Sangre en la tumba de la momia

Un grupo de arqueólogos profanan la tumba de una malvada princesa egipcia. El jefe de la expedición toma un anillo que se halla junto a la momia y se lo regala a su hija. A partir del momento en que la joven lo luce, adopta la personalidad de la princesa y se dispone a vengar su muerte.

Una obra típica de la última etapa de la Hammer Productions, donde los elementos sangrientos y sexuales habían sustituido totalmente a la imaginación y maestría visual que caracterizaron los mejores títulos de este mítico estudio. La Hammer era un pequeño sello británico, fundado en 1934, que en los años 50 y 60 produjo algunas de las obras maestras del género fantástico, fundamentalmente “remakes” de los clásicos del cine de monstruos rodados por la Universal en la década de los 30. Poco a poco, sin embargo, la calidad de sus productos fue decayendo hasta que, ya en los 70, terminó dedicándose a filmar cintas pseudoeróticas, en donde el terror era sólo una excusa.