Dirección: Aaron Seelman, Leon Joosen
Título en V.O: Saving Santa
Nacionalidad: Reino Unido Año: 2013 Fecha de estreno: 12-12-2014 Duración: 84 Género: Animación Color o en B/N: Color Guión: Ricky Roxburgh
Sinopsis: Érase una vez, al comenzar la Navidad, Santa Claus trabajaba en un pequeño taller con algunos elfos. Después de miles de años, a medida que la Navidad ha ido tomando más importancia, Santa Claus tuvo que ponerse a innovar. Hoy en día, los elfos más inteligentes desarrollan máquinas tecnológicas en la compañía Santech (un holograma para esconder el Polo Norte, una máquina del tiempo que permite a Santa Claus visitar todas las casas de los niños en una noche etc.) para ayudar a Santa a repartir los juguetes a todos los niños del mundo.
Crítica
En plena fiebre de la superproducción musical para todos los públicos (entre finales de los años 60 y principios de los 70), el siempre gris galán Rossano Brazzi produjo, interpretó, co-dirigió y co-escribió una de las piezas doradas del género, la navideñaLa navidad que casi no fue.Bola de abeto recargada y monumento a la cursilada epifánica, es irremediablemente imposible no acordarse de ella viendoSaving Santa. Aunque disimula su condición de fábula canónica con un (bastante divertido) mix argumental entreRegreso al futuroyAtrapado en el tiempo(o incluso la más recienteAl filo del mañana...que aquí también hay una invasión maléfica en marcha), todos tenemos claro que nos hallamos en un Polo Norte kitsch con canciones pop no menos kitsch. Y como servidor ya perdonó, asumió y hasta disfruta en la actualidad de ese tipo de melodías horteras desde los tiempos de los largometrajes Hannah-Barbera, no criticaré el soundtrack digno deLa Voz Kids de Saving Santa.Sí lo haré con la imposibilidad de gozar con las voces originales, de Martin Freeman como el elfo protagonista (y muy Bilbo Bolsón...o John H. Watson... muy Freeman en suma) o de los ciclópeos Tim Curry y Joan Collins de villanos. Quejas cinéfilas al margen, la verdad es que, asumiendo lo que es, esta película animada no defrauda. Además tiene un apreciable (¿condenado hoy al desprecio o a la indiferencia?) aire (alma) a esas miniaturas televisivas navideñas en stop motion de Arthur Rankin y Jules Bass. Rankin & Bass, tono naïve e infantil, aggiornamento de lo cursi... No son las mejores credenciales para convercerles para dedicar 83 minutos aSaving Santa, pero es que nos hemos vuelto (casi) todos muy tiquismiquis: sólo queremos obras maestras, genialidades de Pixar, Disney... y yo estoy por/con los calientabanquillos. Prefiero la imperfección a la gélida perfección. Y más en Navidad.
