El fútbol como herramienta de inclusión

El fútbol es una poderosa herramienta para ayudar a los jóvenes refugiados a afrontar el trauma de dejar sus hogares y empezar de nuevo en un nuevo país, donde casi nada les resulta familiar. Excepto, quizás, el deporte rey.

Esto me quedó claro con colores vivos en el último evento al que asistí antes del cierre del Reino Unido en marzo; una sesión de entrenamiento de fútbol para refugiados en el Craven Cottage del Fulham FC, organizada por Hammersmith & Fulham Council, la organización benéfica para refugiados Safe Passage y las fundaciones Chelsea y Fulham.

Esa noche fue, para mí personalmente, un momento destacado de los años de campaña en favor de los niños refugiados. Los niños refugiados bajo el cuidado de H&F pudieron caminar sobre el césped sagrado del estadio del Fulham, entrenar con los focos y la música sonando y conocer a mi héroe personal, Gary Lineker, que vino a apoyar el evento.

Gary Lineker se ha convertido en un gran defensor de los niños refugiados y, por supuesto, comprende el poder del fútbol. Esa noche le dijo a la audiencia que había decidido hablar en favor de los niños refugiados después de ver imágenes de “niños pequeños y familias que huyen de su país bombardeados con misiles y enfrentando viajes terribles y desgarradores”. También dijo que seguiría defendiendo los derechos de los refugiados, a pesar de las críticas anteriores; “Los refugiados son una cuestión humanitaria, no política. Tenemos que hacer nuestra parte. Todos los países del mundo tienen que aportar su granito de arena. Y eso nos incluye a nosotros”.

Gary habló con mucha pasión sobre cómo el fútbol es un lenguaje global, cómo crea espíritu de equipo y aumenta la autoestima. Es importante destacar que jugar un juego como el fútbol normaliza las experiencias, a menudo desgarradoras, que los niños refugiados han tenido que soportar.

Cuando los niños refugiados traumatizados finalmente encuentran seguridad aquí, lo único que quieren es poder vivir una vida normal, divertirse, integrarse y construir un futuro productivo. El fútbol es una herramienta muy importante: ayuda a los niños a desarrollar su confianza y sus habilidades y les ayuda a sanar. Al menos mientras están en la cancha pueden olvidar la guerra, el trauma y la violencia que soportaron para llegar a un lugar seguro aquí en el Reino Unido y simplemente jugar.

Mike McSweeney, director ejecutivo de la Fundación Fulham FC, explicó lo importante que es el fútbol para los jóvenes que su organización benéfica apoya: “Sabemos que establecerse en un nuevo país puede ser extremadamente difícil para un joven refugiado. Al ofrecer una actividad futbolística regular, podemos mejorar el bienestar físico y mental de un joven, sus conexiones sociales, su red de apoyo y su autoestima”.

Craven Cottage hizo que esa sesión fuera especial para los niños refugiados que participan en los programas de refugiados de las Fundaciones Chelsea y Fulham. Puede que no todas las semanas jueguen en el campo de un club nacional líder, pero cada semana chicos como los que vinieron a Fulham esa tarde entrenan en parques y campos locales gracias a organizaciones benéficas como las fundaciones Fulham FC y Chelsea FC. .

Europa y Oriente Medio están experimentando actualmente la peor crisis de refugiados desde la Segunda Guerra Mundial. He visitado los campos de refugiados en Calais y Grecia y he visto de primera mano las terribles condiciones en las que sobreviven los refugiados, incluido el campo de Moria, que recientemente fue destruido por un incendio. En esa visita hablé con un niño pequeño refugiado que tenía curiosidad por saber por qué estábamos allí. Charlamos un rato y le pregunté qué era lo que más necesitaba para hacer más llevadera su estancia en el campamento. “Sólo quiero una pelota de fútbol”, respondió.

Sobre el Autor

Lord Alfred Dubs es un político laborista y destacado defensor de los derechos de los refugiados. Ex diputado de Battersea y director del Consejo de Refugiados, Alf fue nombrado compañero laborista vitalicio en 1994. En 2016, patrocinó una enmienda a la Ley de Inmigración de 2016 para ofrecer a los niños refugiados no acompañados un paso seguro a Gran Bretaña, habiendo llegado él mismo a Gran Bretaña. en 1939 cuando era un refugiado de seis años que huía de los nazis en Checoslovaquia. Alf ahora está haciendo campaña para garantizar que las principales rutas legales para que los niños refugiados lleguen al Reino Unido permanezcan abiertas después del Brexit y para alentar al gobierno a aceptar 10.000 niños refugiados no acompañados durante los próximos 10 años.