19/04/2024 - Dora García nos invita a observar la evolución de los movimientos feministas desde el punto de vista de una militante que ha utilizado el amor como arma revolucionaria

(Revolución, cumple tu promesa) Amor rojo, de la artista española Dora Garcia, que tuvo su estreno mundial en la sección Burning Lights del Festival Visions du Réel, explora con empatía y una buena dosis de provocación la huella indeleble que la revolucionaria rusa Alexandra Kollontai dejó en los movimientos queer y transfeministas mexicanos (entre otros). A través de imágenes de archivo, extractos de textos e impactantes testimonios de activistas que siguen luchando por su derecho a existir, Amor rojo nos ayuda a comprender que el feminismo debe leerse siempre en plural. Partiendo de un punto de vista queer e interseccional, Dora García nos muestra lo cruciales que son las batallas feministas en la creación de un mundo más justo, tolerante y abierto para cualquiera que difiera de la norma.

¿Podría ser el amor la pieza que nos falta para ganar la revolución, un arma tan poderosa que tiene el potencial de derribar un patriarcado que ha hecho de la arrogancia y la violencia sus caballos de batalla? Alexandra Kollontai, revolucionaria rusa de principios del siglo XX, feminista marxista, diplomática y firme partidaria de un tipo de revolución que utiliza el amor para generar un cambio social radical, está convencida de ello. En su opinión, la solidaridad se basa principalmente en los vínculos emocionales y espirituales entre los miembros de una misma comunidad, no solo en intereses similares. En este sentido, el afecto, la solidaridad y el amor se convierten en el cemento con el que se construyen lazos duraderos que prevalecen sobre el simple interés común.

Gracias a un montaje ingenioso y eficaz, que combina imágenes de archivo que preservan la memoria de Kollontai (la escena en la que extraen con delicadeza un vestido perteneciente a la revolucionaria y lo depositan cuidadosamente sobre una mesa inmaculada, de forma casi ceremonial, resulta particularmente conmovedora y poética) con el retrato de un grupo de activistas que comparten recuerdos de momentos difíciles de su vida y de manifestaciones feministas en Ciudad de México, Dora García teje una historia compuesta de hilos invisibles. Los vínculos entre estas realidades, marcadamente distintas en ciertos aspectos (teoría, acción militante y recuerdos personales de una violencia peligrosamente cotidiana), se hacen evidentes e indisolubles a través del cine. En esta rica y compleja historia, Kollontai se convierte en una valiosa aliada y fuente de inspiración para los movimientos queer y feministas interseccionales en América Latina y más allá.

El potencial político del amor se expresa en Amor rojo a través de conmovedores testimonios de quienes han vivido en primera persona la violencia de una sociedad heteropatriarcal feroz e intolerante. La historia de la chica trans a la que Dora García filma en desgarradores primeros planos es un ejemplo particularmente emotivo. Su rostro, en el que están escritas las palabras “te quiero”, se expresa más allá de las palabras, mostrándonos cómo la violencia puede dejar su huella tanto en nuestras mentes como en nuestros cuerpos. Apoyada y escuchada por un grupo de disidentes que han hecho de la empatía y la escucha su credo, los traumas de su pasado se transforman en testimonio de una violencia que ya no puede ni debe tolerarse.

Decididas a luchar no solo contra el patriarcado, sino también contra una visión unilateral, excluyente y blanca del feminismo, estas disidentes sueñan con un mundo en el que puedan expresar su diversidad con orgullo.

Con (Revolución, cumple tu promesa) Amor rojo, Dora García nos regala una película política y militante, un potente concentrado de esperanza y ternura que devuelve la dignidad a quienes la sociedad pretende silenciar por ser diferentes o, como diría con orgullo Jack Halberstam, por ser magníficamente imperfectos.

(Revolución, cumple tu promesa) Amor rojo es una producción de Dora Garcia y Auguste Orts.

(Traducción del italiano)