Santos es la gran cantera del fútbol brasileño. Un club que saca pecho por muchísimos méritos, aunque quizás el mayor sea las estrellas que allí surgieron como Pelé, Neymar, Robinho y tantos otros. Una fábrica de jugadores. Y el último exponente de esta cadena es Marcos Leonardo, de apenas 20 años. El actual goleador de la Copa del Mundo Sub 20 de la FIFA.

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En este certamen, el N° 9 de Brasil ya marcó tres tantos: dos a Italia y uno a República Dominicana. Un goleador al que le sobran condiciones: de cabeza, de media distancia, con categoría. Más de 100 goles en las inferiores santistas. Exhibe movilidad, regate y técnica. Un centrodelantero espectacular.

Marcos Leonardo Santos Almeida nació el 2 de mayo de 2003 en Itapetinga, estado de Bahía. Se trasladó a Taubaté, San Pablo, en mayo de 2014, y se incorporó a la estructura juvenil del Santos en agosto, tras una prueba. El 23 de octubre de 2019 firmó su primer contrato profesional. Hasta hoy, lleva disputados 140 partidos con el primer equipo santista y marcó 41 goles.

Hace mucho tiempo que en las calles que camina Marcos Leonardo nació la expresión "Meninos da Vila" (Chicos de la Villa), por Vila Belmiro, el pequeño barrio de Santos donde está ubicado el estadio Urbano Caldeira. Una auténtica marca cuya prioridad se trata de la formación de jugadores por encima de la media. Con una cultura basada en el fútbol técnico y ofensivo.

Siempre, en Santos, la base de jóvenes suele ser una apuesta. Y en estos tiempos de crisis económica surge casi como un manotazo de ahogado. Por eso es que el club ya le puso un precio al actual goleador del Mundial Sub 20: 25 millones de euros. Según varios medios de prensa brasileños, la Roma y el Sporting Lisboa siguen muy de cerca al artillero.

Aunque Marcos Leonardo es titular en el conjunto santista, la comisión directiva entiende que necesita una gran venta para poder equilibrar las finanzas. Desde la entidad paulista, de hecho, esperan que el delantero siga por esta senda en el Mundial sub 20 para que su valor crezca aún más y le permita al club aumentar sus pretensiones.

Santos es una de las ciudades brasileñas más antiguas, ubicada al sureste del país en una región que empezó a ser poblada en 1502, dos años después de la llegada de los colonizadores portugueses. Claro, Pelé y Neymar no han sido los únicos futbolistas destacados que surgieron de estas tierras. Rodrygo, actual delantero de Real Madrid, se formó en Santos. Gabriel Barbosa, hoy en Flamengo, se crió allí. Diego, el talentoso ex volante, es otro ejemplo. Más atrás en el tiempo, Clodoaldo, Pepe y Coutinho. Puro brillo.

Un par de años atrás, inclusive, Santos volvió a echar mano de sus raíces y apostó por una nueva camada de los "Meninos da Vila", entre los que se destacaban el delantero Kaio Jorge, los mediocampistas Vinicius Balieiro y Lucas Lourenço, y el arquero John. Es decir, siempre pone la vista en los jugadores formados en casa. Sobre pavimentos de parqué, canchas de cemento y, finalmente, césped: el terreno no importa, algo que nos dice mucho sobre el proceso de formación del futbolista brasileño en su conjunto.

Reconocido por practicar el arte del fútbol, en Santos se enorgullecen de los jóvenes que lucen la camiseta del Peixe. Tienen calidad, juegan con alegría sin dejar de ser responsables. Hoy, muy cerca de Marcos Leonardo, aparece Angelo, de 18 años. Deivid Washington, otra de las perlas, apenas tiene 17. La idea de los jugadores y del club es que sean negociados pronto con algún elenco europeo, tanto por el futuro deportivo de los atletas como para aliviar las deudas del elenco paulista.

Santos es uno de los clubes más populares de Sudamérica. Ha ganado tres títulos de la Copa Libertadores, un récord brasileño que comparte con San Paulo, Flamengo, Gremio y Palmeiras. El Peixe es historia. Y el goleador Marcos Leonardo es parte de la misma.