F�tbol

Paolo Rossi, el h�roe que pag� una mala apuesta

F�TBOL El delantero fue el h�roe de la Italia del 82 tras dos a�os de sanci�n por una trama de apuestas

Rossi, a la derecha, pelea con Falcao en el Italia-Brasil del Mundial...
Rossi, a la derecha, pelea con Falcao en el Italia-Brasil del Mundial 82. GETTY IMAGES

En 1979, Paolo Rossi, un delantero centro flaquito de 1'74, iba para celebridad en Italia. Jugaba en el desconocido Lanerossi Vicenza, una catapulta para un delantero tan liviano como astuto. 'Pablito' parec�a llevar imanes en la puntera de la bota. Fue m�ximo goleador en Serie B y en Serie A, un perfil que ahora valdr�a una saca de millones de euros.

Un a�o antes, en el Mundial de Argentina, hab�a hecho pareja de diabluras con Bettega en una selecci�n de Italia a la que s�lo afeit� Holanda con dos goles kilom�tricos de Arie Haan al gran Dino Zoff en el partido que daba paso a la final. Rossi se marcha del Mundial con tres goles en el pasaporte.

El Lanerossi Vicenza no puede evitar el descenso en el 79 a pesar de los 15 goles de su bambino m�gico. Las corporaciones de la �poca, Juventus y Milan, llaman a la puerta, pero no hay manera de llegar a un acuerdo. El Lanerossi cede a Rossi al Perugia, un equipo pujante en la �poca, para que siga en Serie A. Un mal menor.

El d�a de la detenci�n

La tarde del shock llega el 23 de marzo de 1980. La Polic�a, en mitad de la jornada de f�tbol, entra en varios vestuarios y se lleva detenidos a un grupo de futbolistas y dirigentes, entre ellos Paolo Rossi, Albertosi, de 40 a�os, meta legendario del Milan y la selecci�n italiana, y Felice Colombo, presidente de la entidad milanista.

Se les acusa de formar parte de una trama de apuestas para ama�ar partidos. El denunciante, como en tantos casos, llega desde el h�gado de la organizaci�n. Uno de los cabecillas de la facci�n llam� a la Polic�a porque aseguraba que los implicados le deb�an dinero de algunos ama�os. Italia alucina con el esc�ndalo al que se llam� 'Totonero'.

Las sanciones son tremendas. El Milan baja a Segunda Divisi�n y Paolo Rossi es condenado a tres a�os de inhabilitaci�n, luego reducidos a dos. En relaci�n a otros sale bien parado porque a Albertosi le cae un castigo a perpetuidad, luego mutado a cuatro a�os. Italia, que organiza ese verano la Eurocopa, se queda sin el muchacho de la esperanza y acude en depresi�n al torneo. Mientras, se recogen cientos de miles de firmas para pedir el perd�n al futbolista.

La legendaria tarde de Sarri�

Rossi cumple la sanci�n del Totonero antes de debutar con la Juventus en los �ltimos partidos de la Liga 81-82. De manera sorprendente, el seleccionador Enzo Bearzot le convoca para el Mundial de Espa�a. Se pone el antibalas ante las cr�ticas. El chico ha perdido agilidad y alegr�a, pero el t�cnico conf�a en que conserve el olfato.

El Mundial comienza de manera depresiva. Italia empata los tres partidos de la primera fase sin un gol de Rossi, en la diana por su baja forma. En la segunda fase, Italia gana a la Argentina de Maradona y Rossi permanece con la mirilla atascada. La historia cambia ante Brasil en el m�tico partido de Sarri�. Italia tumba a la samba de Zico, Falcao, Junior, Cerezo y S�crates con tres goles de Rossi, que recoge ese d�a todo lo que cae por el �rea.

Dos goles m�s en la semifinal ante Polonia y otro en la final frente a Alemania sirven para construir el monumento nacional a Paolo Rossi. El delantero flaquito, que siempre defendi� su inocencia, ha construido una revancha de pel�cula de l�grimas. A los 31 a�os anunci� su retirada, cansado de ser un h�roe.