¨En el seno del Rock Progresivo¨

Crítica escrita por Christian Darchez

Posiblemente uno de los mejores y más diversos discos que he escuchado en mi vida pergeñado en la escena tan particularmente amada y odiada como lo es la del Rock Progresivo. Y que jamás hubiese llegado a el si un primo (que hace ya 13 años partió a la eternidad y vive en mi memoria) no me prestaba aquel gastado CD allá por el 2001, cuando ya mi mente buscaba explorar otras vertientes musicales que no se ciñeran precisamente al más duro machaque, y vaya que se lo agradecí!, hasta el día de hoy y eternamente le voy a estar agradecido.

Alan Parsons Project fue un peculiar proyecto craneado por el ingeniero de sonido, productor y compositor Alan Parsons y el también productor, compositor y vocalista Eric Woolfson, que se conocieron en las sesiones de grabación de Wish you were here de Pink Floyd en los míticos estudios Abbey Road allá por 1974. Tras las muy buenas recepciones del debut Tales of mystery and imagination (1976) con líricas inspiradas en la obra de Edgar Allan Poe (de ahí el titulo del disco) y I, robot (1977) con el famoso libro ¨Yo, robot¨ del autor Isaac Asimov como punta de lanza; ambos discos muy celebrados por la prensa y la escena progresiva que los convirtió en éxitos de venta.

Para 1978 llegaría la obra que hoy nos ocupa: Pyramid, tercer disco del proyecto, se aleja del Rock duro y elaborado de los anteriores y presenta un perfil mucho más permeable a otros estilos pero muy bien acoplados al Rock Progresivo y Sinfónico (hoy en día convertidos en sinónimos) como lo son el Pop Rock, Art Rock, las sutilezas de las bandas sonoras de pelis hicieron que se diferencie notablemente de sus predecesores. Muchos se preguntaran porque elegí a Pyramid y no a los dos primeros; si bien me encantan esos discos y éste es mucho más liviano, es justamente por el enorme trabajo de composición y estructuración, que se pese a los cambios, sabemos que se trata de un disco de Alan Parsons Project y que posee identidad propia.

Como fui adelantando acá no hay grandes guitarrazos y sintetizadores complejos sino más bien líneas delgadas de guitarras eléctricas y acústicas pero rica en matices y pasajes que juegan a favor de composiciones más lineales que apuntan al formato canción, llámenlo Pop si quieren pero acá lo hay del bueno. Bases rítmicas mucho menos intrincadas pero que sin embargo tejen muy buenos tempos, sintetizadores y pianos de intervenciones que en algunos casos apuntalan las canciones y en otros tomando la posta, ah! y también un muy buen elenco de voces que en mayor y menor medida se destacan y nos transportan a distintos estados de animo en las líricas de las canciones, esta vez más centradas en aspectos humanos y existenciales como el destino y la muerte como truncadora de proyectos a futuro.

Desde el inicio con el delicado instrumental Voyager de suaves intervenciones de sintetizadores y guitarras, para llegar al ritmo lineal de la popera pero sinfónica What goes up (cantada por David Paton), pero con un hermoso arreglo de teclados tras un escueto punteo de guitarra la hacen muy especial, no por nada es uno de los grandes clásicos del grupo!. Seguido de la genial balada The eagle will rise again (cantada por Colin Blunstone y con Eric Woolfson en los coros) con teclados y líneas melódicas vocales. La cosa se pone más movida con el Rock Sinfónico setentoso de One more river (cantada por Lenny Zakatek) construidos a través de sintetizadores y un muy buen solo de saxo y con Can’t take it with you, casi en la misma línea pero con el Art Rock apuntalado por la guitarra y los sintetizadores acompañando la melodía y portadora de interludios muy a lo Pink Floyd (bueno, era cantado que Parsons y Woolfson, habían sido tocados por la sensibilidad del fluido rosa). Hasta llegar a una de las mayores joyas del disco: el instrumental In the lap of the gods que van desde la breve intro de sonidos místicos egipcios, que muta en el misticismo helénico sostenido con hermosos arreglos melancólicos e hipnóticos a lo Pink Floyd, para culminar con sonidos épicos con coros gregorianos y arreglos de orquesta sinfónica muy digna de alguna peli de ¨espada y brujería¨. No sería descabellado pensar que Basil Poledouris la haya escuchado antes como fuente de inspiración para componer la música de ¨Conan, el bárbaro¨ en 1982.

Lamentablemente luego de esa gloria orgásmica llegamos al único punto flojo y desastre del álbum: Pyramania y sus sintetizadores tocados en plan piano que pese a sus buenas intenciones, es totalmente arruinada por la labor de Jack Harris y sus falsetes intentando emular a Rick Davies (Supertramp) queriéndole dar matices alegres pero el resultado es por demás infantil y grotesco. Por suerte llega la locura del instrumental Hyper-gamma-spaces y su ritmo casi bailable entre programaciones y sintetizadores propios del Rock Progresivo y Sinfónico, raro pero muy bonito y que borra de un plumazo el chasco anterior. Hasta llegar al final con la sensibilidad de la muy popera pero emotiva Shadow of a lonely man (cantada por John Miles), una balada amarga a piano y suaves arreglos de sintetizadores cierran el álbum en muy buena forma, para esta instancia ¡caemos en la cuenta que solo transcurrieron 37 minutos!, tantas emociones puestas en tan poco tiempo es algo que muy pocos pueden lograr.

Claro que el tremendo resultado se debió a la tremenda labor de co-composición y producción a cargo de Alan Parsons (en estudio ese era su rol, mientras que en vivo se encarga de la guitarra) que maquilló y le dio nuevas aristas a cada una de las canciones. Pyramid fue un gran éxito de críticas y ventas pero que algunos fans del Rock Progresivo más radicales objetaron el rebaje de potencia con respecto a sus inicios, algo de razón tienen en cuanto a eso pero dicha objeción queda en la nada cuando le doy play a estas 8 canciones y percibo que se trata de uno de sus trabajos más inspirados e influyentes de su carrera, y que le dio pie a la banda para seguir explorando en sus posteriores lanzamientos, como se dio en Ammonia avenue (1984) como otro gran ejemplo de acercamiento a otros estilos.

Hoy en día Alan Parsons Project solo da presentaciones en vivo (dejaron de editar discos después de Gaudi en 1987 y cesaron las operaciones en 1990) con Alan Parsons manteniendo el legado ya que Eric Woolfson falleció en 2009 tras una larga lucha contra el cáncer. Pero su huella quedará grabada a cincel en el corazón de miles de personas que se acercan a la discografía este proyecto y especialmente en esta hermosa pirámide musical.

¡Gracias Alan Parsons Project por este disco 10!

Composición

Dean Ford, Colin Blunstone, Lenny Zakatek, John Miles, Jack Harris: voces

Ian Bairnson: guitarra eléctrica y acústica

David Paton – bajo y voz

Eric Woolfson, Duncan Mackay – sintetizadores

Stuart Elliot – batería – percusión

Alan Parsons: producción y composición

Track List

1 Voyager (Instrumental)

2 What Goes Up

3 The Eagle Will Rise Again

4 One More River

5 Can’t Take it With You

6 In the Lap of the Gods (Instrumental)

7 Pyramania

8 Hyper-Gamma-Spaces (Instrumental)

9 Shadow of a Lonely Man

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