Su color favorito es el rosa chicle, pero su vida tiene episodios con colores menos vibrantes y muchos traumas. Tras confesar el pasado septiembre en su documental, This is Paris, que sufrió abusos cuando era adolescente, Paris Hilton, que el 17 de febrero cumplirá 40 años, ha vuelto a primera línea mediática. Ahora ha vuelto a rememorar el presunto abuso que sufrió en la escuela Provo Canyon, un internado de Utah donde estudiaba y residía cuando tenía 16 años. Allí estuvo durante 11 meses que se le hicieron eternos, porque asegura que en aquel centro abusaron de ella mental y físicamente, con golpes y castigos que la tenían aterrorizada.
La nieta del creador del imperio hotelero está decidida a que otros niños no pasen por el calvario que ella pasó y ha reunido todo el valor para sentarse ante un comité en el Capitolio del Estado de Utah, en Salt Lake City (EE.UU.), y contar su experiencia como "superviviente de un abuso institucional". La empresaria y celebridad revivió, con mucho dolor y lágrimas en algunas ocasiones, aquella pesadilla que no pudo explicar ni a su padres en el momento en que ocurrieron los hechos, porque "cada que vez que lo intentaba, me castigaban".
Adolescente "rebelde"
"Una noche, dos conductores que llevaban esposas me despertaron en mi casa y me preguntaron si escogía el camino fácil o difícil"
Paris Hilton, en su testimonio ante los legisladores del estado de Utah
"Todo ocurrió hace 23 años, entonces yo sólo tenía 16 años. Una noche, dos conductores que llevaban esposas me despertaron en mi casa y me preguntaron si escogía el camino fácil o difícil. Me llevaron entonces al aeropuerto y me separaron de todos los que conocía y amaba. Así fue cómo me llevaron al Estado de Utah", ha explicado ante el comité, que está sopesando aprobar una nueva legislación para regular los centros donde son internados de menores calificados "difíciles". Ella acabó allí porque sus padres consideraron que estaba fuera de control viviendo una vida llena de locuras y derroches en Nueva York.
Una vez en el internado, Paris asegura que sufrió abusos y que le daban medicamentos, que le provocaban sueño y aturdimiento, sin haber tenido un diagnóstico previo. Además, ha contado que cuando se duchaba siempre tenía a personal del centro mirándola: "Sentía sus ojos penetrantes mirando mi cuerpo. Entonces era solo una niña y eso me hacía sentir violada todos los días".
Castigos y violaciones
"En otras ocasiones me encerraban sin motivo en una pequeña habitación cubierta de marcas de arañazos y manchada de sangre"
La celebridad, con lágrimas en los ojos, ha rememorado que "en otras ocasiones me encerraban sin motivo en una pequeña habitación cubierta de marcas de arañazos y manchada de sangre. No tenía aseo", ha añadido sobre otro de los episodios que vivió en aquel internado. "Los niños eran inmovilizados, golpeados, arrojados contra las paredes, estrangulados y sufrían abusos sexuales con regularidad. (...) No cuento esta historia para dar pena, sino para alumbrar una realidad de lo que pasó hace tiempo y que sigue sucediendo ahora. Esta gente debería avergonzarse de sí misma", ha explicado ante el comité.
Paris Hilton habla sobre el abuso que dice haber sufrido en un internado en Utah en la década de los noventa
Meses después de haber confesado todo esto en el documental –que fue cuando sus padres, Kathy y Richard Hilton, se enteraron de lo ocurrido–, publicó un post en Instagram de cuando tenía 18 años. En este se ven dos fotos de ella, tomadas nada más regresar de aquel internado. "Puedo ver el dolor en mis ojos, estaba tan traumatizada que traté de hacer como si nada hubiera pasado para bloquear los recuerdos dolorosos", escribía junto a las fotos.
En primera persona
La celebridad quiere contribuir con su testimonio a que la legislación ponga fin a posibles abusos en los internados
El internado actualmente tiene otros propietarios, que lo compraron en el 2000 y que aseguran no saber nada de lo ocurrido en los años en los que Paris Hilton estuvo internada. Pero la celebridad quiere contribuir con su testimonio a que la legislación ponga fin a posibles abusos en los internados: “No puedo irme a dormir por la noche sabiendo que hay niños que están experimentando el mismo abuso por el que pasamos yo y tantos otros, y ustedes tampoco deberían hacerlo”, concluía su testimonio.