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Please Don’t Touch: el ecléctico disco de Steve Hackett después de Genesis

Steve Hackett

En abril de 1978 el guitarrista inglés publicó su ecléctico segundo disco solista, primero tras su lamentada salida de Genesis

Steve Hackett
Please Don´t Touch

Charisma. 1978. Inglaterra

 
El guitarrista Steve Hackett, poseedor de una extensa discografía que sobrepasa los 35 títulos a lo largo de más de 45 años de carrera artística, se ha caracterizado por  una sabía combinación entre la guitarra clásica y la eléctrica, confabulando sonidos espectrales y notas sostenidas en procura de una atmósfera no siempre melodiosa pero casi siempre seductora y fantasmal, plena de niebla y lluvia, frecuentemente lúgubre y con marcados contrastes de dulces y pastorales melodías.

Desde aquellos tiempos con Genesis y su hermosa pieza en solitario, “Horizons” (Foxtrot, 1972), de clara influencia barroca, hasta la nostálgica y misteriosa “Other Side of The Wall” (The Night Siren, 2017), Hackett ha sido un consumado maestro de ambos mundos que ha sabido transformarse en el tiempo y abrir otros espacios en colaboraciones con Chris Squire (†) (Squackett, 2012) Steve Howe (GTR, 1986) y más recientemente su excelente alianza con Djabe (Summer Storms & Rocking Rivers de 2017), prominente banda húngara de jazz y world music.

Después de un sólido éxito como solitario debutante con el excelente álbum Voyage of the Acolyte (1975), al cual algunos se refieren como “el álbum que Genesis jamás grabó”, y que salió al mercado cuando Steve aún estaba con la legendaria banda, Hackett editó este increíble trabajo que contó con la participación de emblemáticos músicos del rock, jazz y el folk norteamericano.




Consciente de su limitación vocal, frecuentemente procesada y discretamente disfrazada con efectos, Hackett se orientó en este álbum hacia un concepto de composiciones con un mayor desarrollo vocal en calidad y cantidad que su trabajo anterior. Please Don’t Touch es, entre otras tantas cosas, un despliegue de vocalistas de alto calibre dentro de una música más accesible que su primogénito “viaje del acólito”.

Las voces de Randy Crawford, Richie Havens y el vocalista del grupo Kansas, Steve Walsh, conformaron la tríada de honor a la que también se unieron los menos conocidos Feydor, Dan Owen y Dale Newman.

No siendo suficiente, Steve trajo como soporte instrumental a tres grandes músicos, dos de los cuales –el baterista Chester Thompson y el bajista Tom Fowler– eran egresados de las filas de Zappa. Phil Ehart, baterista de Kansas, sería otra pieza fundamental junto al flautista y hermano de Steve, John Hackett.

En nuestro primer encuentro visual nos atrapa una juguetería y una pareja que parece ser atacada por unos juguetes. Tras una breve investigación, la escena en cuestión es de una pareja victoriana que es atacada por ‘autómata’, una robot autosuficiente. Esta obra de Kim Poor, entonces esposa de Steve, inspiró una de las escenas del film Blade Runner de 1982.

Tras observar un poco más la detallada portada antes de romper el celofán y poner el LP en el picó, nos preguntamos por qué tanta violencia y destrucción en una juguetería. En este proceso de abrir el LP algunos éramos más delicados que otros.

La primera cara del vinilo trae cinco temas de un total de diez e inicia con “Narnia”, “Carry on up the Vicarage” y “Racing in A”. El primero está basado en “El león, la bruja y el guardarropas” de la obra de C.S. Lewis.

De una vez la acústica de Hackett nos atrapa. Walsh e Ehart hacen sentir la influencia de Kansas: “las cosas que te enseñaron en la escuela, a veces pueden desaparecer, por qué desconfías, las cosas que dije son ciertas, sobre una lugar sin planificar, sólo sucede, niñas y niños que gritan ¡sal a jugar!

Hackett nos hace sentir su magia sobre todo en el sinuoso efecto y la forma de combinar los breves pasajes con la eléctrica dejando la acústica al fondo.




Es importante destacar que la versión de “Narnia”, destinada a ser un sencillo, aparece en la edición remasterizada de 2005 con John Perry en la voz debido al rechazo de la casa discográfica de Steve Walsh para que él la cantara.

En la segunda, Hackett dedica su composición a Agatha Christie. Acá encontramos un hálito misterioso como si de un juguete asesino se tratara.

Una doble línea vocal es usada por Hackett quien hace ambas artificialmente: “A las nueve y cuarto encontraron el cuerpo en la vicaría, la gente muere de derrames todo el tiempo, veredicto de desventura reparando el tope, mientras cuidaba el rosal, la sobrina del doctor es atacada por un enjambre de abejas”.

Los versos retratan una de esas escenas de la afamada escritora.

Esta tríada culmina con “Racing in A” (Corriendo en La). El intro instrumental semeja una especie de parches sonoros.

