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▷ Qué ver en RABAT, Marruecos y por qué deberías visitar esta ciudad
Rabat es una gran desconocida para la mayoría de los viajeros que se la saltan sin remordimientos y sin saber que están cometiendo un error. La infravalorada capital de Marruecos merece mucho la pena y con tan pocos turistas, conserva un carácter local, auténtico y especial que es difícil de encontrar en otras ciudades más explotadas. Descubre todo lo que tienes que ver en Rabat, una ciudad donde podrás disfrutar de la esencia de Marruecos y observar la cultura marroquí sin filtros.
A pesar de ser la capital de Marruecos y una de sus 4 ciudades imperiales, Rabat se cuela muy pocas veces en los itinerarios de los visitantes de este país. Sinceramente, a mí esto me parece un error. Aunque la ciudad tal vez no tenga los atractivos turísticos de Marrakecho Fez, lo compensa con mucho encanto y un carácter genuino que se echa en falta en otras ciudades de Marruecos más visitadas.
Rabat es una ciudad muy interesante y llena de contrastes que fusiona la modernidad y la elegancia, que se refleja en sus amplias avenidas y en los edificios gubernamentales heredados del colonialismo francés, con la tradición y el color, que se percibe en las callejuelas de la medina y en sus escenas de vida cotidiana.
Rabat es además una ciudad perfecta para visitar si haces el trayecto desde Marrakech a Fez (o viceversa). Es un punto intermedio entre ambas ciudades donde podrás descansar del camino y ver Marruecos con otros ojos. De hecho, yo decidí viajar a Rabat por esta razón la última vez que estuve en Marruecos sola. Hay casi 8 horas de camino entre Marrakech y Fez y, como no me apetecía pasar casi un día entero en la carretera, decidí hacer una parada en Rabat (a medio camino entre ambas) y dedicarle un día a la capital de Marruecos. Al final, esto resultó ser todo un acierto. Visitar Rabat merece mucho la pena aunque sea durante un solo día. A continuación te explico los mayores atractivos que ver en Rabat, por si tú también decides darle una oportunidad a la olvidada, pero interesante capital de Marruecos.
Como en cualquier ciudad marroquí, lo primero que ver en Rabat es su medina, su alma. Y tengo que decir que, después de visitar Marrakech, la medina de Rabat me conquistó por su paz. No es que no estuviera llena de gente, una medina en Marruecos es siempre es sinónimo de hormiguero. Pero, a diferencia de otras ciudades más turísticas, en la medina de Rabat me sentí casi invisible. Después de varios días en Marrakech con la sensación de tener monos en la cara, agradecí mucho pasar un poco desapercibida. En la medina de Rabat no tuve la sensación de que todo el mundo quisiera venderme algo o hablar conmigo. De hecho, nadie quiso hablar conmigo en todo el día que pasé en Rabat y solo hablé con la gente que me contestó cuando yo inicié la conversación.
Tampoco sentí que me miraran demasiado y los que sí lo hacían, mostraban más que nada curiosidad y extrañeza. Como preguntándose, «¿pero qué hace esta chica por aquí sola?». La verdad, me pareció una medina muy diferente a las de otras ciudades marroquíes. Llena de vida y de gente, pero de gente local haciendo sus compras para su día a día. Con muchas tiendecitas, pero casi todas dirigidas a los locales, sin tanta artesanía o aceite de Argán. Allí sobre todo vendían gallinas, frutas y verduras, carne y pescado con sus moscas alrededor. Vamos, una imagen de Marruecos sin maquillaje y sin filtros.
La Medina de Rabat me pareció muy limpia y colorida, con rincones llenos de encanto donde perderse y disfrutarla sin prisas.
Rincones con encanto en la medina de Rabat.
El Museo de las muñecas del mundo
Una pequeña joya escondida en el laberinto de callejuelas de la medina de Rabat es el Museo de las muñecas del mundo (Exposition Poupées du Monde). Este curioso museo se encuentra en un riad de más de 200 años de historia y expone una extensa colección de 2500 muñecas de más de 90 países. Son muñecas de todo el mundo que la madre de la familia (que vive en ese mismo riad) ha ido coleccionando a lo largo de su vida.
Este es un museo poco convencional pero muy interesante que ver en Rabat y lleno de encanto tanto por las muñecas, como por la arquitectura del edificio. Recomiendo visitarlo para ver algo fuera de lo común en tu viaje a Marruecos.
El Cementerio de los Mártires
Saliendo de la medina en dirección al mar está el cementerio de los Mártires. No es un lugar muy turístico que ver en Rabat pero impresiona la imagen de miles de tumbas con el océano como telón de fondo.
Si cruzas la carretera a la derecha, llegarás al siguiente punto de nuestra ruta por Rabat: la casba de los Udayas.
