Todas las maravillas del que fue el joven Pelé

“Pelé es obviamente infantil. Carece del espíritu de lucha necesario. Es demasiado joven para recibir los golpes y reaccionar con la fuerza adecuada. No creo que sea aconsejable llevarlo”. La CBF había dejado la suerte de Pelé en manos de un psicólogo. El veredicto de Joao Carvalhaes fue contundente: simplemente no podían llevar al joven de 17 años a la Copa Mundial de la FIFA Suecia 1958.

Fin de la historia. O debería haberlo sido. “Puede que tengas razón”, respondió el nuevo entrenador Vicente Feola. “El problema es que no sabes nada de fútbol. El chico viene con nosotros”.

Hay varias versiones sobre cómo le dieron a Pelé la camiseta número 10, pero una es unánime: el número que luego inmortalizaría se lo entregó por casualidad. “En aquel momento a nadie le importaba el número 10”, comentaría más tarde. “Era el destino”.

Garrincha -único jugador que obtuvo una puntuación inferior a él en las pruebas del psicólogo- y Pelé empezaron el torneo en el banquillo. Brasil empezó con fuerza. Sin embargo, cuando empataron 0-0 con Inglaterra en su segundo partido, la prensa brasileña se volvió loca.

De manera humillante para una nación que se enorgullece de su garbo, fue el primer empate sin goles que se vio en la competencia. Lo inquietante es que tuvieron que ganar su último partido del Grupo 4 (contra nada menos que la Unión Soviética) para asegurarse la clasificación. Lev Yashin, Igor Netto, Valentin Ivanov y compañía fueron los actuales campeones olímpicos y dos años más tarde se convertirían en los primeros campeones de la UEFA EURO.

Nilton Santos, el miembro de mayor edad de la selección brasileña, convocó a los experimentados y estimados jugadores Bellini y Didi. Estuvieron de acuerdo en que Garrincha y Pelé tenían que jugar, y convencieron a Feola para que así fuera.

La contienda comenzó con lo que se conoció como ‘Los tres minutos más grandes de la historia del fútbol’, encabezados por el indescifrable Garrincha. Brasil logró una victoria de 2-0.

La fase eliminatoria perteneció al 'bebé'. Pelé anotó el único gol contra Gales (un gol espléndido, por cierto) para convertirse en el goleador más joven en la historia de la Copa del Mundo. Cuatro días después se convirtió en el autor de hat-tricks más joven de la historia, y nada menos que en una semifinal contra Francia. Luego, el primero de dos goles contra Suecia le convirtió en el más joven en marcar en la final.

Ninguno de esos récords ha estado cerca de ser superado, ningún otro jugador ha marcado en la Copa del Mundo antes de cumplir 18 años y sólo Manuel Rosas, Michael Owen, Dmitri Sychev, Lionel Messi y Gavi lo han hecho antes de cumplir 19 años. Pelé es también el jugador más joven en levantar el trofeo, siendo Ronaldo (17 años), Giuseppe Bergomi (18) y Kylian Mbappé (19) los únicos otros adolescentes que lo han hecho.

“El médico tenía sus motivos”, dijo Pelé a la FIFA años después. “Pero yo sólo tenía 17 años y no sentí presión. Correspondía a los jugadores experimentados llevar la presión. Estaba en Europa, en este país lejano. Todo era nuevo, todo era una fiesta. Sólo quería jugar al fútbol”

“No pensé en los récords en ese entonces. Todo lo que estaba pensando era la promesa que le había hecho a mi papá. Cuando Brasil perdió ante Uruguay en 1950, vi a mi papá llorar. Le dije: No te preocupes, ganaré la Copa del Mundo de Brasil”.

“Ahora estoy obviamente satisfecho con ellos. Tal vez algún día algunos de ellos se rompan, pero creo que será muy difícil para un joven de 17 años anotar un hat-trick en una semifinal de la Copa Mundial”.

Como el viejo dicho no va: los médicos no siempre tienen razón.