Seattle es conocida por sus días lluviosos, pero sus días soleados (sorprendentemente muchos) son el secreto mejor guardado de la ciudad. Con tres parques nacionales situados cerca, es un sueño para los amantes del aire libre. Ve a Kerry Park para admirar las magníficas vistas de la ciudad que hay desde allí y visita las cataratas de Snoqualmie para disfrutar de una espectacular cascada a solo 30 minutos de la ciudad. También puedes coger un ferri a la isla de Bainbridge y pasear por sus senderos y jardines paisajísticos. Para disfrutar de una experiencia más auténtica en Seattle, contempla la emblemática torre Space Needle antes de explorar la arquitectura del famoso barrio de Queen Anne. Pero, sobre todo, asegúrate de dedicar algo de tiempo a tan solo pasar el rato: en Seattle hay muchas tiendas eclécticas, restaurantes y bares que visitar. Y, por supuesto, no te puedes saltar el café: tómate uno mientas comes algo y compra alguna cosa en el mercado de Pike Place o sumérgete en una de las muchas cafeterías independientes de la ciudad (esta realmente sabe cómo fomentar la comodidad, por lo que siempre hay un buen sitio para relajarse, llueva o haga sol). A continuación, te presentamos muchas más recomendaciones.