Estamos empe�ados en decirle a la gente c�mo debe comportarse. Todo aquel que no se ci�e a los est�ndares de conducta vive sometido a juicios constantes. Ha sido el caso de Ronaldo de Assis Moreira, Ronaldinho Ga�cho, durante los 44 a�os que cumpli� este jueves.
Su reinado futbol�stico fue tan intenso y breve que entre quienes lo disfrutaron se instaur� la idea de que, con m�s dedicaci�n, habr�a sido uno de los m�s grandes de todos los tiempos. Como a Rulo en su �Tranqui por mi camino�, cuando comenz� su declibe en el Barcelona le ped�an que visitase menos el bar, acudiese al gimnasio, cambiase de amigos y dejase el rock & roll.
Pero ese rock & roll, o m�s bien samba, con el que entend�a la vida es lo que le permiti� fascinar al mundo dentro de un campo de f�tbol. El primer truco de Ronaldinho fue re�rse siempre en un Camp Nou que a su llegada viv�a en una amargura muy superior a la actual, luego invent� los regates imposibles que todo ni�o y ni�a intent� imitar en el patio del recreo y, por su personalidad y juego, se convirti� en el l�der de un equipo blaugrana que gan� dos ligas consecutivas y la segunda Champions de su historia. En su palmar�s luce tambi�n el Mundial 2002 con Brasil, una Serie A con el Milan, la Copa Libertadores con el Atl�tico Mineiro y un bal�n de oro. Nada mal para un vividor sin ganas de sacrificarse demasiado por el deporte.
Incluso retirado, Ronaldinho ha seguido contagiando su sonrisa a quienes fuimos ni�os en aquella primera d�cada de los 2000. Su brutal performance para ganar un torneo en la c�rcel de Paraguay donde termin� tras un l�o con el visado tambi�n forma parte de su leyenda.
Como canta Rulo y la Contrabanda a los cr�ticos, �si hubiera hecho caso, ser�a un tipo aburrido, me hubiera vuelto loco o me habr�a pegado un tiro�.