La violenta charla entre Joaquín y Koeman: "Que sepas que tú te vas y yo me voy a quedar"

Ronald Koeman protagonizó una tormentosa temporada, la 2007-08, en el Valencia, en la que firmó el rotundo éxito de ganar la Copa del Rey. Pero salió antes de finalizar la campaña por el riesgo de descenso a Segunda División y, sobre todo, por apartar a tres pesos pesados del vestuario como Cañizares, Albelda y Angulo y protagonizar enfrentamientos con futbolistas como Joaquín. Este último, en su programa en Antena 3 'La penúltima y me voy', ha desvelado la tensa conversación que tuvo con el neerlandés antes de que se marchara del equipo.

"Le dije: 'Llevo mucho tiempo guardándome muchas cosas y como sé que te vas a ir, te las quiero decir a la cara. Yo no sé por qué te has portado así conmigo. No sé qué te he hecho, te juro que todavía no lo sé. Si tu propósito era joderme, enhorabuena, porque lo has conseguido. Que sepas que tú te vas y yo me voy a quedar y voy a demostrar quien soy'", recuerda.

Su relación se torció cuando se produjo el episodio con Cañizares, Angulo y Albelda, aunque ya venía tocada por los pocos minutos con los que contó en el campeonato nacional liguero: "Fue la patada en el culo más gorda que he tenido en el fútbol. No sé por qué ese hombre tomó esa actitud, no solo conmigo, sino con todos. Al principio bien, pero llega un momento en el que aparta a Cañizares, a Angulo y a Albelda", relata. Aquel incidente afectó de lleno al bienestar del grupo: "Nos quedamos en shock. No estamos hablando de tres jugadores cualquiera".

Entonces, la tensión se disparó. Joaquín ha desvelado que se creó "un mal rollo grande". Albelda, Cañizares y Albelda estaban apartados, a la par que existía tensión con más futbolistas. Entre ellos, Joaquín: "El trato era nulo, desagradable. Recuerdo levantarme por la mañana y no querer entrenar".

Fue la peor experiencia deportiva, tal y como él mismo desvela, de su carrera. Al menos, tuvo un premio: ganar la Copa del Rey. Pero el ambiente generado en las bases del club provocó que ni siquiera ese triunfo apaciguara los ánimos. Joaquín no jugaba en Liga, mientras que en Copa era titular indiscutible y rindiendo a gran nivel.

Sin embargo, cuando llegó la final, Koeman decidió no alinearlo y ni siquiera darle un solo minuto en la segunda parte: "No es que no me ponga, me sacó a calentar dos o tres veces en el partido. Me sacaba a calentar, me metía para dentro, me sacaba a calentar, me metía para dentro. Me alegré porque se ganó, pero interiormente estaba destrozado. Él deportivamente me destrozó".

Ronald Koeman logró el título de Copa, a la par que corría el riesgo de descender en Liga. El ambiente generado en torno a su figura y los malos resultados forzaron su marcha a cinco jornadas del final. Entonces, Joaquín decidió mantener esa charla que tanto anhelaba: "Ganamos la Copa y a la semana siguiente jugamos contra el Athletic y nos meten un 4-1. En esa concentración, la noche de antes, pensé en que tenía que decirle lo que pensaba, antes de que se vaya. Porque yo sabía que se iba".

Es entonces cuando el futbolista se atrevió a llamar a su despacho y entablar esa tensa conversación: "Si tu propósito era joderme, enhorabuena, porque lo has conseguido. Que sepas que tú te vas y yo me voy a quedar y voy a demostrar quien soy". Posteriormente, y en un tono más beligerante, sacó pecho en rueda de prensa de continuar en el club, mientras el técnico se había marchado.

Joaquín venía siendo un habitual de la Selección española. Había disputado dos Mundiales y una Eurocopa, además de participar durante los dos años de fase de clasificación para la Eurocopa de 2008, que España conquistó, iniciando su ciclo triunfal. Y lo logró sin el ahora jugador del Betis, que acusó el trato de Ronald Koeman: "Él me jodió, porque yo no jugaba y por eso me quedé fuera".

Algo que se le ha quedado pendiente a Joaquín: "Es una espina grande. Compañeros me llamaron y me dijeron que esa Eurocopa también era mía". Pese a que el extremo conceda la responsabilidad a Koeman, también se ha mostrado decepcionado con Luis Aragonés: "Creo que no se portó todo lo bien que se debería haber portado conmigo. No lo digo por el trato, sino por qué menos que me hubiera llamado y me hubiera dicho lo que él pensaba y por qué me había dejado fuera de la Selección".