Phillip A. Fisher es una figura histórica dentro del value investing. Fue uno de los pioneros en ir más allá de los estados financieros y buscar empresas en las que invertir con un negocio sólido y unas ventajas competitivas sostenibles. En este artículo os hablaré de la vida y el estilo inversor de Phillip Fisher junto con algunas de sus frases célebres más populares.
Tabla de contenido
La vida de Phillip Fisher
La carrera profesional de Phillip Arthur Fisher empezó en 1.928 cuando dejó la recién creada Stanford Business School para trabajar como analista de valores en el Anglo-London Bank de San Francisco. Poco después, en 1.931, fundaría su propia empresa de inversiones, Fisher & Company, en la que trabajaría de forma ininterrumpida hasta su retirada en 1.999 a la edad de 91 años consiguiendo rentabilidades extraordinarias para sus clientes durante este largo período de tiempo.
Phillip es padre del también famoso inversor y seguidor del value investing Ken Fisher, que ocupa el puesto 792 en la lista de las personas más ricas del mundo de la revista Forbes con una fortuna estimada en 2.300 millones de dólares.
Warren Buffett también ha reconocido la influencia de Fisher en su estilo de inversión. De hecho, es muy conocida su frase:
“Soy 85% Graham y 15% Fisher”
Estilo inversor de Phillip Fisher
La característica esencial del estilo inversor de Phillip Fisher es la búsqueda de la calidad además del precio en las empresas en las que invertía. Para ello, combinaba el análisis financiero con el análisis competitivo, siendo uno de los pioneros en compatibilizar ambos tipos de análisis que se consideran indispensables en el value investing actual.
Fisher también se caracterizaba por invertir a muy largo plazo. De hecho, una de sus inversiones más famosas fue la de Motorola, cuyas acciones compró en 1.955 cuando era una simple fábrica de radios y conservó hasta el momento de su fallecimiento en 2.004 con una gran rentabilidad.
Como a la mayoría de los inversores value, a Fisher le gustaba invertir contra la multitud, en los momentos en los que reinaba en pesimismo en los mercados. Para ello, resaltaba la importancia de mantener la calma y controlar los nervios para invertir contracorriente.
En su afán por analizar a fondo las empresas en las que iba a invertir, Phillip prestaba una especial atención a la búsqueda de un equipo gestor competente, incluso yendo más allá de los resultados del equipo gestor y buscando personas con un gran sentido moral y ético en las que pudiera confiar su dinero.
Por último, otro de los rasgos que caracterizaban el estilo inversor de Phillip Fisher es su escasa predisposición a la diversificación en su cartera de inversión. Solía concentrar su cartera en muy pocas empresas que examinaba y controlaba a fondo. En mi opinión, es una práctica que puede estar muy bien para inversores expertos que pueden dedicar mucho tiempo a invertir y controlar sus inversiones, pero no es recomendable para la mayoría y puede ser peligroso para los que están empezando.
Fisher es el autor del libro “Acciones ordinarias y Beneficios Extraordinarios” que, aunque fue publicado por primera vez en 1.958, sus lecciones siguen más que vigentes a día de hoy. De hecho, forma parte de mi sección de libros recomendados para aprender a invertir en bolsa.
Frases célebres de Phillip Fisher
“La paciencia es necesaria para conseguir grandes beneficios mediante las inversiones”
“El mejor momento para vender una buena acción es casi nunca”
“Los márgenes sobre beneficios pasados no son los importantes para los inversores, lo son los márgenes sobre beneficios futuros”
“No quiero muchas buenas inversiones, quiero pocas excepcionales”
“Invertir en una empresa sin tener los conocimientos suficientes sobre ella es más peligroso que no tener la diversificación adecuada”
“No sigas a la multitud”
“En la bolsa tener un buen sistema nervioso es incluso más importante que tener una buena cabeza”