La peculiar relación de Roy Keane con los Haaland: de romper al padre a pretender al hijo

Fútbol

La peculiar relación de Roy Keane con los Haaland: de romper al padre a pretender al hijo

El mítico irlandés del United, ahora comentarista, acabó con la carrera del padre de Haaland hace ya más de una década

S. D.

Mientras el Real Madrid no deja de soñar con reunir en una delantera de lujo a Kylian Mbappé y Erling Braut Haaland , el Manchester United ha intensificado en las últimas jornadas su interés por el delantero del Borussia Dortmund. En el club inglés, como confirmó uno de sus míticos jugadores, Paul Scholes, están convencidos de que el club español no podrá atar a los dos futbolistas este verano y quieren que el internacional noruego sea la estrella de su proyecto para los próximos años.

Recientemente, otro mito de los 'diablos rojos', el irlandés Roy Keane, se unió a ese interés confeso por Haaland . El que fuera en su época uno de los centrocampistas más duros de la Premier League es ahora comentarista televisivo y no dudó en reconocer que el equipo de Manchester debe centrar sus esfuerzos en contratar al joven atacante por delante de otro gran jugador como el inglés Harry Kane. Unas llamativas palabras teniendo en cuenta que salieron de los labios de quien acabó con la carrera profesional del padre del codiciado futbolista .

Alf-Inge Haaland , ahora padre y asesor de Erling , desarrolló buena parte de su carrera en el fútbol profesional en Inglaterra, entre 1993 y 2003, después de destacar en el Bryne FK de su país. El noruego formó parte de las defensas del Nottingham Forest, el Leeds United y el Manchester City . Y durante su estancia en las islas forjó una profunda enemistad con Keane.

La animadversión entre ellos se inició en 1997 , con el padre de Haaland defendiendo la camiseta del Leeds. En un partido en Elland Road sus caminos se cruzaron en una fea jugada. Keane corrió a por un balón largo para internarse en el área rival pero Alf-Inge se cruzó en su camino. El del United, marrullero, le tiró una patada al defensor con tan mala suerte que acabó lesionado él mismo. Enfadado por lo que consideró un piscinazo, el noruego se lo recriminó de forma vehemente mientras el irlandés se retorcía en el césped . No sabía que se dolía con razón, pues se había roto los ligamentos de la rodilla tras clavar los tacos en el suelo en su intento de golpearle.

Aquel grito acusándole de fingir se quedó grabado en la cabeza del 'diablo rojo', que mantuvo desde entonces crudos duelos con el noruego y que acabó vengándose cuatro años depués . En 2001, con el Manchester United ya campeón y el City, para el que jugaba ahora Alf-Inge Haaland, peleando por eludir el descenso, Keane se tomó la ansiada venganza.

En la recta final del partido un balón dividido volvió a cruzar los caminos de ambos jugadores. Llegó primero el noruego, y el irlandés, de forma completamente premeditada, le propinó un brutal plantillazo en la rodilla que le mandó por los aires. La acción le costó la tarjeta roja directa, durísimas críticas en la prensa y una sanción de 5.000 libras y hasta ocho partidos. Inicialmente la suspensión fue de tres encuentros, pero cuando confirmó que la entrada había sido a propósito se amplió cinco más.

El peor parado en esa fea acción que conmocionó a Inglaterra y Europa fue Haaland padre, que entonces tenía 28 años . Al fin y al cabo Keane acumulaba ya un amplio historial de peleas y expulsiones en la liga inglesa y aquel fue un episodio más. Pero la dura entreda le acabaría costando al noruego su carrera . Jugó algún partido más después de aquel día pero al acabar la temporada tuvo que pasar por el quirófano. Hasta en cuatro ocasiones, lo que le impidió volver a jugar un encuentro completo en la élite hasta su retirada, dos años después y con solo 30 años.

Sin muestras de arrepentimiento

Por aquellos episodios resulta tan curioso que a día de hoy Roy Keane pida que su exequipo fiche al hijo, Erling Braut Haaland, pues nunca llegó a mostrar arrepentimiento por haber truncado la carrera del padre del noruego. De hecho, en su biografía se jacta de lo que hizo en aquel derbi de Manchester : «Había esperado mucho tiempo, lo suficiente. Le golpeé jodidamente duro. El balón estaba allí, creo: 'Toma esta, bastardo. Y no vuelvas a mirarme burlándote de falsas lesiones'».

«Incluso en el vestuario después, yo no tenía remordimientos. Mi actitud fue, 'a la mierda con él'. Lo que va, vuelve. Él me pegó a mí una y mi actitud es ojo por ojo . Recibió su justa recompensa», escribió el irlandés.

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