Historia de una venganza: el d�a que Roy Keane se carg� la carrera del padre de Haaland
F�tbol Internacional La historia comenz� en septiembre de 1997... y termin� 5 a�os m�s tarde
La historia comienza en septiembre de 1997 durante un partido de Premier League entre Leeds y el Manchester United. Aquella tarde Alf-Inge Haaland, padre de la estrella emergente del Borussia Dortmund Erling Braut Haaland, y Roy Keane unir�an sus vidas futbol�sticas por un 'pique' que no terminar�a hasta cinco a�os m�s tarde.
En el transcurso de aquel partido, el centrocampista irland�s se intern� en el �rea rival intentando hacerse con el bal�n pero Haaland se adelant� a la perfecci�n y evit� la ocasi�n 'red'. Tras verse superado, Roy Keane intent� una zancadilla que acab� en desgracia. Su rodilla qued� clavada atr�s y al d�a siguiente se confirmar�an los peores pron�sticos y el centrocampista se perder�a el resto de la temporada (rotura de ligamentos). Seguramente todo hubiera quedado en el terreno de juego, sin embargo, el central del Leeds al ver en el suelo a su rival, se acerc� a �l para burlarse y acusarle de fingir. Algo que nunca le perdonar�a Roy Keane.
Cuatro a�os m�s tarde, durante un derbi de Manchester, se pondr�a punto y final a la historia. Keane aprovech� la primera ocasi�n que tuvo para realizar una de las entradas m�s feas de la historia del f�tbol a Haaland, capit�n por aquel entonces del Manchester City. Dej� de mirar el bal�n y se lanz� con los tacos por delante a la rodilla del defensa noruego. Por 'suerte' le pill� en el aire y no le parti� la rodilla.
El centrocampista irland�s fue expulsado con roja directa y sancionado con tres partidos y 5.000 libras, una sanci�n rid�cula para el central que jam�s disputar�a un partido completo en la Premier League y que se retirar�a de forma prematura a los 30 a�os.
En su autobiograf�a Keane habl� de la pol�mica entrada a Haaland:
"Hab�a esperado mucho tiempo. Le golpe� jodidamente duro. El bal�n estaba all�, creo: 'Toma esta, bastardo. Y no vuelvas a mirarme burl�ndote de falsas lesiones'"
"Y que no se pare nunca m�s sobre m� con desprecio hablando de lesiones falsas. Incluso en el vestuario despu�s, yo no ten�a remordimientos. Mi actitud fue, 'a la mierda con �l'. Lo que va, vuelve. Se puso sus recompensas s�lo. �l me peg� a m� una y mi actitud es ojo por ojo".