Con la nueva versión de 'Road House', el personaje Dalton de Jake Gyllenhaal viene con una intra historia original de fondo. Dirigida por Doug Liman, el remake de la película clásica de 1989, protagonizada por Patrick Swayze. La versión de 2024 moderniza ciertos elementos de la historia, incluido a Dalton, aunque una de las razones del éxito de crítica de la nueva Road House es que al mismo tiempo rinde homenaje al original de su narrativa.

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A la cabeza del nuevo reparto de Road House, el Dalton de Jake Gyllenhaal guarda muchas similitudes de personalidad con la iteración de Patrick Swayze. Ambas versiones afrontan los conflictos y la violencia intensa con suave educación, confianza y un inquebrantable sentido de la calma. También comparten un código de honor que los distingue de los violentos antagonistas desquiciados, ya sea el Knox de Conor McGregor en el remake o el Jimmy de Marshall R. Teague en el original. Aun así, hay diferencias críticas en su historia de fondo que encajan con la época del estreno de sus películas.

En la película moderna de Road House, el Dalton de Jake Gyllenhaal se convierte en portero de un bar de carretera después de una infame carrera en la UFC y matar a un oponente en el ring. El oponente no sólo era un compañero de competición, sino alguien a quien Dalton consideraba su amigo. En una escena en la que Ben Brandt (Billy Magnussen) le recuerda este fatídico suceso mostrándole un clip de Internet, Dalton revela que fue "empujado demasiado lejos". Los flashbacks muestran destellos de la pelea, en la que el Dalton de Gyllenhaal recibe golpes hasta que es llevado al límite y pierde el control.

Esta retrospectiva es una pieza crucial del personaje de Dalton, ya que su comportamiento tranquilo demuestra su crecimiento lejos de la tragedia. Road House no ofrece mucha exploración psicológica de la ira de Dalton, pero los acontecimientos de la película le ven enfadarse una vez más por la opresión de Brandt sobre los habitantes de los Cayos de Florida. Esta vez, en lugar de perder el control, canaliza su ira para defender a las personas a las que ha cogido cariño a lo largo de la película. Al final de Road House, Dalton sigue preocupado por su pasado y acaba abandonando el pueblo, pero al menos puede irse sabiendo que ya no es el villano.

patrick swayze
© 2024 Google

Al principio de la película, Frankie la dueña del bar descubre a Dalton mientras busca la ayuda de otro estimado gorila. Sabedora de que su propio equipo de gorilas se ve superado por la brutalidad perpetuada por Brandt y sus matones, se desvive por buscar ayuda más experimentada. En lugar de encontrar al portero, descubre a Dalton, que gana dinero como luchador en una jaula. Bueno, más o menos. Dalton tiene un truco que le impide tener que luchar en sus combates, aunque probablemente no tendría problemas para ganarlos. Se asegura de que su oponente sepa quién es, gana por incomparecencia y cobra fácilmente.

La historia de Dalton en Road House 2024 es similar a la de Patrick Swayze en la versión original. La versión de Patrick Swayze nunca fue un luchador profesional; de hecho, la UFC ni siquiera existía en 1989. Aun así, el Dalton de Swayze tiene una culpa similar al de Gyllenhaal, pues también mató a un hombre. En una escena con el Wade Garrett de Sam Elliott, el veterano portero de discoteca anima a Dalton a dejar atrás el caso, ya que el asesinato se cometió en defensa propia contra un hombre que le apuntó con una pistola. La disputa fue por una mujer que no había informado a Dalton de que estaba casada antes de su enamoramiento.

El marido de la mujer intentó matar al Dalton de Swayze, que reaccionó arrancándole la garganta. Incluso en defensa propia, es un acto de violencia brutal, y no es de extrañar que haya perdurado en el personaje. Una de las razones por las que el nuevo Road House es mejor es que la iteración de Gyllenhaal es más simpática, aunque podría discutirse cuál de los dos tiene una historia de fondo más desagradable. En última instancia, el elemento de la UFC contribuye a la comerciabilidad de la película moderna de Road House, aprovechando la popularidad del deporte.

Headshot of Joaquín Gasca Calatayud
Joaquín Gasca Calatayud

Joaquín Gasca es experto en deportes de competición, tecnología y motor. Hace un tiempo que colgó las botas de tacos para centrarse en el pádel y el running… cosas de la edad, se queja. Pero también se apunta a cualquier bombardeo que tenga que ver con poner su cuerpo al límite, sea al volante de un Aston Martin o yendo a la oficina en patinete.    

Es muy del Atlético de Madrid, así que cuando futbolistas como Marcos Llorente o Álvaro Morata han protagonizado la portada de Men’s Health, allí estaba él para escribirlas. Acaba de correr su primer maratón para Runner’s World, y como pasa en este universo, ya está buscando el siguiente para bajar de las 3 horas. Si hay que testear cualquier tipo de pala de pádel, vehículo o reloj, no pone problema. Incluso zapatillas. Lo que haga falta en equipación deportiva.    

Joaquín se graduó en periodismo por la USP-CEU en 2013, pero desde 2009, cuando entró en el periódico de la Universidad, ya comenzó a ejercer de “periodista” 360 en digital y papel. Los siguientes pasos de sus casi 15 años de carrera los dio haciendo cultura y deporte en la revista Shangay, hasta que entró en Hearst una semana antes del inicio de la pandemia en 2020. También es profesor de redes sociales y nuevas tecnologías en la Universitas Senioribvs CEU y forma parte del Innovation HUB de Hearst para investigar sobre nuevas tendencias.