Hablar de series es hablar de Paul Abbott. El guionista y productor de televisión, que casi siempre presume de tener entre manos un proyecto, aterrizó esta semana en Barcelona como invitado estrella en el Serielizados Fest para hablar de su último trabajo, Wolfe. En una distendida charla junto al periodista Toni García Ramón, los asistentes pudieron no solo conocer de primera mano la ficción sino que, también, disfrutar de su estreno.
Abbott adelanta a La Vanguardia que el drama criminal forense que plantea “es muy diferente a todo lo que he escrito antes” y se aventura a decir que “es algo novedoso y diría que no hay nada que se le parezca en televisión a día de hoy […] Tiene toques de humor, aunque reconozco haber escrito alguna escena que ni siquiera yo me atrevo a ver”.
Algunos de los episodios maníacos que vivirá el protagonista están inspirados en los míos propios
Como ocurría ya en anteriores producciones, el británico reconoce que esta vez “el público volverá a conocer un poco más de mí”. Se refiere, entre otras cosas, al trastorno bipolar que le han diagnosticado y confiesa que “algunos de los episodios maníacos que vivirá el protagonista están inspirados en los míos propios”. Hablar abiertamente de ello no es algo que le eche para atrás. De hecho, es él quien saca el tema desde el momento uno, deseando que algún día “la salud mental deje de ser un tabú […] Solo entonces me consideraré un hombre satisfecho”.
Su granito de arena lo aporta con este peculiar médico forense que “pienso que ofrecerá a los espectadores mucho más que una simple trama criminal”. Así, reflexiona, que “con el humor es factible mostrar la desesperación humana, y eso es un poco lo que he hecho”. Algo que no es ajeno a sus seguidores, que ya vieron en pantalla como se sinceraba sobre su vida con Shameless. Inspirada en su familia, en la premiada serie no ocultó la dureza de su infancia y juventud después de que su madre, y poco después su padre, abandonaran a su suerte tanto a él como a sus siete hermanos.
Paul Abbott presenta en el Serielizados Fest de Barcelona su nueva serie, 'Wolfe'
Con el humor es factible mostrar la desesperación humana
“¿Te puedes creer que lo único que me recriminó un tiempo después mi padre al verla es que por qué su personaje llevaba el pelo largo?”, cuenta entre risas. “Debo reconocer que aunque ahora me lo tome así en su momento me descolocó por completo. Piensa que Frank Gallagher, inspirado en él, no es un persona para estar muy satisfecha. Es alcohólico, adicto a las drogas e incapaz de cuidar a sus hijos”. No obstante, concluye, “pese a ser un desastre es mejor que lo que tuve yo, que fue nada porque nos abandonó. Por suerte, mi hermana, de diecisiete años y embarazada, nos cuidó a todos y tanto ella como la escritura, cuando la descubrí, me salvaron la vida”.
Fue precisamente por esa época cuando Abbott empezó su idilio con la pluma. “Me abrió los ojos uno de mis profesores del instituto. Vio algo en mí que ni siquiera yo me había planteado. Suficiente tenía con la situación en casa, donde todos los hermanos estábamos pendientes de que no viniera la Policía o la asistenta social. Éramos menores y de haber descubierto lo que ocurría entre esas cuatro paredes, nos hubieran separado a todos los hermanos. Pero un día en clase me animó a ser el nuevo editor de la revista escolar. Descubrí un nuevo mundo que acabé convirtiendo en mi profesión”.
Mi hermana y la escritura me salvaron la vida