▷ Paul Thomas Anderson | Biografía, Características y Estilo

Paul Thomas Anderson: biografía, características de su cine y filmografía

Desde Historia del cine, seguimos acercándonos a todos aquellos directores y directoras del cine, que han marcado un antes y un después dentro del medio. Es por ello que en esta ocasión, le dedicamos este artículo a la figura y obra de Paul Thomas Anderson; uno de los directores más talentosos e imprescindibles de su generación. El director de obras maestras del cine contemporáneo como lo son Magnolia (1999) o Pozos de ambición (2007), nunca nos ha dejado indiferentes  con cada obra que ha ido presentando al mundo; sí es cierto que hay algunas mejores que otras como en cualquier otra filmografía, pero ninguna se la puede considerar como obra menor. 

Consideramos que hay poco que decir de porque Paul Thomas Anderson se merece un artículo íntegramente dedicado a su persona. Un director que a pesar de haber rodado tan solo ocho largometrajes, nueve si contamos su próxima película Soggy Bottom (2021), es considerado como uno de los mejores directores de la historia del cine.

Paul thomas Anderson biografía
Paul Thomas Anderson

Biografía

Paul Thomas Anderson nace el 26 de Junio de 1970 en Studio City (Estados Unidos). Uno de los ochos hijos que tuvieron Edwina Anderson y Ernie Anderson; ambos, figuras destacadas del mundo del entretenimiento estadounidense. Su madre (Edwina Anderson), fue una actriz que gozó de mucha popularidad durante la década de los 70. Su padre (Ernie Anderson), fue un famoso locutor de radio y actor de cine, que incluso llegó a participar en una de las producciones cinematográficas de su hijo. Al nacer en un entorno tan hollywoodiense, Paul T. Anderson quiso seguir desde temprana edad, el camino artístico que ya habían emprendido sus padres anteriormente. 

Con tan solo ocho años de edad, ya tenía la convicción y el sueño de convertirse en director de cine algún día; llevó a cabo su primera película amateur, en torno a esa edad. Llegada su adolescencia, Paul T. Anderson ya estaba escribiendo guiones por su cuenta, mientras llevaba a cabo su formación cinematográfica; estuvo en un total de cinco escuelas de cine. Es uno de esos directores que se formaron en distintas disciplinas y que llegaron prácticamente a dominar varias de ellas antes de llevar a cabo sus primeros largometrajes.

Durante el rodaje de Magnolia (1999)

Paul Thomas Anderson no solo contaba de grandes dotes para la dirección, sino que también dominaba el guion, montaje y producción de películas. Esto hizo que el director pisara en suelo firme desde el principio, sin ningún tipo de contemplación o improvisación de cineasta novato. Para cuando llevo a cabo su ópera prima, ya demostró un dominio y experiencia sin igual, lo que hizo que posteriormente llevara a cabo obras maestras como Boogie Nights (1997) o Magnolia (1999); cuando apenas había empezado en la industria cinematográfica.

Aunque nos tenemos que retrotraer al año 1988, para hablar de los inicios de Paul Thomas Anderson; ya que realizó dos cortometrajes previos, a su primer largometraje. The Dirk Diggler Story (1988) fue su primer cortometraje inspirado en la vida del actor pornográfico John Holmes. Y que serviría como preludio de Boogie Nights (1997) años después.

Cinco años después, Anderson realizaría el corto Coffee and Cigarettes (1993), protagonizado por Philip Baker Hall; actor que acabaría siendo un actor fetiche, dentro de la filmografía del director estadounidense. Este último cortometraje fue seleccionado en la Sección de Cortometrajes del Festival de Sundance de 1993, lo que lo llevó a una invitación para desarrollar un largometraje en el Filmmaker’s Workshop de Sundance de 1994. Fue allí donde conoció al director Michael Caton-Jones, quien vió a Anderson como un verdadero talento con verdadero potencial.  

Su ópera prima en cuanto a largometrajes fue Sydney (1996), la cuál resultó desastrosa para el director en el sentido, de que fue despedido por la productora de la película y no se le permitió lanzar su propia versión de la cinta hasta que fue seleccionada por el Festival de Cannes. La película finalmente obtuvo una buena cantidad de críticas positivas, aunque pasó muy desapercibidamente para el gran público. 