La casba de los Udayas: el barrio azul de Rabat
La casba de los Udayas es uno de los lugares más bonitos que ver en Rabat, si no el que más, y el que más te sorprenderá.
Las casbas, que en español conocemos como alcazabas, son ciudadelas amuralladas que solían edificarse en las ciudades norteafricanas a la entrada de los puertos para defenderse de los ataques enemigos. La casba de Rabat se remonta al siglo XII y se sitúa junto a la desembocadura del río Bouregreg.
Para mí, visitar la Casba de los Udayas fue toda una sorpresa. Desde fuera mirando sus murallas no podía imaginarme lo bonito que es por dentro. Una vez allí, me encontré en un laberinto de callejuelas azules y blancas llenas de luz que me recordaron mucho a Chefchaoueno incluso a algún pueblecito andaluz con sus macetas en las paredes, sus puertas decoradas con mimo, sus gatitos adormilados al sol, etc. La casba de los Udayas es un lugar perfecto que ver en Rabat disfrutando de la brisa marina para desconectar del tráfico y el bullicio de la ciudad.
El Jardín Andalusí
Tras salir del entramado de calles de la casba de los Udayas, llegarás al Jardín Andalusí, todo un oasis de tranquilidad. Aunque predomina el estilo andalusí, lo cierto es que estos jardines fueron obra de los franceses a principios del siglo XX.
También en ese jardín se encuentra el Museo de los Udayas, otro edificio impresionante que muestra una colección de joyas bereberes, objetos de cerámica, alfombras de la ciudad e instrumentos musicales.
La torre Hassan. Foto de Hamza Nouasria en Unsplash.
La Torre Hassan
Otro lugar imprescindible que ver en Rabat es la Torre Hassan, el minarete de la que pretendía ser la mezquita de Hassan. El proyecto de mezquita, a petición del sultán Yaqub Al Mansur, era un proyecto muy ambicioso: pretendía ser la más grande del mundo y competir en belleza con la Gran Mezquita de Córdoba. Sin embargo, el proyecto fue abandonado en 1199 tras la muerte del sultán. A día de hoy quedan alrededor de la torre las 348 columnas sin terminar que iban a ser los pilares de la mezquita que nunca se llevó a cabo.
Frente a la torre, está el Mausoleo de Mohamed V, otro de los edificios más impresionantes que ver en Rabat. De estilo clásico árabe-andaluz, en este mausoleo se encuentran los restos del “padre de la Independencia marroquí” Mohamed V y sus dos hijos, es decir, el abuelo, padre y tío del rey actual.
Chellah: los orígenes de Rabat
Otra de los lugares más interesantes que ver en Rabat es la necrópolis de Chellah, un yacimiento arqueológico donde en su día vivieron fenicios, romanos y árabes. Hoy en día, quedan las ruinas históricas de un castilo y otros vestigios arqueológicos de la antigua ciudad romana.
Avenida Mohamed V
La moderna Avenida de Mohamed V, obra de los franceses, está en la parte nueva de Rabat conocida como Ville Nouvelle. Allí se congregan los edificios gubernamentales más importantes como el Parlamento, la oficina de Correos o el Banco de Marruecos. También se encuentra allí la estación de trenes (Gare de Rabat Ville) que te será útil si quieres viajar a Marrakech o Fez.
Vistas de la medina de Rabat.
Dónde alojarse en Rabat
Al no haber tanta oferta de alojamiento, ni mucho turismo en la ciudad, dormir en Rabat es bastante más caro que en otras ciudades marroquíes. No obstante, merece la pena pagar un poco más y pasar la noche en un riad tradicional. Todo un lujazo y algo imprescindible que hacer en Marruecos. A continuación te doy algunas de las mejores opciones donde dormir en Rabat:
Riad Jbara: yo me alojé en este riad y lo recomiendo. Es un riad clásico con un patio central precioso en todo el meollo de la medina. Tiene vistas a la ciudad muy bonitas desde la terraza y sirven un desayuno clásico marroquí delicioso.
Dar Yanis: otro riad muy céntrico, con habitaciones cómodas y desayuno.
Riad Marhaba: un riad espectacular frente a la playa con habitaciones preciosas y mucho estilo.
Riad L’Alcazar: un riad de lujo que parece haber sido sacado de las Mil y Una noches.
Espero que estas ideas sobre las mejores cosas que ver en Rabat te hayan servido y que, con suerte, decidas a darle una oportunidad a esta bonita ciudad marroquí. Estoy segura de que terminará siendo una de tus favoritas en tu viaje a Marruecos.
Y tú ¿ya has estado en Marruecos? ¿Has visitado Rabat? ¡Cuéntame tu experiencia!
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Ana es andaluza pero casi nunca la encontrarás en España. Aunque adora su tierra, siente una gran atracción por lo desconocido y viaja siempre que puede. Ahora vive en Estambul, donde da clases de español y escribe sobre sus viajes favoritos.
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