Waking Life: la representación real de un mundo surreal.
[RESEÑA] Richard Linklater juega con la idea de la inmediatez dentro de lo ordinario para construir historias muy cercanas a la cotidianidad.
Por: Juan Pablo González Cásas
¿Cómo son los sueños? ¿Cómo vivimos realmente nuestros sueños? ¿Qué nos quieren decir? Estos son los pensamientos inconscientes del joven protagonista interpretado por Wiley Wiggins en el mundo de Waking Life, un viaje introspectivo por el pensamiento humano y su naturaleza.
Richard Linklater es conocido por plasmar historias cotidianas y emocionales en sus proyectos con un estilo empático pero directo y realista, que lo diferencia de cualquier cliché de la industria. Este film fue realizado antes de la trilogía de Before (sunrise, sunset y midnight), y de Boyhood, la ambiciosa película producida durante más de una década. Desde Waking Life se puede observar cómo a Linklater siempre le ha interesado explorar un aspecto curioso de la vida humana: el tiempo presente, el ahora y el momento. El director en sus películas juega con la idea de la inmediatez dentro de lo ordinario para construir historias muy cercanas a la cotidianidad. Sin embargo, con Waking Life decide usar este estilo narrativo, y lo lleva más allá, utilizando un estilo visual predominante como metáfora para la exploración de temas filosóficos y trascendentales.
Waking Life es una película experimental y animada en un estilo que usa la técnica de rotoscopia para reforzar ese mundo existencialista y filosófico que representa los sueños. Es casi una docuficción donde las situaciones del personaje, aunque parecieran aleatorias, se desarrollan con diálogos que hilan la narrativa mientras exploran temas como el sentido de la vida, la realidad, los sueños y la naturaleza del ser humano.
Los sueños en este film son coloridos, distorsionados y aleatorios. Cada escena es una pintura diferente y casi parecen trazos de diferentes artistas. Esto ayuda a la creación de un sentimiento de irrealidad desde la primera escena, y es una sensación que se expande y se mantiene durante toda la historia. Cada elemento de la película está en constante cambio, literalmente.
Por otro lado, el tiempo presente jamás había sido tan manipulado como en el mundo de los sueños de Linklater, donde ni el tiempo ni el orden importan en la forma narrativa de la película, pero así son los sueños y Waking Life logra representarlo. A pesar de no tener un camino narrativo estándar, se percibe un hilo invisible que sigue al protagonista y mantiene una sensación constante de misterio.
Esto es reforzado por el hecho de que en cada escena hay un personaje diferente con el cual el protagonista dialoga, y otras escenas donde terceros conversan y el protagonista es un espectador omnisciente. Ve y oye pero no hace parte de estas conversaciones. Ahora bien, cada escena y cada diálogo que el protagonista tiene con los personajes tiene una enseñanza sobre diferentes aspectos de la vida a del ser humano. La forma en la que surgen dudas existenciales y la interacción por parte del protagonista nos hace entender la profundidad de la vida que llevamos y cómo siempre habrá reflexiones que podemos aplicar en nuestras vidas.
Algunas de las reflexiones que hace Linklater a través de sus personajes:
- La vida se construye a partir de las decisiones propias.
- El amor es sólo una palabra que en sí misma no tiene fuerza, sino que el significado real viene de otra parte.
- La conciencia humana tiende a transformarse.
- La realidad es sólo una creación de la mente.
Estas enseñanzas son materia del debate con otros personajes y/o parte de conversaciones ajenas dentro del entorno de los sueños. Linklater estira tanto el tiempo presente que nos hace preguntarnos si la realidad en la que vivimos es sólo una representación de nuestra mente.
