El rostro de los Golden State Warriors fue uno desconocido hasta ahora. La desesperación patente, la tristeza de quien vive el punto y final a una historia brillante, dominaba el posado del equipo que alcanzó seis Finales de la NBA y alzó cuatro anillos en la última década. La paliza de los Sacramento Kings, por 118-94, pone el punto y final a la dinastía de los Curry, Thompson y Green, eliminados a la primera de cambio y con crudeza del play-in.
Los locales, que lograron su triunfo más abultado sobre sus vecinos californianos en 18 años, celebraron con el ya tradicional "¡light the beam!" su pase al enfrentamiento definitivo contra los New Orleans Pelicans. El viernes, madrugada del sábado en España, el duelo decidirá el último billete a los playoffs de la Conferencia Oeste y definirá al rival de los Oklahoma City Thunder.
"Es genial, superar este bache es algo de lo que habíamos hablado, y hacerlo contra los Warriors, estaba escrito tras la temporada que hemos tenido y alguno de los encuentros que hemos perdido", comentaba De'Aaron Fox, autor de 24 puntos y 6 asistencias.
"Ahora nos falta otro partido para poder empezar a pensar en los playoffs", avisaba el base y estrella del grupo dirigido por Mike Brown y su ayudante, el técnico de Badalona Jordi Fernández.
El anuncio oficial del histórico fichaje como entrenador jefe de los Brooklyn Nets deberá esperar todavía, y es que el catalán disfrutó desde la banda de un triunfo balsámico contra el conjunto que antaño les eliminó de la fase final en la primera ronda y en el séptimo partido. Hacía 16 años, un récord absoluto de la competición, que no pisaban playoffs, y lo cierto es que su intención es intentar romper ahora la sequía de triunfos en las eliminatorias por el título. Hace más de dos décadas que no avanzan, y esa sigue siendo su ambición.
Keegan Murray, con 32 puntos, 9 rebotes y un letal 8 de 13 en triples, fue el principal ejecutor de los Warriors en un encuentro redondo del quinteto titular de los Kings, con pleno de dobles dígitos en anotación de todos sus miembros. Harrison Barnes, excompañero de Curry y compañía, les metió 17 tantos, y Domantas Sabonis estuvo en su línea con 16 puntos, 12 rebotes y 7 asistencias. Keon Ellis, con 15, redondeó una magnífica actuación que hizo olvidar las ausencias de Malik Monk y Kevin Huerter.
Con 14 puntos de sus 24 totales en el tercer período, el papel de Fox resultó clave en la escapada de los Kings hacia el triunfo, cimentada con una genial reacción al apretón de los Warriors tras el descanso (54-50). Con un parcial de 19-5 tras verse tan solo uno arriba nada más empezar el tercer cuarto, se despegaron definitivamente en el marcador y ya no dejaron de pisar el acelerador. Las 16 pérdidas de Golden State y los 15 rebotes ofensivos de Sacramento marcaron la clara superioridad en actitud y físico por parte de los locales.
Los Warriors echaron de menos la mejor y más decisiva versión de sus ilustres veteranos. Hasta un voluntarioso Stephen Curry, con 22 tantos y un 8 de 16 en tiros de campo (3 de 7 en triples), se quedó muy lejos de su cara más letal acumulando 6 pérdidas y siendo incapaz de entrar en calor a lo largo del encuentro gracias al excelente trabajo defensivo de Ellis.
Draymond Green, con 12 tantos, 3 rebotes y 6 asistencias, también se quedó corto, aunque la ausencia más flagrante fue la de Klay Thompson, que firmó un rosco sin precedentes: ni un punto y un 0 de 10 en tiros de campo (0 de 6 en triples). Steve Kerr, desde la banda, apenas pronunció palabra en el último cuarto que puede significar la desbandada definitiva de este grupo histórico.
"Nos han desbordado físicamente, los rebotes han marcado el tono y luego no nos han dejado armar nuestro ataque. Hemos aguantado ahí, con un buen segundo cuarto, para mantenernos cerca", comentaba el técnico tras la derrota. "Luego no hemos podido seguirles, nos han dominado completamente", reconocía.
¿Su último baile?Klay Thompson se apaga en el peor momento
No solo la continuidad de Thompson está en duda en Golden State. Kerr tampoco tiene tan claro su futuro, que tiene una primera meta final en los Juegos Olímpicos de París 2024. El reputado entrenador ya anunció que la cita en Francia sería su última como seleccionador estadounidense, y sobre su continuidad en San Francisco no quiso resolver incógnitas aunque viene de renovar su vínculo otras dos campañas a cambio de 35 millones de dólares.
"Para mi es demasiado temprano para pensar en eso, la temporada es tan larga, y hay tantas emociones, lo mejor y lo peor de este negocio... tenemos un verano con muchas cosas que pensar", concluía el entrenador.
Los Kings se citan ahora con un equipo que les ha ganado en cinco ocasiones esta temporada, un logro inédito desde 1996. Será otro reto mayúsculo después de tambalearse este último mes y pico en la clasificación del Oeste. La lesión de Zion Williamson en New Orleans puede ser la excusa perfecta para romper la mala racha contra el grupo de Luisiana.
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