Durante la difícil producción de Sydney en 1995, Anderson comenzó a escribir Boogie Nights como una forma de aferrarse de forma creativa en otro proyecto. El gran éxito que rodeó el lanzamiento de su segunda película le valió para ahorrarse el tipo de problemas que habían empañado su esfuerzo anterior. Recibió numerosos reconocimientos, incluidas tres nominaciones al Oscar y dos al Globo de Oro. Boogie Nights fue ampliamente aclamada como una de las mejores películas del año, e incluso de la década.

Dos años después del éxito de Boogie Nights, Anderson consiguió el éxito más notorio de su carrera, con la maravillosa Magnolia (1999).

La película contó con un reparto maravilloso, en los que se encontraban actores como Philip Seymour Hoffman, John C. Reilly, Philip Baker Hall, William H. Macy, Julianne Moore o Tom Cruise. La cinta obtuvo 3 nominaciones, a Mejor actor de reparto por la actuación de Tom Cruise, a Mejor guion original para el propio Anderson y a Mejor canción original por “Save me” de Aimee Mann. Pese a ser una película considerada una obra maestra, no obtuvo tanto éxito de taquilla como el que obtuvo anteriormente Boogie Nights

A principios de los 2000, Paul T. Anderson fue seleccionado para escribir y dirigir varios documentales, al igual que varios videoclips musicales (destacando los que hizo para Fionna Apple, que en ese momento era una auténtica estrella de la música norteamericana). En 2002, quiso probar suerte con una mezcla de thriller y comedia, protagonizada por Adam Sandler. La película titulada en español como Embriagado de amor (2002), tuvo su estreno mundial en el Festival de Cine de Cannes de ese mismo año.

Fragmento de Magnolia (1999)

Embriagado de amor (2002) no tuvo una gran acogida ni de la crítica especializada ni del gran público. Tras el fiasco de esta película, Paul T. Anderson decidió trabajar en un proyecto junto al gran Robert Altman. Esta colaboración con uno de sus grandes referentes, hizo que Anderson encontrara de nuevo la frescura creativa suficiente como para embarcarse en un proyecto nuevo. En 2007 volvió a la escena cinematográfica por todo lo grande con el estreno de Pozos de ambición (2007); película protagonizada por el gran Daniel Day-Lewis

Pozos de Ambición (2007) es una adaptación de la novela ¡Petróleo! de Upton Sinclair. Esta adaptación del director lo puso de vuelta en el olimpo cinematográfico, que desde Magnolia no había ofrecido una auténtica obra maestra. Pozos de ambición tuvo un total de ocho nominaciones a los Oscar de 2007, llevándose dos a Mejor actor por el papel de Daniel Day-Lewis, y el de Mejor fotografía. En una lista realizada por la BBC de las Mejores películas del siglo XXI, Pozos de ambición obtuvo el tercer puesto, quedando superada tan solo por Deseando amar (2000) y Mulholand drive (2001).

Tuvieron que pasar cinco años, para que Paul Thomas Anderson volviera a traernos otro largometraje. La espera valió la pena, ya que trajo consigo The Master (2012); película protagonizada, por el grandioso Joaquin Phoenix. Una película a la que no se le ha dado tanto reconocimiento como debería, ya que no tiene nada que envidiar a las obras más conocidas de Paul Thomas Anderson. Una película sobre la fe y la libertad espiritual, vista desde el prisma de una secta de la década de los cincuenta en Estados Unidos. A mi modo de ver, una de las mejores películas de Anderson, que tiene una de las mejores actuaciones de la carrera de Joaquin Phoenix; que es mucho decir, para lo que es este actor. 

En su siguiente proyecto, tan solo tardó dos años en volver a la carga trabajando otra vez con Joaquin Phoenix; largometraje, que tendría el título de Puro vicio (2014). La película es una adaptación de la novela de Thomas Pynchon del mismo nombre, publicada en el año 2009. En esta ocasión, Anderson nos transporta a la década de los 70 en California, con una cinta que mezcla la comedia y suspense de manera magistral. Pese a que no tuvo un gran recorrido este film, no me parece un film menor ni mucho menos; Anderson consigue explorar ciertos géneros, diferentes de lo que venía haciendo en sus dos pasadas películas.

