lo mejor de Fuqua tras "Training Day" y "Redención".

Lo mejor: Me quedo con a dirección de Fuqua.
Lo peor: Que el guión pudo elaborar con mayores aristas y hondanadas a sus personajes más allá del tópico que nos exponen.

Típica peli de acción con corruptelas políticas de por medio, la bandera de EEUU ondeando al fondo y un héroe que nos salvará a todos. Aquí la clave está en el héroe, que sea guay, y Mark mola. El cabrón está cuadrado, creo que se levanta a las 4 de la mañana todos los días para rezar un padre nuestro y bajar al sótano a levantar pesas y hacer flexiones, y con esa pinta de americano de pura cepa de 30-40 borda este tipo de papeles.

Aquí la historia va de uno que tiene una puntería disparando de la virgen (calcula el viento, la lluvia, el peso de la bala, el sudor de la gente...) al que unos capullos le hacen la 13-14 intentando hacer de él un nuevo Lee Harvey Oswald... pero este pollo resultó ser el todopoderoso Mark Wahlberg, y claro, se cagan vivos.

Reconociendo que se trata de una cinta que ofrece algo muy típico (porque lo es), también hay que admitir que aquello que presenta está realmente bien realizado. Y hablo refiriéndome a todo, pues desde el inicio hasta el final cada detalle deslumbra, lo cual habla muy a favor del trabajo de esta producción. Ya sé que los temas del patriotismo y de las conspiraciones no son nada nuevos, ¿y?, ¿acaso por ese detalle este filme se va a disfrutar menos?, yo diría que no, para nada. ¿Qué tiene poca acción?, bueno, es un thriller después de todo, y aun así cuenta con escenas llenas de adrenalina, ¿qué gracia tiene estar todo el rato con disparos y explosiones?, para eso ya tenemos la saga de Transformers, a la cual respeto y mucho a pesar de las críticas tan crueles de algunos. Shooter es una película disfrutable para los amantes de cualquiera de los 2 géneros que abarca (thriller y acción). Así que si no te gusta ninguno de ellos, mejor no la veas, ya que perderás el tiempo. El argumento nos regala situaciones que son bastante intensas, y que están muy bien hechas, por cierto. El ritmo del metraje no puede ser más llevadero para el espectador, y de este modo consigue que sus 124 minutos pasen de manera rapidísima, algo que siempre es de agradecer. Recordemos que no es cine filosófico, sino de entretenimiento, y su función la cumple sobradamente. Luego, está el mensaje anticorrupción que se lanza a los 4 vientos y sin prejuicios, cosa que por supuesto aplaudo porque, por desgracia, refleja bien la realidad de la clase política. Respecto a las actuaciones, son eficientes sin más, aunque cabe decir que cada interprete encaja como anillo al dedo en el personaje que encarna. Dicho esto, destaco los papeles de Kate Mara y Michael Peña como secundarios bien aprovechados. Poco más que añadir, un buen producto si lo que quieres es entretenerte mediante tensión y venganza.

Siendo zurdo como él solo, choca ver a Mark Wahlberg disparando a troche y moche con la mano derecha al principio de la película. También verlo con esa coleta rara, que le hace parecer una vendedora de romero.
SHOOTER tiene un arranque máximo, a pesar de las similitudes con otras historias. Tiene, además, paisajes hermosos, al siempre competente Danny Glover y a Elias Koteas, que hace lo que puede. También a las bellas Kate Mara y Rhona Mitra, a Rade Serbedzija y a Ned Beatty, que será por los siglos de los siglos el acólito torpe de Lex Luthor.
Antoine Fuqua es un director capaz. Poseedor del secreto del ritmo trepidante y la violencia justa, nada más le falta eliminar estridencias, cámaras lentas y a algunos personajes que emergen de entre la bruma. Quizá sea SHOOTER su obra grande.
Es inevitable pensar en Lee Harvey Oswald, viendo SHOOTER, en lo más alto del almacén de libros. Y en todos aquellos que buscando ganar el mundo perdiendo sus almas ponen a los pies de los caballos a no sé cuántos corderos disfrazados de lobos. O de vendedoras de romero.
Buen disparo de Fuqua, que donde puso el ojo puso la bala.