La fascinante vida de Renée Dorleac, la madre de Catherine Deneuve que ha muerto a los 109 años: actriz de rodaje, nuera de Roger Vadim y Marcello Mastroianni...

La gran diva del cine francés recibió ayer la peor de las noticias días después de haber reaparecido radiante en el Festival de Cannes: el fallecimiento de su madre, Renée Dorleac.

Renée Simonot, madre de Catherine Deneuve, en la boda de su nieto, Christian Vadim, el 21 de septiembre de 1996.

Curiosamente, hace tan solo unos días el periodista Pedro G. Cuartango recordaba de nuevo a François Dorleac en un artículo sobre una serie de fotografías de la actriz francesa con su partenaire David Niven , tomadas probablemente durante la promoción del filme que rodaron juntos en 1965, ¿Dónde están los espías?. Instantáneas en las que Dorleac rebosaba belleza, talento y vida, y en las que nada hacía presagiar el fatal accidente de tráfico que acabaría con su vida poco después.

El 26 de junio de 1967 Françoise tenía 26 años de edad y una carrera cinematográfica en ascenso -acababa de protagonizar junto a su hermana, Catherine Deneuve, Las señoritas de Rochefort-. La joven conducía a toda velocidad hacia el aeropuerto de Niza en un Renault 10 alquilado. Desde allí, planeaba volar a Londres para trabajar con Michael Caine. Perdió el control del automóvil y se estrelló contra una señal de tráfico. Cuentan que tuvo que ser identificada por los restos de su carné de identidad que se salvaron de las llamas.

François Dorléac, en un fotograma de 'El hombre de Río'.

© Cordon Press

La muerte de la segunda de sus cuatro hijas fue sin duda la gran tragedia de la vida de Renée Dorleac, de soltera Deneuve, que falleció el pasado domingo 11 de julio a los 109 años de edad. Apenas un día después de que Catherine Deneuve reapareciera en el Festival de Cannes y fuese ovacionada por su papel en su última película, De son vivant.

"Me llamo Deneuve, como Catherine", solía decir Renée con humor, tal y como recoge la edición francesa de The Huffington Post en un artículo que reseña sus comienzos como actriz con el nombre artístico de Renée Simonot. Un homenaje a su madre, actriz lírica. Renée actuó durante tres decenios en el Teatro del Odeón antes de emprender una exitosa carrera como actriz de doblaje. Llegó a convertirse en la voz en francés de estrellas de Hollywood como Olivia de Havilland, Judy Garland o Esther Williams, lo que la ayudó por cierto a ganar dinero de forma "rápida y fácil" por primera vez, tal y como reconoció ella misma en alguna entrevista. "Nunca doblaba mujeres coquetas o villanas, sino ingenuas o jóvenes, como en el teatro", presumía. Sin embargo, acabó dejando el doblaje para dedicarse a su familia: su hija Danielle, nacida de una relación anterior, y las tres -François, Catherine y Sylvie- que tuvo con su colega Maurice Dorleac, que falleció en 1979.

Ya viuda y retirada del mundo del espectáculo Renée se dedicó entre otras cosas a seguir de cerca los éxitos de Catherine Deneuve, que tomó de ella su apellido para triunfar en el cine, y, a cuidar de sus nietos Christian Vadim, hijo de la protagonista de Belle de Jour y el director de cine Roger Vadim, o Chiara Mastroianni, que también ha seguido los pasos de sus padres, Catherine y Marcello Mastroianni, y se dedica a la interpretación. Renée también fue suegra por cierto del fotógrafo británico David Bailey, primer marido de Catherine.

“Mi madre vive sola, juega al bridge, usa gafas, pero conserva el oído y una gran cabeza. Sin duda, es una imagen muy reconfortante de la vejez", dijo en 2012 la musa de Buñuel sobre su madre. Un año después, ella misma declaró: “"Mi vejez no es triste. No hay un día en el que no reciba una llamada telefónica o una visita de mis hijos y nietos". Tal y como ha anunciado la familia, la decana de los actores franceses será enterrada en el panteón familiar en la intimidad.