En 2017, Paul Thomas Anderson volvió a trabajar con Daniel Day-Lewis en El hilo invisible (2017). Una película escrita y dirigida por el propio Anderson, que nos cuenta una historia de amor turbulenta durante el Londres de la posguerra. Un filme lleno de complejidades narrativas en base a una relación muy especial, que tiene unos devenires un tanto inciertos y desoladores, plasmados con una belleza visual apabullante; hasta la fecha en la que se está escribiendo este artículo, El hilo invisible (2017) es la última película estrenada por Paul Thomas Anderson. En la actualidad, el director se encuentra rodando su próximo film que tendrá el título de Soggy Bottom, que estará protagonizada por Bradley Cooper. Por lo que sabemos hasta la fecha, la película nos mostrará una historia ambientada en la década de los setenta en California, sobre un hombre con aspiraciones artísticas.

Estilo y características del cine de Paul Thomas Anderson

Planos secuencia: 

En términos de trabajo de dirección, una de las señas más reconocibles en el cine de Anderson es el uso que hace de los planos secuencia con steadicam; planos secuencia, que nos recuerdan a aquellos vistos en el cine de Martin Scorsese. Por ejemplo, el plano secuencia del inicio de Boogie Nights, en la que hace un recorrido de tres minutos, presentando cada uno de los personajes principales del film; entrelazando el manejo de grúa y de steadicam. Con frecuencia colabora con el director de fotografía Robert Elswit para capturar este tipo de tomas difíciles y bien coreografiadas que aparecen  prácticamente en todas sus películas. 

Deja que la escena se desarrolle como si fuera una obra de teatro, con personajes entrando y saliendo, permitiendo que la cámara «mire a su alrededor» con movimientos panorámicos e inclinados, lo que crea una sensación voyerista en sus películas. 

Plano secuencia en Boogie Nights

Una confrontación constante: 

En las películas de Anderson siempre está presente un conjunto de personajes coloridos y extravagantes, donde en la mayoría de las veces hay un individuo que destaca por su oposición directa al protagonista. A diferencia de las películas de los hermanos Coen donde el conjunto se desdibuja sin un personaje clave específico, Anderson a menudo usa el conjunto para elevar o profanar al protagonista. En Sydney, vemos esa confrontación entre el personaje de Sydney y el de Jimmy (personaje interpretado por Samuel L. Jackson). Acaba ocurriendo un desafío agrio, ya que Jimmy conoce muy bien la figura del protagonista y es por ello que quiere trastocar la posición de él. 

En Boogie Nights, aunque actúa más como un punto de inflexión para Dirk Diggler (interpretado por Mark Wahlberg) y en su propia caída auto inducida, es el nuevo chico de la industria, cuya ingenuidad y apariencia juvenil hacen que Diggler se sienta amenazado y desafiado.

En Magnolia, esto toma la forma de varios personajes. Para Linda (interpretada por Julianne Moore), es el farmacéutico; para Frank (interpretado por Tom Cruise) es la periodista; y para Donnie (interpretado por  William H. Macy), es el cliente rico y borracho que amenaza su amor por el atractivo camarero del bar que frecuenta. Sin embargo, es en Pozos de ambición donde podemos ver esta característica del cine de Anderson con mayor claridad. Eli Sunday es claramente la fuerza opuesta a Daniel Plainview (interpretado por Daniel Day-Lewis). El resto de personajes se rinde ante la voluntad de Plainview, pero Eli permanece en su mayor parte en un desafío constante.

Decadencia, moralidad corrompida y  ambición desmedida:

En las películas de Anderson, la bondad puede enmascarar la codicia y la ambición puede esconder cierta corrupción. Si uno estudiase a los protagonistas de Anderson, estas son conclusiones que podría sacar con demasiada facilidad. Esto se ve claramente en Pozos de ambición, donde las ideas de decadencia, codicia, ambición y corrupción están incorporadas en su totalidad a través de Daniel Plainview, quien simbólicamente desdeña la religión y abraza la búsqueda del oro líquido. 

Quizás el personaje de Daniel Plainview sea uno de los personajes más grandes jamás capturados en una película; un hombre sin resolución catártica y sin moral glorificada. Cualquier intento que haga por reclamar cierta moralidad, se desmorona ante la idea de una pérdida de intereses (en general económicos). 

