Biografia de David Ricardo

David Ricardo

Economista ingl�s (Londres, 1772 - Gatcomb Park, Gloucestershire, 1823). Proced�a de una familia jud�a sefard� originaria de Holanda, y en aquel pa�s recibi� su primera educaci�n jud�a ortodoxa. Luego se form� en la pr�ctica ayudando a su padre, que era corredor de Bolsa. Tras romper con su familia por su matrimonio con una mujer cristiana (cu�quera), se estableci� por su cuenta como corredor y especulador de Bolsa, acumulando en poco tiempo una gran fortuna, que le permiti� retirarse de los negocios a los cuarenta a�os.


David Ricardo

Su formaci�n econ�mica fue autodidacta y tard�a, y se debi� a la lectura de la obra fundamental de Adam Smith, La riqueza de las naciones. A partir de ella desarroll� su propio pensamiento, centrado inicialmente en cuestiones monetarias; en ese terreno no fue muy original, defendiendo la teor�a cuantitativista que vinculaba la inflaci�n monetaria con la abundancia de dinero, y postulando, por tanto, la vuelta del Banco de Inglaterra al patr�n oro.

Fue su amigo James Mill el que, consciente del valor intelectual de Ricardo, le anim� a poner por escrito su concepci�n te�rica del sistema econ�mico, en la �poca en que ya se hab�a retirado al campo a cultivar sus aficiones. Fue as� como surgieron los Principios de econom�a pol�tica y tributaci�n (1817), una obra breve que contiene la formulaci�n m�s sistem�tica y coherente del pensamiento econ�mico cl�sico.

Mill quiso ir m�s all� y convenci� a Ricardo para que entrara en la pol�tica activa, a fin de �educar� al Parlamento en materia de econom�a; efectivamente, se hizo elegir por un distrito de bolsillo de Irlanda en 1819 y actu� en la C�mara de los Comunes hasta su muerte como un liberal independiente. Durante a�os mantuvo un acalorado debate intelectual -compatible con relaciones de amistad y respeto- con Thomas Malthus.

La obra de Ricardo destaca por su razonamiento abstracto, simplificando la realidad hasta definir un modelo te�rico que d� cuenta del funcionamiento esencial del sistema econ�mico; se le considera, por ello, el padre de la teor�a econ�mica y el primer economista profesional.

Fue un ardiente liberal, partidario de pol�ticas econ�micas que impulsaran el crecimiento econ�mico a base de garantizar a los capitalistas altos m�rgenes de beneficio, de manera que vino a teorizar el proceso de la Revoluci�n Industrial brit�nica. Razon� sobre la base de suponer que los salarios no pod�an -ni deb�an- elevarse sobre el nivel de la mera subsistencia; y critic� hasta la saciedad a los terratenientes, describiendo la renta de la tierra como un ingreso parasitario que no contribu�a a la producci�n, pero que frenaba el crecimiento. Por la ley de los rendimientos decrecientes, cre�a inevitable un proceso de elevaci�n de las rentas de la tierra y de los salarios de los trabajadores, que ir�a reduciendo los m�rgenes de ganancia hasta provocar el fin del crecimiento capitalista (el estado estacionario).

Con su teor�a de la ventaja comparativa argument� de manera convincente en favor del librecambismo; y propugn� la abolici�n de las Leyes de Granos brit�nicas, mecanismo proteccionista que contribu�a a enriquecer a los terratenientes (que dominaban el Parlamento y la vida pol�tica) en detrimento de los verdaderos creadores de riqueza, que eran los empresarios capitalistas. Ricardo fue, por tanto, un portavoz cualificado de los intereses empresariales surgidos al calor de la Revoluci�n Industrial; y as� se explica su influencia sobre el resto de la escuela cl�sica (hasta John Stuart Mill) y sobre el pensamiento econ�mico ortodoxo del mundo capitalista hasta el siglo XX (actualizado por revisiones como la de Alfred Marshall).

Sin embargo, tambi�n hab�a en sus escritos elementos que permitieron interpretaciones de tipo socialista, y de hecho el pensamiento econ�mico de Marx consisti� en desarrollar las ideas de Ricardo hasta sus �ltimas consecuencias: por ejemplo, Ricardo hab�a asentado definitivamente la teor�a del valor-trabajo, seg�n la cual s�lo el trabajo produce valor, de donde Marx extrajo la conclusi�n de que los capitalistas explotan a sus trabajadores porque detraen una parte del producto de su trabajo -la plusval�a- para apropi�rselo como beneficios; tambi�n aprovech� Marx la idea ricardiana del estado estacionario para profetizar un derrumbamiento inevitable del sistema capitalista, agotado por sus propias contradicciones.

Aparte de esta vinculaci�n con el socialismo marxista, Ricardo dio pie tambi�n a otras interpretaciones heterodoxas, como la de Henry George (basada en la ilegitimidad de la renta de la tierra, que deb�a ser confiscada por el Estado mediante un impuesto), la de los socialistas ricardianos o, ya en el siglo XX, la escuela neorricardiana fundada por Sraffa.

C�mo citar este art�culo:
Fernández, Tomás y Tamaro, Elena. «». En Biografías y Vidas. La enciclopedia biográfica en línea [Internet]. Barcelona, España, 2004. Disponible en [fecha de acceso: ].