En el coro: “Hay muchas formas de buscar mi fortuna, realmente no tengo por que enloquecer, mis pensamientos corren siempre en la vía”. Al final la pieza toma un giro barroco. Una extraña pero placentera combinación.

Los dos temas que completan el Lado A son “Kim” y “How Can I?”. La primera es un instrumental hermosísimo donde Steve y John –guitarra y flauta–  solos ejecutan esta pieza inspirada en la composición “Gymnopédie 1” de Eric Satie.

Un marcado contraste le sigue con la voz profunda de Richie Havens: “La radio local dice, es hora de irse, pero no duermo bien, dónde están esas bellezas sureñas…” Es una sencilla balada con Steve a la guitarra.

En esta primera parte las canciones fluyen de manera magistral, sobre todo si tomamos en cuenta la variedad musical que Hackett ha empleado, sabiendo bien adaptar o incorporar su estilo a voces tan disímiles como la de Walsh, Crawford y Havens. Es un cambio abrupto en relación al anterior pero es un cambio refrescante y lleno de vida.

El Lado B inicia con “Hoping Love Will Last”, “Land of a Thousand Autumns” y el tema título “Please Don’t Touch”.

La primera es una balada con tintes de R&B, lo cual representa un interesante aspecto sobre todo si consideramos que Hackett estaba enteramente entregado al progrock.

Crawford, apasionada como es, nos canta: “Hay muchos amigos que una vez conocí, que sintieron ese algo especial que comparto contigo, han crecido y se han separado en varias formas, me pregunto si alguien oye mientras comienzo a cantar, espero que el amor dure, si espero que el amor dure, que siga y siga…”

Crawford es acompañada por la soprano María Bonvino.

La segunda es una breve pieza que no alcanza los dos minutos. Es un marcado contraste con respecto a la anterior y Hackett hace evidente los elementos que, en parte, han definido su estilo.

La pieza termina de un modo tan abrupto como comienza la otra donde Hackett nos es más familiar. Dramática, espectral y llena de sorpresas con cortes donde llenan brevemente otros instrumentos, flauta, sintetizador y guitarra, que poco a poco se desvanecen y cuando un espera un breve silencio, se funde con la penúltima.

The Voice of Necam” e “Icarus Ascending” culminan Please Don’t Touch.

Necam fue una de las primeras consolas de mezclas con sistema automatizado desarrollada por AMS Neve. El efecto que produce Hackett empleando esa tecnología acá es similar al de la popular pieza de los 10cc,I’m not in Love”, años antes.

Consistía en grabar las diferentes voces en pistas de una cinta multitrack para luego repetirlas (loop). Hackett también usaría el sintetizador para guitarra Roland 500 a lo largo de toda esta obra.

La pieza inicia con unos efectos que sugieren una imagen circense que poco a poco va cubriendo el efecto y la pieza se ve transformada en algo celestial, para luego cambiar radicalmente con la sonoridad de la guitarra clásica sola, resurgiendo el efecto pero ahora de fondo y mientras Hackett pareciera improvisar.

Las cuerdas de nylon dan cierta calidez hasta fundirse con “Icarus Ascending” cantada por Havens. Una de mis predilectas del álbum. Aún hay vestigios de Genesis.

La profunda voz de Havens nos canta “Hay muchas cosas que preferiría hacer, muchos lugares donde preferiría estar” “Esplendor alas de ambición, derretidas por el sol, hacia el mar del remordimiento, ven campo santo”.

La clara imagen de la caída de Ícaro esta en esos versos. Havens es genial en su interpretación y la música de Hackett inicia con una gran tensión. La eléctrica sostenida al fondo y las voces dan un atractivo a este especial. En cada detalle escuchamos a un Hackett que se ha mantenido hasta nuestros días. La guitarra hace un solo también atractivo.

Otros músicos que participaron en esta grabación incluyen a el ingeniero y teclista John Acock, el cellista Hugh Malloy, el violinista Graham Smith, Dave Leboit también en las teclas y James Bradley en la percusión.




Durante la grabación de Wind & Wuthering (1976), varias de las composiciones de Steve Hackett fueron objeto de rechazo por la banda pero sería la decisión de colocar “Wot Gorila?” como la pieza que cerrara el Lado A, la gota que derramara el vaso.

Hackett decidiría definitivamente dejar a Genesis para dedicarse a una carrera en solitario que ciertamente ha sido exitosa y que inició con esta advertencia, “Favor ¡no tocar!”.

Las bandas Canterbury Glass, Heel Piers y Sarabande son el recuerdo de su inicio profesional y Bach, King Crimson, The Beatles, Jimi Hendrix, Danny Kirwan, Peter Green y John Mayall & The Bluesbreakers, las influencias principales que dieron todos los ingredientes a Hackett para finalmente ser poseedor de uno del estilos y lenguajes musicales más significativos e influyentes del progrock y la música en general.

Leonardo Bigott

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