Possession: un clásico de terror psicosexual - Palomita de maíz

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Possession: un clásico de terror psicosexual

Escrito el 22 octubre, 2021 @bmo985

Disponible en: Metrograph (Estados Unidos).

Dirección: Andrzej Zulawski.

Guion: Andrzej Zulawski.

País: Francia, Alemania.

Elenco: Isabelle Adjani, Sam Neill, Heinz Bennent, Margit Carsensten.

Palomómetro:

Más información de la película: https://www.imdb.com/title/tt0082933/

Possession
Possession. Dir. Andrzej Zulawski. 1981.

Prohibida en Reino Unido, premiada en Cannes y mutilada a su estreno en Estados Unidos, Possession, la cinta de culto del director polaco Andrzej Zulawski, tiene su regreso triunfal a las salas de cine gracias a una restauración en calidad 4K presentada por Metrograph. Incomprendida en su momento, Possession se ha convertido en un clásico no solo del género de terror, sino del arte cinematográfico en general.

Grabada por un equipo internacional en la entonces Berlín dividida, el filme de Zulawski cuenta la historia de un matrimonio en plena disolución. Sin ahondar en el comienzo de esta separación, la película nos hace saber que Anna (Isabelle Adjani) y Mark (Sam Neill) ya no son compatibles como pareja. Él acaba de regresar de un viaje de trabajo y ella no sabe si está lista para recibirlo. La frialdad de los colores de su departamento nos habla sobre el fracaso de su unión.

Sin embargo, su proceso de separación no será como ninguno que hayamos visto hasta el momento, pues Possession es una cinta sui generis que abreva del terror psicológico y sanguinario como del drama europeo intelectualizado. No nos extrañe entonces que esta cinta, financiada por franceses, dirigida por un polaco y estelarizada por una diva francesa y un neozelandés no haya encontrado un público en el momento de su estreno.

Zulawski nos sitúa de lleno en la Guerra Fría (Mark espera retomar su vida familiar tras “regresar de la guerra”), haciendo de la ciudad dividida un personaje más del filme. El muro que separaba las esferas de influencia estadounidenses y soviéticas es visible desde el departamento que ocupa el joven matrimonio, así como desde el piso al que Anna se muda después.

Possession
Possession. Dir. Andrzej Zulawski. 1981.

La relación entre Mark, Anna y su pequeño hijo Bob (Michael Hogben) refleja este ánimo de división y control. El intento inicial de Mark por proclamar control sobre la vida de Anna es desairado cuando queda claro que hay otros elementos en juego, y es posible ver el arco de Mark como uno de reticencia y rigidez que transita hacia la aceptación.

La fotografía, a cargo de Bruno Nuytten, hace uso extensivo del steadicam (desarrollada apenas unos años antes y hecha famosa con El resplandor de Stanley Kubrick), imprimiéndole un dinamismo que refleja el alboroto psicológico y físico de sus protagonistas. La cámara no se conforma con encuadrar a sus personajes, con frecuencia los rodea, persigue y ausculta de cerca. La fotografía en interiores captura a Mark y Anna como prisioneros, encogiéndolos dentro de cuatro paredes. Tal vez por eso la interacción de estos con la escenografía es tan marcada, tan inusualmente violenta. Las sillas vuelan por los aires y la ropa es desperdigada en el piso ante su paso. Están en guerra entre sí, pero también consigo mismos.

Ambos actores entregan actuaciones físicas, rayando con frecuencia en la exageración. Adjani recibió el premio a mejor actriz en el Festival de Cannes de 1981 por esta cinta (con absoluta razón), pero Neill también merece un reconocimiento por su tremenda interpretación.

Possession es una danza retorcida en la cual los cuerpos se contorsionan violentamente a lo largo de pasillos grises y escaleras solitarias en una ciudad gris y ruinosa que no parece haberse recuperado del conflicto armado de décadas atrás. El elemento dancístico es adoptado por la cámara de Nuytten, enlazándose con sus sujetos a cuadro a lo largo del escenario, hallando un ritmo y un sentido a sus vidas convulsas.

Possession
Possession. Dir. Andrzej Zulawski. 1981.

Berlín es el escenario perfecto para el filme de Zulawski. Bajo su lente termina pareciéndose más al panóptico de la locura que a una ciudad que alberga vida. La constante aparición del muro le otorga un aire de paranoia y persecución, y el director lo subraya con planos en que los guardias del lado soviético miran directamente a la cámara. Como la representación física de la división binaria del mundo, Berlín le permite a Zulawski jugar con el concepto de duplicidad: si hay dos ciudades con el mismo nombre, ¿puede haber dos personas iguales?

El desdoblamiento de los protagonistas es otro elemento fundamental. Adjani oscila entre la divinidad de mejillas pálidas y mirada inocente que ha visto a Dios y la locura homicida cuya retorcida sonrisa oculta un secreto abominable (el que sea capaz de alternar entre ambos gestos en un primer plano es evidencia suficiente de su maestría actoral). Por su parte, Neill parece contener tanto un padre de familia violento y autoritario, para quien el amor equivale al control, así como un padre amoroso dispuesto a todo con tal de quedarse al lado de su esposa.

Zulawski tortura a sus personajes y nos hace sentir todo su dolor y frustración. La automutilación es un tema recurrente, al igual que la convulsión. Es famosa la escena de Adjani en el túnel del metro de Berlín, tanto así que es la parte más recordada de la cinta. Zulawski la coloca como el punto de inflexión a partir del cual la trama se torna insólita y repulsiva. Es entonces que la pesadilla emerge y el terror trasciende el aspecto psicológico.

Possession es, en suma, un clásico debido a sus giros chocantes, su representación ansiosa de la separación de una pareja, sus elementos grotescos y sanguinarios, pero, sobre todo, por sus actuaciones magistrales que, a pesar de comenzar en apabullante intensidad, no alcanzan el tono chocante de la sobreactuación, de la falsedad. Asimismo, la multitud de interpretaciones surgidas a partir de su final hacen que el filme de Zulawski permanezca en nuestra mente por largo rato.

¿Cuál es el significado de esto que comenzó con intimidad y concluyó con grandilocuencia de alcances mundiales? Sea cual sea la respuesta – y cada espectador llegará a una propia –, Possession es una de esas películas que debe ser experimentada al menos una vez en la vida.

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