Kosovo ataca bien pero sufre sin balón - AS.com

Kosovo ataca bien pero sufre sin balón

Dos partidos que describen bien a Kosovo. El rival de hoy se parece poco a lo que España ha tenido en frente hasta ahora en el grupo. El combinado balcánico está repleto de jugadores con vocación ofensiva y creativa y sufre mucho cuando no tiene el balón. Ante rivales fuertes suele naufragar, porque intenta ser valiente como de costumbre pero concede una gran cantidad de ocasiones en contra. No fue extraño que Suecia venciera por 0-3 en Pristina, pero tampoco lo fue que en el amistoso disputado cuatro días antes Kosovo goleara por 4-0 a Lituania. Ante adversarios de nivel bajo o medio, el conjunto del suizo Bernard Challandes es capaz de dominar, someter y generar un torrente de fútbol de ataque. Así logró ganar en 2018 su grupo de la Liga de las Naciones y acceder a un playoff que le hizo soñar con la Eurocopa hasta que perdió la semifinal ante Macedonia. Se percibe en la manera de comportarse de Kosovo el carácter novedoso de la selección: competir a nivel internacional de manera oficial aún es algo extraordinario para ellos, y se aproximan a cada partido con ilusión, frescura y desparpajo, sin ningún tipo de complejo, como si estuvieran celebrando la fiesta de su reconocimiento.

Sin Rrahmani aún defienden peor. Además de ser la línea más débil del equipo, la zaga kosovar sufrirá la baja de su mejor elemento, el central del Nápoles, Amir Rrahmani, especialmente poderoso en el juego aéreo. Al menos, Challandes recuperará a Ibrahim Dresevic, que se perdió el choque frente a Suecia por sanción, lo que obligó al habitual lateral derecho Mërgim Vojvoda a actuar como central de emergencia.

Vedat Muriqi, en el partido de Kosovo ante Suecia.

Un símbolo en la portería. Tampoco estará el que venía actuando como portero titular en los últimos tiempos, el ex del Girona, Arijanet Muric, apartado de la convocatoria por indisciplina. De este modo, el guardameta será el veterano Samir Ujkani, todo un mito local desde que decidió abandonar la selección albanesa para convertirse en el capitán del nuevo equipo ya en 2014, cuando Kosovo aún no tenía permiso para disputar competiciones oficiales.

Un ataque brillante. En tres cuartos de campo, a Kosovo le sobra talento. La competencia por ocupar las plazas en la mediapunta es altísima. Aunque a nivel internacional probablemente el que tenga más nombre sea el extremo derecho del Werder Bremen, Milot Rashica, el jugador que más rendimiento le ha dado a la selección en esta zona es Arbër Zeneli, un especialista en arrancar desde la izquierda a pie cambiado y buscar la diagonal para acabar tirando al palo más lejano. Arriba, la presencia física de Vedat Muriqi, delantero centro de la Lazio, es un arma difícil de controlar, ya que su juego de espaldas es fantástico. En Kosovo le comparan con Olivier Giroud.

Sin los dos Berisha. Challandes echará de menos el oficio del lesionado Valon Berisha, el jugador con más experiencia en el primer nivel y un habitual en el centro del campo. Kryeziu tendrá que llevar la manija del equipo casi en solitario. También se lo perderá, sancionado, el extremo Bernard Berisha, que venía dinamizando el ataque como revulsivo en las segundas partes.