Sébastien Haller, el delantero que le marcó al cáncer | Deportes | EL PAÍS
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Sébastien Haller, el delantero que le marcó al cáncer

El marfileño del Dortmund, fichado en verano por 30 millones, pasó por dos operaciones y siete meses de baja para superar un tumor en los testículos

Sebastien Haller
Haller festeja junto a Adeyemi su tanto en la jornada anterior al Friburgo.Martin Meissner (AP)

Entró en el área, levantó la vista y atacó con ese balón templado de Raphael Guerreiro al área para girar el cuello y marcar un gol al Friburgo que le supo a gloria bendita, a liberación y, sobre todo, a puro fútbol. Fue el primer gol oficial de Sébastien Haller con el Borussia Dortmund después de convertirse en verano en el fichaje más caro de la historia del club –30 millones pagó al Ajax. Fue también el autógrafo con el que tanto tiempo había soñado. Más que nada porque siete meses antes le habían diagnosticado un tumor testicular maligno de futuro incierto. Pasaron dos operaciones y bastantes sesiones de quimioterapia, pérdida de pelo y apetito, suficientes lloros entremezclados con horas de gimnasio, además de una voluntad inquebrantable de volver al césped y festejar ser de nuevo futbolista. Quería ser otra vez el goleador que maravilló al mundo en el curso anterior y que le valió un billete para Dortmund como reemplazo de Haaland, que emigró al City. Ahora, Haller (Ris-Orangis, Francia, aunque nacionalizado marfileño; 28 años) está de vuelta. Y el destino quiso que marcara el pasado cuatro de febrero, el día internacional contra el cáncer.

Haller tenía el mundo a sus pies, tercer máximo artillero de la pasada Champions (11 tantos en ocho partidos), curso engalanado con 34 redes en 42 envites. Era el delantero de moda. “Es muy normal. Cuando llegó al club era súper majo, hablaba con todos, y por eso cayó de primeras muy bien en el vestuario”, señala Guillermo Bueno, integrante del filial del Dortmund que hizo la pretemporada con el primer equipo. 10 días más tarde de ponerse el chándal aurinegro, Haller se llevó el mazazo. Fue el 18 de julio, tras despertar dolorido, aunque no lo suficiente como para perderse el entrenamiento matutino en Bad Ragaz (Suiza), donde estaba concentrado el equipo. “Los síntomas se intensificaron…”, reveló luego el técnico Edin Terzic, consternado. Haller tenía cáncer testicular.

Lo peor estaba por llegar. El 30 de julio el club confirmó que se trataba de un tumor maligno. “Nos costó asimilarlo porque ocurrió todo rápido. Nos dio un bajón”, relata Bueno. “Un shock”, resolvió el Dortmund en un comunicado oficial. “Creo que la entidad estuvo a la altura y supo manejar muy bien a nivel personal el asunto, del mismo modo que en lo deportivo reaccionó muy bien con el fichaje de Modeste”, ahonda Jonas Boltd, director deportivo del Hamburgo.

Intervenido en julio, Haller pronto se subió a una bicicleta estática para no perder la forma. Aunque no estaba bien. “La quimioterapia rompió mi cuerpo por dentro; la operación por fuera. Después de la quimio, aunque te sientes bastante bien, pareces muy enfermo, tienes los ojos hundidos, sin pelo, los labios negros…”, aceptaba, un tanto abatido. Y todo se enredó más. Tuvo que someterse a una nueva intervención en noviembre para extirpar por completo el tumor. Esa fue la definitiva. Y cuando empezó enero, volvió al equipo. Ya en pretemporada invernal, en Marbella, jugó en los amistosos ante el Fortuna Düsseldorf y el Basilea, al que le hizo un sonoro hat-trick en apenas siete minutos. “Es un delantero potente que le viene muy bien al equipo. Es alto, rematador, físico y se mueve muy bien, además de que destaca en la brega y eso en Alemania ayuda porque hay mucho contacto”, apunta Bueno. “Me ha causado una gran impresión. Se le ve fuerte, me gustan sus movimientos y es muy bueno”, le elogió el portero del BVB Gregor Kobel. “Y aunque no está a tope, es fuerte y tiene una gran ambición y mentalidad, como ha demostrado. Seguro que con la experiencia pasada –jugó en el Eintracht de 2017 a 2019– encontrará el éxito”, remarca Boltd.

Eso demostró en el cuarto partido en el que contó con minutos. Lucía el lema ‘fuck cancer’ en las botas e hizo su primera diana oficial desde el 11 de mayo de 2022, cuando aún militaba en las filas del Ajax. Lo festejó todo el estadio y también el Dortmund. Durante el proceso de recuperación el club siempre le brindó apoyo, al igual que el equipo: “Le enviábamos vídeos de ánimo, camisetas firmadas y mensajes”, desvela Bueno. Haller lo agradeció y el Dortmund aprendió la lección, pues a la hora de fichar a jugadores ha decidido incluir una revisión testicular para que no suceda lo mismo que con el marfileño. La Bundesliga lo aprueba. “En las revisiones médicas se revisan las áreas ortopédicas y cardiológicas, pero no se requiere un examen urológico, dermatológico, dental, de otorrinolaringología…”, resuelve con pesar Paul Klein, médico del Colonia desde 2004. “Tiene razón”, concede Boltd; “porque la Federación no lo necesita para sus jugadores, pero ahora cada club está intensificando y ampliando esas pruebas. Nosotros en el Hamburgo, por ejemplo, las hemos incluido”. Bueno le secunda: “Todas las medidas que tomen para nuestro bienestar, bien está”. Puede que así puedan evitarse problemas como el de Haller, el delantero que marcó al cáncer.

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