También lo podemos ver en The Master (2012) donde el personaje de Joaquin Phoenix se ve totalmente corrompido y manipulado por el líder de una secta. Ante una falta de moralidad en su vida caótica llena de excesos, el personaje de Phoenix busca cierto sentido en el discurso profético de este hombre.

the master 2012

Fotograma de The Master

Puesta teatral: duración, estructura narrativa  y montaje: 

Los tres  aspectos teatrales más notables que han influenciado el cine de Paul Thomas  Anderson son los tiempos de ejecución, la estructura narrativa y el montaje cinematográfico. Anderson siempre pretende llevar al espectador hasta el límite máximo, a partir de relatar  historias con mucha épica; historias que por lo general, relatan un ascenso y caída de los personajes principales. Por otro lado, el director no tiene prisa a la hora de hilar sus historias y en plasmar la evolución de sus personajes en pantalla; eso acaba evitando que se muestren forzados o inacabados. 

En el montaje de las películas de Anderson, se intenta canalizar los momentos clave de una pieza para representar claramente un tema singular y que puede verse de manera consistente a lo largo de toda su filmografía. Este tipo de estructuras teatrales son propias de dramaturgos del estilo de Bertolt Brecht, quien dotaba de este espíritu de ascenso y caída a sus protagonistas.

Importancia vital de la banda sonora: 

Donde hay una película, casi siempre hay música. Ya sea la genial compilación de canciones populares como en Pulp Fiction (1994), o las dramáticas y abrumadoras composiciones originales que se encuentran en  películas como Taxi driver (1976). La música siempre ha intensificado y mejorado el poder del diálogo y las imágenes en el cine. Pero, ¿Qué hace Anderson de manera diferente? 

En las películas de Paul T. Anderson, la música deja de ser un acompañamiento, para pasar a dominar el momento de una escena. A menudo, el diálogo se ahoga en favor de las letras o la orquesta silencia la acción. El efecto que produce no nos aleja del espíritu de sus largometrajes; más bien, canaliza nuestras emociones. No es lo que se dice en un momento determinado, sino lo que se siente. 

Pensemos por ejemplo otra vez, en la escena de apertura inicial de Boogie Nights; las melodías maravillosas de los 70 impregnan cada momento, mientras que todo lo que se dice se disipa. Los personajes están perdidos en esos instantes  y en cierto modo, a causa de la gran puesta visual y sonora que aporta Anderson, nosotros también. 

En cambio en Pozos de ambición, Anderson opta por una tensa apertura dramática y minimalista. Quince minutos de gruñidos y muecas, que sorprendentemente aguanta muy bien en pantalla. La banda sonora orquestal de este filme, toca las fibras más sensibles del espectador, de forma lenta a medida que el verdadero terror del vacío del Medio Oeste se vuelve claro en su mente. En el caso de The Master (2012)  destaca su música melancólica pero distintivamente idiosincrásica de Jonny Greenwood tarareando imágenes de playas, soledad y suburbios pintorescos. 

 Son estos momentos de actuaciones silenciosas, realzados por su partitura dominante, los que más se destacan. Aunque quizás la más icónica banda sonora de la filmografía de Anderson, sea la que llegamos a disfrutar en Magnolia; con un seguimiento de un plano tras otro, la música se construye en el clímax de cada acto hasta que las palabras apenas se registran y la música domina todos nuestros sentidos. Lo podemos ver en la hermosa y concluyente canción de Aimee Mann «Save Me«; las voces de los personajes se desvanecen hasta que todo lo que podemos escuchar es la impresionante voz de Aimee Mann.

Maglonia extracto de Save me

Filmografía del director

Sydney (1996) 

Paul Thomas Anderson tenía tan solo veintiséis años, cuando consiguió sacar adelante Sydney con un presupuesto de tan solo 3 millones de dólares. Protagonizada por Philip Baker Hall, Sydney es una película neo-noir que indaga el mundo de las apuestas y los bajos fondos de la sociedad norteamericana. Una película que parte de localizaciones entre Las Vegas y Los Ángeles, donde empezamos a ver las primeras señas de identidad, que marcarían la posterior filmografía del director. 

Tiene una puesta en escena y un guion bastante interesante que no tuvo una gran acogida por la crítica, pero que a mi modo de ver es una gran ópera prima y que tiene momentos de acción espectaculares. La fotografía es maravillosa, con los clásicos ambientes polvorientos del suroeste estadounidense, moteles en ruinas, etc…; la decrepitud humana plasmada de manera magistral a través del cine. Puede que no sea la mejor película de Anderson, pero sin duda es una película que merece la pena dar una oportunidad.

