Diario del Aire: Y LA GENTE SE QUEDÓ EN CASA/ Y LEYERON LIBROS Y ESCUCHARON MÚSICA...

miércoles, 17 de abril de 2024

Y LA GENTE SE QUEDÓ EN CASA/ Y LEYERON LIBROS Y ESCUCHARON MÚSICA...



Félix Población

Quizá después de una pandemia cuyo balance fue el de millones de personas fallecidas, entre las que se encontraban sobre todo muchos de los ancianos que tuvieron que vivir en su país la gran masacre de las guerras y se vieron obligadas a luchar por su recuperación, estemos ahora ante la posibilidad de que estalle en Oriente Medio un conflicto armado cuyas consecuencias nadie se atreve a imaginar por poder ser quizá inimaginables. De nada sirvieron aquellas proposiciones de enmienda para nuestro planeta que se llegaron a razonar y exponer en aquel largo tiempo de internamiento que parecía propio de una película de ciencia-ficción. Hasta es posible que el mundo se haya desquiciado aún más desde entonces, como si aquel virus hubiese tenido más efectos de los descritos por la ciencia y hubiese reproducido en la conducta humana lo más negro de su historia. Como tal se ha de catalogar el retorno de los genocidios, como el que desde hace más de medio año sufre el pueblo palestino en la Franja de Gaza, el primero del siglo XXI, respaldado y armado por los países más poderosos de la Unión Europea a la que pertenece el nuestro. Hasta tal punto es así que en Berlín se ha prohibido estos días dar voz a los intelectuales y activistas que se oponen a esa brutal limpieza étnica, después de que la mayoría de los medios de comunicación se prestaran un mes antes a combatir la celebración de una conferencia sobre Palestina en la capital alemana.  Si a esto añadimos la posibilidad de que Israel, el Estado genocida protegido y armado por Estados Unidos y la Unión Europea,  se enzarce con Irán en un conflicto armado, podría existir el riesgo de que esta guerra se internacionalizara con resultados catastróficos de los que sólo el ser humano sería responsable, sin que de nada sirviera lo especulado filosóficamente para sanarnos y sanar al planeta cuando todo él se vio afectado  por una pandemia que dejó desoladas las ciudades y atestados los cementerios, y que quizá la escritora Kathlen O'Meara  pudo llegar a imaginar, como también hiciera con otros episodios históricos de un periodo que no llegó a vivir. Kathleen O'Meara, conocida por el seudónimo Grace Ramsay (1839- 1888), fue una escritora y biógrafa católica irlandesa de finales de la era victoriana. Trabajó como corresponsal en París de The Tablet, una de las principales revistas católicas británicas. Irish Monthly también publicó muchos de sus trabajos biográficos y serializados.  O'Meara  fue igualmente una autora que escribió obras de ficción en las que exploró una variedad de temas, desde el sufragio femenino hasta las revoluciones de Europa del Este. La mayoría de sus novelas contenían temas católicos y cuestiones de reforma social. Este poema, titulado Sanar, lo escribió en 1869,  nos suena cada vez más próximo y necesario, aunque la traducción sea muy elemental:

SANAR

Y la gente se quedó en casa
Y leyeron libros y escucharon música
Y descansaron y ejercitaron
E hicieron arte y jugaron
Y aprendieron nuevas formas de ser
Y pararon
Y escucharon a fondo
Alguien meditó
Alguien oró
Alguien bailó
Alguien conoció su sombra
Y la gente comenzó a pensar diferente
Y la gente se curó
Y en ausencia de personas que vivían de maneras ignorantes,
Peligrosas, sin sentido y sin corazón,
Hasta la Tierra comenzó a curarse
Y cuando el peligro terminó
Y la gente se reunió
Se lamentaron por la gente muerta
Y tomaron nuevas decisiones
Y soñaron con nuevas visiones
Y crearon nuevos modos de vida
Y curaron la tierra completamente.



DdA, XX/5615

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