Paloma San Basilio, de ir a Eurovisión a ser eurofan

¿Por qué Paloma San Basilio se presentó a Eurovisión?

La cantante está reconocida como una de las mejores voces de su generación y no quiso desaprovechar su don en la música ni una sola vez. Tanto es así que cuando le preguntaban por qué había decidido ir a Eurovisión en 1985 con la canción "La fiesta terminó", ella respondía una sola cosa: "De algo hay que morir".

Eurovisión es una festival de música que sirve como lanzadera para muchos artistas jóvenes. En aquel entonces Paloma San Basilio ya había lanzado varios álbumes y la gente de su alrededor le decía que no le hacía falta ir a Eurovisión. Pero a la cantante le hacía falta probar un nuevo reto: "No iba a estar todo el tiempo quieta esperando a que sonasen las canciones", confiesa.

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Paloma San Basilio cantó "La fiesta terminó" en 1985

Tras haber vivido la experiencia eurovisiva, donde Paloma San Basilio obtuvo un puesto injusto (14º) pese a haber ejecutado una entonación perfecta con su voz, la cantante asegura que el Festival de la Canción de Eurovisión ha evolucionado muchísimo en estos 36 años que la separan de su actuación: "Ahora los espectáculos eurovisivos son impresionantes. Tienen una gran puesta en escena y creatividad". Ahora es una eurofan más: "No me extraña extraña que haya tantos fans del festival porque yo no me lo pierdo. Es mágico lo que hacen en Eurovisión", confiesa.

Paloma San Basilio se muda a Los Ángeles con su hija y sus nietos

Hace ya tres décadas de aquello y ahora la artista disfruta del hogar y de la familia. La situación de la pandemia provocada por el coronavirus tampoco ha ayudado en estos meses. Ha estado muy hundida por no poder hacer ningún concierto: "No me reconocía. Soy muy activa y llevo más de dos años sin poder coger un avión", cuenta. Además, a Paloma San Basilio le ha costado asumir el fallecimiento de su hermana: "Empecé a recuperarme el año pasado. Era como mi segunda madre", confiesa.

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Paloma San Basilio: "Me gusta mucho escribir y pintar"

Ahora parece que todo empieza a cambiar y que la vida vuelve a sonreírle. Hace la vida familiar que no ha hecho durante muchos años de su vida: "Mi hija Ivana es un prodigio, pero ante la dificultad de hacer música para películas, montó su propio estudio", declara. Porque tras haber grabado más de 30 álbumes, haber pintado cuadros y hasta escrito libros, lo que más le llena a Paloma San Basilio. Y tras tantos años de carrera se siente "muy gratificada e ilusionada" por haber vivido tantas experiencias y lo único que desea es que la pandemia acabe muy pronto.