Boogie Nights (1997)

Boogie Nights fue la película que puso a Paul Thomas Anderson en boca de todos,  y con la que consiguió atraer tanto al gran público como a la crítica. Una película que fue bastante polémica, por retratar tan abiertamente la industria del cine pornográfico de mediados de los setenta. Boogie Nights es un deleite visual y sonoro, al más estilo Martin Scorsese o Brian de Palma. Tiene personajes realmente carismáticos que acaban enfrentándose a un abismo, tras muchos excesos. 

No es una película que se tome Anderson de forma frívola su trama, sino que hay un trasfondo bastante desolador y decadente detrás de cada personaje. La película dura alrededor de dos horas y media, pero se pasan volando con tanto plano secuencia y travellings alucinantes de cámara. Cuenta con una banda sonora genial y con algunas de las escenas más icónicas de toda la filmografía del propio director. Una película para revisitar continuamente de su filmografía, que ha envejecido espectacularmente.

Boogie Nights Paul Thomas Anderson

Parte del elenco de Boogie Nights

Magnolia (1999) 

La película más laureada y conocida por el amplio público. Una película que bebe mucho del cine de Robert Altman; especialmente de su gran película, Vidas cruzadas (1993). Una película con diferentes tramas que acaban cruzándose entre sí, sin tener a ningún protagonista o personaje más importante que el resto. Magnolia no solo cuenta con una magnifica dirección y diseño de producción, sino que también tiene un guion muy bien estructurado, que no tiene nada que envidiar al de Tarantino en Pulp Fiction (1994). 

En Magnolia, Anderson nos habla sobre las casualidades de la vida y de cómo el destino puede ser realmente caprichoso con nosotros. También lo podemos ver, como una película sobre la culpabilidad y la redención entre distintos personajes. Todos los personajes que aparecen en Magnolia, están rotos emocionalmente de una forma o de otra, que estallan ante una catarsis colectiva. Una obra maestra del cine estadounidense de finales de los noventa, que puso a Paul Thomas Anderson en lo más alto de su carrera cinematográfica.

Embriagado de amor (2002) 

Anderson quiso explorar el mundo de la comedia, con esta mezcla de comedia y thriller bastante peculiar. Con Adam Sandler y Emily Watson como pareja principal, este largometraje de Paul Thomas Anderson no es una comedia tradicional; puede que fuera precisamente ese aspecto de ella, lo que hizo que no tuviera tanto éxito como sus películas anteriores. Pese a que muchos la consideran como la peor de toda su filmografía, considero a esta cinta muy interesante por diversas razones. 

La principal de ellas, por el reflejo tan veraz que hace de la soledad sentimental que experimenta el personaje de Adam Sandler; un hombre bastante excéntrico en su personalidad, que encuentra a otra bicha rara en su camino. Es cierto que en un primer momento a la película le cuesta arrancar, pero luego acaba siendo bastante interesante la trama que presenta. Del mismo modo, Anderson sigue deleitándonos en esta ocasión con su manejo de cámara, con planos cinematográficos realmente fascinantes de ver como espectador.

Pozos de ambición (2007) 

Una obra maestra del siglo XXI, que demostró la madurez creativa del propio Anderson. Basada en la novela de Upton Sinclair ¡Petróleo!, nos muestra la ambición desmedida del oligarca petrolero Daniel Plainview. La película más shakesperiana de toda la filmografía de Paul Thomas Anderson, que confronta la ambición capitalista con la fe católica. Daniel Day-Lewis se mete en la piel de uno de los mejores personajes de la ficción reciente, que destaca por su crueldad y ambición desmedida. 

La película es realmente excepcional desde todos los puntos, tanto técnicos como artísticos. Todos los personajes los lleva al límite, acabando en un delirio shakesperiano brillante. Paul Thomas Anderson consiguió la gloria junto a uno de los actores, que acabaría siendo recurrente en su filmografía. Como he dicho antes, es probablemente la obra artística más madura de la carrera como cineasta de Anderson, que le puso de nuevo en la recamara después de ocho años del éxito de Magnolia.

