¡Prepárate para una experiencia de relajación sin igual en los mejores balnearios de Cantabria! En esta región del norte de España, la naturaleza ha sido generosa, brindando valles, montañas y costas de una belleza incomparable. Pero hay un tesoro aún más preciado y casi invisible: las aguas termales que brotan del subsuelo, convirtiendo a Cantabria en un destino destacado para el turismo de salud y bienestar.

Exceptuando un centro de talasoterapia en Santander, los balnearios tradicionales de Cantabria están ubicados en entornos naturales o cerca de las playas, ofreciendo una experiencia de desconexión total en armonía con la naturaleza circundante.

1. Balneario de Alceda: Ubicado en el valle de Toranzo, en la localidad de Alceda, este balneario de aguas sulfurosas es considerado el manantial más caudaloso de Europa de su tipo. Sus aguas cálidas son ideales para tratamientos dermatológicos, respiratorios, estéticos y de relajación, proporcionando una experiencia revitalizante en un entorno histórico y naturalmente hermoso.

2. Balneario de las Caldas: Situado en Besaya, cerca de Santander y Santillana del Mar, este es el balneario más antiguo de Cantabria. Sus aguas cloruro-bicarbonatadas, sódicas, azoadas y fuertemente radiactivas tienen propiedades terapéuticas para problemas del sistema nervioso, reumáticos y respiratorios, brindando una experiencia de bienestar que se remonta a la época romana.

3. Balneario de Liérganes: En esta encantadora villa, construida a principios del siglo XX, se encuentra un complejo termal rodeado de árboles centenarios. Sus dos manantiales ofrecen beneficios para tratar problemas de reumatismo, respiratorios, de piel y estrés, proporcionando más de 30 técnicas termales y una amplia variedad de masajes en un entorno tranquilo y relajante.

4. Balneario de Puente Viesgo: En la cuenca del río Pas, cerca de famosas cuevas prehistóricas, este balneario ofrece aguas cloruradas, sódicas, bicarbonatadas y cálcicas, recomendadas para problemas circulatorios, respiratorios y locomotores. Con tratamientos como chorros termales, barros marinos y circuitos termolúdicos, este complejo promete una experiencia rejuvenecedora en medio de un entorno natural impresionante.

5. Balnearios de Solares: Tras una renovación en 2006, este complejo moderno combina la estética clásica con instalaciones de vanguardia. Sus aguas bicarbonatadas, cloruradas, cálcicas y sódicas ofrecen tratamientos para el aparato locomotor, digestivo, metabólico y nervioso, mientras que su piscina termal de 900 metros cuadrados invita a sumergirse en un oasis de tranquilidad.

Estos son solo algunos de los balnearios que Cantabria tiene para ofrecer, cada uno con su propio encanto y beneficios terapéuticos. Así que déjate llevar por la magia de las aguas termales y sumérgete en una experiencia de desconexión total en el corazón de la naturaleza cántabra.