Elizabeth Taylor

Elizabeth Taylor fue una actriz norteamericana, una de las últimas estrellas de la era dorada del Hollywood clásico .

Nacida en Londres (Inglaterra) en 1932, Elizabeth Taylor fue la menor de los dos hijos de Francis Lenn Taylor y Sara Sothern, ambos estadounidenses. La familia vivió en Inglaterra hasta que empezaron a sonar los tambores de la II Guerra Mundial. Entonces se trasladaron a Los Angeles . En la meca del cine , un amigo de la familia sugirió que la pequeña Liz podía tener futuro en la industria cinematográfica.

Debutó como actriz con diez años en la película There's One Born Every Minute (1942) . Regía el sistema de estudios y MGM le extendió un contrato de exclusividad. Su primera película para el estudio fue La cadena invisible (1943) . Sin embargo, sería Fuego de juventud (1944) el filme que la convertiría en una estrella .

Consolidó su carrera con éxitos como El coraje de Lassie (1946) , Mujercitas (1949) o Un lugar en el sol (1951) . En 1956 estrenó Gigante , en la que compartía protagonismo con James Dean y Rock Hudson . Con El árbol de la vida (1957) logró su primera nominación al Oscar . La gata sobre el tejado de zinc (1958) , en la que compartía protagonismo con Paul Newman , le valió su segunda nominación a los premios de la Academia.

Lograría su tercera nominación al Oscar por De repente, el último verano (1959) , un intenso drama en el que daría la réplica a Katharine Hepburn . Obtendría la estatuilla dorada con su cuarta nominación por la cinta Una mujer marcada (1960) .

En 1963 se convirtió en historia del cine y de la estética gracias Cleopatra , una de las producciones más caras hasta la fecha, un peplum en el que compartía protagonismo con Richard Burtton , su quinto marido y el gran amor de su vida.

Su papel en la película [¿Quién teme a Virginia Woolf?](https://www.imdb.com/title/tt0061184/?ref=fn_al_tt1) (1966) , en la que volvía a coincidir con Burton en pantalla, le daría su segundo Oscar. Continuó su carrera en el cine con éxito a lo largo de la década de los setenta y buena parte de los ochenta, década en la que comenzó a prodigarse en la televisión . Una de sus últimas películas sería la adaptación al cine de Los picapiedra (1994) .

En 1997 fue sometida a una operación para extirparle un tumor cerebral, una intervención que superó con éxito. Falleció en Los Angeles en 2011 y a los 79 años de edad. Gran amiga de Rock Hudson y de Andy Warhol , las últimas décadas de su vida las dedicó a la lucha contra el VIH .

Se casó en 8 ocasiones , dos de ellas con el actor Richard Burton. En todas lució espectaculares anillos de pedida . Su primer marido fue el magnate hotelero Conrad Hilton con el que pasó por el altar con tan solo 18 años y con un vestido de novia clásico diseñado por Helen Rose, quien también diseñó el traje de Grace Kelly .

Dos años después, en 1952, se volvería a casar con el actor británico Michael Wilding, con el que tendría dos hijos : Michael y Christopher Wilding. Para su tercera boda, esta vez con el productor Mike Todd, Taylor escogió un espectacular vestido blanco de organza. Junto a Todd, que falleció en un accidente aéreo, tuvo a su tercera hija, Elizabeth Frances.

El 12 de mayo de 1959, la actriz se casó una vez más con el cantante Eddie Fisher, una boda para la que Taylor se convertiría al judaísmo. Para su primera boda con Richard Burton, la actriz llevó un vestido de novia de color amarillo con tocado de flores diseñado por Irene Sharaff, responsbable del vestuario de Clepoatra. Se volvería a casar con Burton con vestido ombré de color verde de la diseñadora británica Gina Fratini .

Para su enlace con el senador republicano John Warner, un matrimonio fugaz, Taylor escogió un abrigo de cashmere con un gran turbante a juego. Su octava y última boda fue con Larry Fortensky, un obrero de la construcción al que conoció en la clínica de desintoxicación Betty Ford. Para la ceremonia, de la que fue padrino el mismísimo Michael Jackson –otro gran amigo de la actriz –, la intérprete escogió un Valentino con grandes volúmenes y pronunciado escote.

Icono de belleza y opulencia estadounidense, sus ojos color violeta y su melena negro azabache llenaron la pantalla y la convirtieron en una de las actrices más importantes de todos los tiempos. Aseguraba que se maquillaba ella misma , tanto dentro como fuera de la pantalla, y f ue pionera en la creación de su propia fragancia .

Acaparó portadas en las principales revistas del mundo y posó para los grandes fotógrafos del siglo XX. Uno de sus retratos más emblemáticas fue el que le hizo Helmut Newton para Vanity Fair y en el que la actriz posaba dentro una piscina y ataviada con una gargantilla y unos pendientes de Bulgari . De hecho, la actriz se convirtió en una de las mejores clientas y embajadoras de la firma . Amante de las joyas, la tienda de la marca en Roma era uno de sus lugares favoritos y el sitio donde hacía las paces con Burton. “Llegaban como dos furias a la tienda y él, para hacer las paces, le regalaba una joya”, contaba Paolo Bulgari en una entrevista .