Tráiler de Pozos de ambición

The Master (2012) 

Película sobre la necesidad individual de creer en algo, protagonizada por Joaquin Phoenix. Una película a la que no se le ha dado tanto valor a lo largo de los años, como a otras películas de Anderson, siendo esta una de las mejores de toda su filmografía. Es una obra compleja, perturbadora y realmente brillante, tanto en el aspecto técnico como en el creativo. El desaparecido Philip Seymour Hoffman, hace una de sus mejores interpretaciones, que sabe congeniar muy bien en pantalla con Joaquin Phoenix. 

Como he dicho al principio, The Master va sobre la fe pero desde un prisma de doble sentido; como algo que nos libera como seres humanos y algo que nos limita internamente. Al final la moraleja de este filme es que el miedo a ser un hombre sin creencia alguna, es algo mucho más atroz que creer en algo o en un líder. 

Puro Vicio (2014) 

Puro Vicio es en cierta manera, el retorno de Paul Thomas Anderson a la época de Boogie Nights; ya no solo por la época, sino por el enfoque que le da a esta película suya. Tras haber realizado dos potentes dramas, Anderson vuelve a ofrecernos una comedia ambientada en la década de los 70 en California. No tiene nada que ver con la industria que retrataba Boogie Nights, pero aun así comparte el tono gamberro y desenfrenado de la predecesora. 

El filme no tuvo una gran acogida en taquilla, aunque consiguió cierto reconocimiento por parte de algunos festivales de cine independiente. Es cierto que pierde cierto ritmo a mitad de metraje, pero no creo que sea algo muy grave a reseñar. Hay un reparto estupendo en el que a mi modo de ver, destaca Reese Witherspoon; hablo obviamente de todos los integrantes, más allá de Joaquin Phoenix.

El hilo invisible (2017)

Anderson volvió a trabajar con Daniel Day-Lewis, para la que a mi modo de ver es la mejor película de Paul Thomas Anderson; aunque esto es algo meramente personal y nada objetivo. La relación amorosa que plasma Anderson en este filme, es perturbadora, siniestra y a la vez enternecedora. Hay tantas capas narrativas y complejidades de estas dos personas, que es una cinta que merece ser vista más de una vez para ser disfrutada debidamente. 

Poco se puede decir del trabajo de Daniel Day-Lewis, que siempre está bien y en esta ocasión no es una excepción. La violencia de Pozos de ambición, pasa a ser algo delicado y frágil de ver en pantalla, aunque el personaje no deja de ser perturbador y cruel. La última película del director californiano, que siguió demostrando el talento asombroso de él, a la hora de conformar una historia sólida y compleja.

Filmografía completa de Paul Thomas Anderson

Cortometrajes: 

  • The Dirk Diggler Story (1988) 
  • Cigarettes & Coffee (1993) 
  • Anima (2019) 

Largometrajes: 

  • Sydney (1996)
  • Boogie Nights (1997)
  • Magnolia (1999)
  • Embriagado de amor (2002) 
  • Pozos de ambición (2007) 
  • The Master (2012) 
  • Puro Vicio (2014) 
  • El hilo invisible (2017) 

Videoclips:

  • Fiona Apple: Across the Universe (1998)
  • Fiona Apple: Fast as You Can (1999)
  • Aimee Mann: Save Me (1999)
  • Radiohead: Daydreaming (2016)

Bibliografía

  • Marín, R. (2020, 19 febrero). Genio aferrado al celuloide. Recuperado 8 de febrero de 2021, de https://gatopardo.com/perfil/paul-thomas-anderson-director/ 
  • Renée, V. (2015, 20 octubre). 4 Basic Elements of Paul Thomas Anderson’s Cinematic Style. Recuperado 8 de febrero de 2021, de https://nofilmschool.com/2015/10/4-basic-elements-paul-thomas-anderson-cinematic-style
  • Ferrari, A. (2017, 14 enero). Paul Thomas Anderson: Breaking Down His Directing Style & Techniques. Recuperado 8 de febrero de 2021, de https://indiefilmhustle.com/paul-thomas-anderson/
  • The Directorial Excellence of Paul Thomas Anderson. (2017, 12 septiembre). Recuperado 8 de febrero de 2021, de https://www.focusfeatures.com/article/legacy_phantom-thread_paul-thomas-anderson