Roberto Mancini: rememorando la EURO 2020

Roberto Mancini ha dimitido como seleccionador de Italia para poner fin a sus cinco años en el cargo, dejando a los Azzurri como vigentes campeones de Europa tras ser los artífices de su triunfo en la UEFA EURO 2020.

Más recientemente, el técnico de 58 años no pudo ayudar a Italia a clasificarse para la Copa Mundial de la FIFA 2022, mientras que también perdieron por 3-0 ante Argentina en la Finalissima el año pasado y terminaron terceros en la fase final de la UEFA Nations League 2023 este mes de junio.

Sin embargo, su etapa al frente de la selección será recordada por su extraordinaria trayectoria hacia la gloria en la EURO, sellada con una derrota en la tanda de penaltis ante Inglaterra en la final de Wembley, sobre todo porque Mancini tomó el testigo en un momento delicado tras el fracaso de Italia en su intento de alcanzar el Mundial de 2018.

Poco después de llevar a los 'Azzurri' a la cima de Europa, Mancini habló con UEFA.com sobre la memorable campaña de su equipo.

¿Qué importancia tenía el espíritu de equipo? ¿Y qué hicieron para crearlo?

Les fue bien porque formaron un buen grupo, ante todo grandes chicos, lo cual fue esencial. Además, los jugadores más experimentados ayudaron a los más jóvenes a integrarse. Eso también fue bastante sencillo, y merecen mucho crédito por crear un grupo que realmente quería jugar bien al fútbol. No es que pensara que todo iba a ser fácil, porque siempre hay dificultades, pero lo conseguimos. Estuvimos juntos 50 días, lo que fue duro, pero tengo que decir que todo fue rápido. Eso es señal de que los chicos se llevaban bien entre ellos.

Usted también implantó un estilo más positivo, centrado en el ataque. ¿Fue difícil hacerlo después de la decepción de 2018?

En realidad fue bastante sencillo, porque encontré jugadores que querían hacer algo especial. Estaban entusiasmados con el proyecto porque era algo diferente para ellos. Tenían curiosidad por ver lo que podíamos hacer los italianos. Evidentemente, nos llevó tiempo, pero no tanto. Siempre que nos hemos visto, ha ido bien porque han sacado algo especial.

Italia supo adaptarse tácticamente a los diferentes rivales. Como no trabaja con los jugadores con tanta frecuencia como en su club, ¿cómo se las arregló para preparar los distintos sistemas tácticos?

Fue un trabajo de grupo. Intentamos trabajar las diferentes formas de jugar, así como la preparación física. Intentamos mejorar nuestras cualidades como individuos y como equipo. Lo conseguimos, todos juntos: nosotros, el cuerpo técnico y los jugadores, porque mostraron muchas ganas.

¿Hasta qué punto fue importante para el grupo poder hacer cinco o seis sustituciones?

Creo que fue importante para todos, porque los jugadores acababan de terminar una temporada agotadora. Llevábamos mucho tiempo trabajando como grupo y los que salieron del banquillo sabían lo que tenían que hacer. De hecho, tengo que decir que siempre que entraban, daban algo más, porque cuando salía un jugador cansado, entraba un jugador fresco con ganas de mejorar el equipo, y no siempre es así. Tengo que decir que han estado excelentes, todos, siempre. En cada partido, los que entraban hacían algo especial. Es importante que la identidad del equipo siga siendo la misma aunque cambiemos a tres o cuatro jugadores. Todos saben lo que tienen que hacer y el producto final no cambia.

Todo el mundo se propone ganar. Pero, ¿en qué momento pensó que podría llegar hasta el final?

Siempre creí que era posible ganar, lo creí desde el primer día. Pero también hay muchos otros factores. Sabíamos lo que hacíamos, incluso durante la fase de clasificación, y creíamos que era posible hacer algo especial. Los equipos que jugaron en la EURO eran todos muy fuertes y todos querían ganar, así que había un buen equilibrio. Creo que en estos momentos hay muchos equipos fuertes en Europa que podrían haber ganado la EURO y que podrían ganar el Mundial. Ganar no fue una tarea sencilla.

¿Cuáles fueron los momentos clave?

Creíamos de verdad en lo que habíamos hecho antes de la EURO, pero, por supuesto, el partido importante, el crucial, fue el primero. En una competición eliminatoria, el primero siempre es el más difícil. Pero luego, cuando te adaptas, la cosa cambia.

¿Quizá la actuación contra Bélgica demostró su confianza y su condición física?

Creo que fue un partido muy importante. La final contra Inglaterra también fue un gran partido. Sufrimos un poco más contra España, porque probablemente jugó su mejor partido de todo el torneo y es un equipo muy fuerte. Creo que, desde octavos de final en adelante, todos fueron grandes partidos. Hay algunos partidos en los que hay que sufrir. España nos sorprendió al principio al decidir jugar sin delantero. Nos causaron muchos problemas y lo pasamos mal porque no tuvimos mucho el balón.

¿Hay alguna lección que le haya enseñado la EURO 2020?

Que nunca hay que rendirse hasta el final. No es algo que aprendiéramos en la EURO 2020, pero es algo que se confirmó allí. Cuando juegas, siempre debes creer en tus habilidades y en tus cualidades, porque todos los partidos empiezan 0-0, y luego nunca te rindes por ninguna razón, porque, en el fútbol de hoy en día, siempre puedes remontar.

¿Ha visto alguna tendencia táctica que pueda ser útil en la formación de entrenadores?

Creo que todos los entrenadores juegan para atacar y ganar, así que esa es la tendencia a seguir. A nivel europeo, si sigues esta tendencia y tienes jugadores de calidad, puedes ganar. Puedes cambiar la formación o la forma de jugar, pero, al final, tienes el campo y once jugadores. Así que todo se reduce a la mentalidad y al deseo de ganar, incluso si das más oportunidades al rival al dejarle más espacio. Creo que esta es la base de todo.