¿Otro Pedro Rodríguez que volará alto en el Barça?

Pedro Rodríguez Iglesias llegó en el verano del 2019 con solo 12 años al Barça procedente del Granada. Era el residente de La Masia más joven y su adaptación no fue sencilla. Ser el menor de los alumnos de la academia barcelonista le provocó una dificultad añadida para integrarse con normalidad a un contexto 100% novedoso para él.

Pedro Rodríguez, el señor de las finales

Además de la adaptación social, Pedro se sintió un poco cohibido en un Alevín A del Barça muy potente en el que destacaban jugadores del nivel de Guille Fernández, Sama Nomoko o Toni Fernández. El talento del andaluz era indiscutible pero su rendimiento tardó en ser el esperado.

Su entrenador Jordi Pérez le insistía en que jugase sin complejos y tuvo tacto y paciencia para que el encaje del andaluz fuera natural y progresivo pero el pequeño Pedro todavía no se sentía con fuerzas para dejarse ir y mostrar el potencial que había provocado que los observadores del Barça se quedaran prendados de su clase.

Además, en marzo del 2020 el Covid-19 conmocionó a la sociedad y el parón total afectó también a los futbolistas de todas las categorías y edades. Pedro Rodríguez no pudo volver a competir con regularidad con sus compañeros hasta un año después con el Infantil B.

El salto de calidad

Su entrenador Albert Puig Alcaide disfrutó de una versión muy mejorada del joven talento andaluz. En el formato de fútbol-11 Pedro Rodríguez creció de manera exponencial y se convirtió en uno de los líderes de su equipo. En las posiciones de ‘8’ y ‘10’ Pedro dominaba todos los registros.

El de Ogíjares no perdía balones, los distribuía con criterio y además de ello le añadía a su fútbol de toque, acciones individuales con conducciones llenas de energía y categoría. Pedro siguióguez siguió creciendo en su segundo año de infantil y con el Cadete B. En estos años también ejerció a un gran nivel de ‘6’ como pivote posicional.

El Pedro Rodríguez del Cadete A del Barça se ha erigido como un centrocampista muy completo capaz de desequilibrar con su fútbol técnico e inteligente.

Un precedente exitoso

Su techo todavía no lo conocemos pero si continúa progresando, en pocos años el barcelonismo podrá volver a disfrutar de un Pedro Rodríguez estelar. El listón que dejó Pedro Rodríguez Ledesma es casi inalcanzable pero el Pedro cadete quiere seguir su propio camino.

Este Pedro no es canario ni extremo, es un interior andaluz con personalidad propia del que destacan su carácter competitivo 100 % ganador. Los nervios y timidez de los primeros meses han quedado atrás.

Un futuro prometedor

El actual centrocampista que dirige Arnau Blanco es un volante con el sello de calidad de La Masia. Antes de recibir ya sabe lo que va a hacer y el granadino tiene la habilidad de hacer mejores a sus compañeros. Cuando el andaluz entra en juego la jugada mejora.

Cuando hay que buscar profundidad lo logra con la misma facilidad que consigue pausar el juego cuando el partido así lo demanda.

Estas cualidades no han pasado desapercibidas para Pol Planas que ya lo ha hecho debutar con el Juvenil B. El Pedro Rodríguez del 2023 mira al futuro con confianza y ambición.