El método Williams (2021), de Reinaldo Marcus Green

Richard Williams, casado con Brandy, tiene cinco hijas, y ambos se desviven por ellas al criarlas en Compton, California, con el deseo de darles un futuro prometedor, lejos de los peligros que acechan en las calles, bandas, drogas, etcétera. Para dos de ellas, Venus y Serena, el padre tiene un plan, convertirlas en las mejores tenistas del mundo. Meta osada, pues en el deporte de la raqueta no dominan para nada los jugadores negros, y él, a pesar de su tesón incansable, no es un profesional. Pero se pone a ello desde que tienen corta edad, y conseguirá llamar la atención de entrenadores profesionales del nivel de Paul Cohen y Rick Macci. Eso sí, quien quiera preparar a sus hijas, deberá aceptar sus reglas, entre las que se encuentra una fundamental para un buen padre: que nos les roben la infancia ni la inocencia.

Reinaldo Marcus Green, director de documentales y cintas de ficción basadas en hechos reales, maneja un guión del novato Zach Baylin, para entregar una película positiva y aleccionadora basada en hechos tenísticos reales, que ha contado con el respaldo de la familia Williams, y que tiene entre sus productores a Will Smith, que asume el papel principal del progenitor, con el que logra hacer recordar al espectador lo buen actor que es. Aunque el tono es cercano a la hagiografía, no se esquivan las acusaciones recibidas a Richard Williams de jugar en exceso a ser un “showman” egocéntrico a la hora de manejar la carrera deportiva de sus hijas.

Pero sin duda lo que más se quiere subrayar es la unidad familiar, a pesar de las diferencias que a veces se producen. La dura disciplina que el padre impone a sus cinco hijas, las conversaciones del matrimonio en que ella le pone en su sitio a él, las conversaciones entre padre, y una y otra hija. Está también el momento de invitar a la madurez a Venus, la invitación a que ella empiece a tomar decisiones por su cuenta, y lecciones sobre la importancia de un contrato, de una victoria, de una derrota, y de lo que representa para sus fans. Por supuesto, hay escenas deportivas, de entrenamiento, y también de partidos, entre otros uno que le enfrentó por primera vez a la entonces número uno del mundo, Arantxa Sánchez Vicario.

Hay acierto en la selección del completo reparto, desconocidas en el caso de las actrices afroamericanas, donde lo hacen especialmente bien Aunjanue Ellis y Saniyya Sidney, ya con cierto bagaje a sus espaldas, y los habituales secundarios Tony Goldwyn y Jon Bernthal.