Richard Lynch, el rostro del terror en la gran pantalla | Cultura | EL PAÍS
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OBITUARIO

Richard Lynch, el rostro del terror en la gran pantalla

El trabajo del actor de ciencia-ficción recorre 40 años de cine y televisión

Richard Lynch, en 1983.
Richard Lynch, en 1983.GETTY

¿Se puede ser actor después de haberse quemado la cara? Sí, y Richard Lynch no solo hizo carrera, sino que además, hasta su muerte el pasado martes 19 de junio a los 76 años, logró gran popularidad en el mundo del terror y de la ciencia-ficción. Lynch, pelo blanco, mirada azul, gesto turbio, nació en Brooklyn en 1936 en una familia católica, en la que su hermano Barry también acabó trabajando en la interpretación. Tras servir en los marines y estudiar en el Actors Studio, empezó a trabajar en televisión. A los 31 años, colocado con LSD, él mismo se prendió fuego en Central Park, desgracia que no tenía ningún problema en recordar, como puede verse en el documental LSD: the trip to where?

Las cicatrices no impidieron una larga y fructífera carrera, casi siempre como villano en títulos como Espantapájaros (1973) —su primera aparición acreditada—, Los implacables, patrulla especial, Acero, La fórmula, Cromwell, el rey de los bárbaros (por la que ganó el premio Saturn de la Academia del cine fantástico, de ciencia-ficción y de terror al mejor secundario en 1982), Los bárbaros, Necronomicón, Espías sin identidad, El beso de la momia, Mil máscaras contra la momia azteca, o la versión de 2007 de Halloween, dirigida por Rob Zombie.

Si en el cine sumó docenas de apariciones, en películas casi todas de bajo presupuesto, en televisión participó en casi un centenar de series. Su rostro recorre la pantalla de los últimos cuarenta años con apariciones en Baretta, La mujer policía, Las calles de San Francisco, Galáctica: estrella de combate, Starsky y Hutch, Los Ángeles de Charlie, Galáctica 1980, Se ha escrito un crimen, Jake y el Gordo, El equipo A, Star Trek. La nueva generación, Los inmortales o A dos metros bajo tierra.

Multiinstrumentista capaz de tocar el saxofón, la guitarra y el piano, amante de la poesía, Richard Lynch mantuvo la ciudadanía irlandesa heredada de sus padres y viajó en bastantes ocasiones al país de origen de su familia

Por su incansable ritmo de trabajo aún podremos ver su rostro en varias películas ya rodadas pero aún no estrenadas en el momento de su muerte, como The lords of Salem, con la que repetía con el director Rob Zombie. Su cuerpo fue hallado en la cocina de su casa de Palm Springs por su amiga, la actriz Carol Vogel, que no había tenido noticias suyas en varios días y que por ello acudió extrañada a su domicilio.

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Sobre la firma

Gregorio Belinchón
Es redactor de la sección de Cultura, especializado en cine. En el diario trabajó antes en Babelia, El Espectador y Tentaciones. Empezó en radios locales de Madrid, y ha colaborado en diversas publicaciones cinematográficas como Cinemanía o Academia. Es licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense y Máster en Relaciones Internacionales.

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